MARIA ALEJANDRA GONZALEZ-PEREZ

Edición genética y lo que podría implicar el reescribir el código de la vida

El sistema de edición genética CRISPR no solamente tiene un potencial determinante en el futuro de las industrias de la salud (humana, animal y de plantas), farmacéutica, y biotecnología.

Maria Alejandra Gonzalez-Perez, Maria Alejandra Gonzalez-Perez
25 de marzo de 2018

La edición de genes es el proceso de reescribir el ADN, el cual es básicamente el código biológico que da las instrucciones a los organismos vivos. Consiste en procesos, herramientas y procedimientos con los que actualmente se pueden hacer cambios en la actividad e incluso deshabilitar ciertos genes y así corregir, por ejemplo, mutaciones perjudiciales hasta ahora incurables que han estado pasando de generación en generación.

Se ha calculado que anualmente 7,9 millones de recién nacidos (6% de la totalidad) vienen al mundo con “defectos” y que 3,2 millones de estos son incapacitados durante toda su vida. Entre las más comunes de las condiciones genéticas están la anemia falciforme y la fibrosis quística. La edición genética tiene el potencial de prevenir y tratar un inmenso número de enfermedades y desordenes genéticos incapacitantes para los seres vivos, no solamente humanos, también plantas y animales.

Existen varias herramientas de edición genética o de ingeniería genómica que han venido avanzando rápidamente, y por eso hoy en día se puede manipular de manera eficiente y con eficiencia de costos. 

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La agrícola es una de las industrias en las que la edición genética avanza a gran velocidad en cuanto a implementación, dado a que esta es más precisa, barata y rápida, y tiene beneficios para el mejoramiento de los cultivos sin tomar genes de otros organismos o de hacer modificación como, por ejemplo, remover la proteína del gluten del trigo.

La edición genética también ha sido usada por el equipo de genetistas del doctor George Church en la escuela de medicina de la Universidad de Harvard, con la intención de acercarse a la posibilidad realista de que los humanos puedan recibir trasplantes de riñones y otros órganos de cerdos que sean aceptados por el sistema inmune humano. Según el profesor Church, esto supone un proceso de “humanización de los cerdos” de manera que sus órganos puedan funcionar en el cuerpo humano.

En noviembre 2017 se hizo en California la primera prueba de edición de genes dentro del cuerpo humano adulto de un hombre de 44 años con síndrome de Hunter. Este fue un procedimiento intravenoso en el que se abre el ADN celular del paciente y se le inyectan miles de millones de copias de un gen correctivo y una herramienta genética para cortar su ADN en un punto específico. Existe evidencia de que con terapia genética experimental (a través de un procedimiento con células inmunes genéticamente modificados) en Inglaterra se salvó en 2015 la vida de dos bebés (de 11 y 18 meses) con leucemia linfoblástica. 

 Algunas de las controversias relacionadas con la edición genética es que estas ediciones en los genes pasarán a futuras generaciones.

CRISPR-Cas9

Las repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas o CRISPR (pronunciado crisper) como popularmente se me conoce, permite hacer ediciones más precisas del genoma. CRIPSR es una molécula hecha de ARN (ácido ribonucleico) que se adjunta a la enzima bacteriana Cas9 que funciona como unas “tijeras moleculares” para cortar el ADN con absoluta precisión en el punto donde es requerido, permitiendo con esto cortar ADN mutado, pegar y borrar letras específicas (G -guanina-, C -citocina-, T -tiamina- o A -adenina-) del código genético. Originalmente, la Cas9 es una de las nucleasas que actúa como mecanismo de defensa contra invasores celulares principalmente en las bacterias.  Con intervenciones científicas ha capturado la secuencia genética de mecanismo de Cas9 aplicable ahora para la edición de genes.

Algunas de las próximas aplicaciones de CRISPR-Cas9 podría ser la reducción de los abortos espontáneos. Con estudios de edición genética usando CRISPR-Cas9 se encontró –el resultado fue publicado en la revista Nature  en octubre 2017- la existencia de un gen master que podría facilitar la embriogénesis e implantación del embrión, y por ende puede tener el potencial corregir los abortos no provocados.

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Existen temas controversiales de regulación, gobernabilidad, y preocupaciones éticas en relación a la edición genética como, por ejemplo, el hecho que las ediciones genéticas en seres humanos pasarían a las futuras generaciones. Los bio-eticistas de la National Academy of Science recomiendan que la edición genética para propósitos reproductivos no se realice hasta que se puedan estimar con claridad todas las implicaciones. De hecho, debido a consideraciones éticas y de seguridad, para el año 2014 había 40 países con regulaciones que prohibían estos procedimientos.

Otro aspecto de preocupación es que el acceso a estas tecnologías va a ser limitado a quienes cuenten con los suficientes recursos financieros y quedarían excluidos los que no cuenten con estos. 

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