GUILLERMO VALENCIA

Las dos caras del petróleo para 2018

Existen dos grandes apuestas sobre el precio del crudo para este año y son US$100 o US$40 el barril. ¿Cuál será la opción ganadora?

Gustavo Valencia Patiño, Gustavo Valencia Patiño
16 de enero de 2018

La Opep ya no tiene el poder de controlar los precios del crudo. Sabíamos esto desde la caída del 2014 y hoy, cuando el barril Brent alcanza los US$69,7, algunos fondos de cobertura piensan que el cartel estaría recuperándose y han comprado futuros a un precio de US$100 el barril. Otros hacen sus cuentas con un barril a US$40 y se sostienen en una tesis poderosa: EE.UU. será el primer productor mundial de petróleo para el 2019.

Entre las razones que se mencionan para hablar de un petróleo con precios de US$100, está la de una reactivación de la economía mundial, un posible conflicto en Medio Oriente, la emisión de acciones de la petrolera estatal de Arabia Saudita, Saudi Aramco, y un posible agotamiento de la industria de esquisto de EE.UU.

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Sin embargo, en el país del norte las importaciones de crudo se encuentran en sus mínimos históricos, mientras que su producción alcanzará 11 millones de barriles para el cierre de 2019, según EIA, entidad que administra la información energética. Otro factor a tener en cuenta es el aumento de la producción de Canadá, la cual alcanzará los 4 millones de barriles diarios, lo que le permitirá suplir la demanda de crudo de EE.UU.

Entre US$40 y US$100 cabe un elefante. Por eso hay que preguntarse, ¿qué apuesta se debe hacer teniendo en cuenta estos argumentos? La respuesta está en identificar las verdades fundamentales que no cambian con el vaivén de las noticias.

Encontraremos la verdad que buscamos cuando vemos que EE.UU. ha disminuido las importaciones de crudo de Arabia Saudita. Lo que se asemeja a la época de exceso de oferta que se vivió en 1985.

Fuente: EIA.

Ese año nos deja varias lecciones: la primera es que se trata de un periodo caracterizado por una tendencia a la baja del precio del petróleo, lo cual creó una tensión entre los países productores y fue uno de los motivos para la invasión de Kuwait por parte de Irak en 1991. La segunda es que a pesar de estar en un mercado a la baja, el petróleo tuvo un pico de corta duración que fue impulsado por la especulación alrededor de ese conflicto. Por último, se planteó un recorte de la producción de la Opep que solo Arabia Saudita cumplió.

 Fuente: Tradingview.

Para que el petróleo llegue a US$100 debe ponerse la suficiente tensión sobre los productores y que se generen quiebras que reduzcan la oferta. Otra opción podría ser una jugada audaz en la arena geopolítica por parte de Arabia Saudita, la cual elevaría los precios del crudo. El impacto de esta jugada recaería en el transporte mundial de energía.

Aunque determinar la probabilidad de que el petróleo esté a US$100 o US$40 a priori es muy difícil, saber que estamos en una realidad de exceso de oferta, como en la década de 1980, permite conocer las probabilidades condicionales.

A través del Teorema de Bayes, podemos determinar dos eventos. El primero es (S), el cual es de Sobreoferta con un precio de US$40 el barril. El segundo es (G), que equivale a Tensión Geopolítica que producirá un precio alto y que sería de US$100 el barril.

Como hemos mencionado antes, no sabemos cuál es la probabilidad de que caiga o suba el precio del crudo, pero sí sabemos que si este desciende demasiado se incrementa la posibilidad de una guerra o Tensión Geopolítica (G). También sabemos que si el precio alcanza US$100 aumenta la probabilidad de una Sobreoferta (S) en el mercado.

Es decir, que si queremos hacer una apuesta con convicción del petróleo a niveles de US$100, solo podremos concretarla cuando el precio sea de US$40. Por otro lado, si queremos apostar por un escenario de Sobreoferta (S), solo tendremos contundencia después de que se haga real una Tensión Geopolítica (G).

Tanto un escenario de Tensión Geopolítica (G) en el Medio Oriente, como uno de Sobreoferta (S) deteriora el perfil de riesgo de todos los países que producen materias primas. Por lo tanto, una buena elección es no comprar los bonos de estas naciones exportadoras de crudo, como lo son Venezuela, Rusia, Arabia Saudita, Brasil y Colombia.

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