OPINIÓN ONLINE

Donald Trump y la antiglobalización

La crisis migratoria en Europa, el terrorismo, la posible elección de Donald Trump y el inicio de una carrera armamentista en Asia, son indicadores de que el mundo está iniciando la era de la antiglobalización. En este artículo mostramos en detalle el porqué.

Gustavo Valencia Patiño
13 de junio de 2016

"Señor Gorbachov, ¡derribe este muro!". - Ronald Reagan, Berlin 1989

De Ronald a Donald

Empiezo este artículo hablando de Ronald Reagan no sólo porque él fue unos de los presidentes más emblemáticos de Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XX,  sino además porque fue el padre de la globalización. La ironía de la historia es que Donald Trump sería la antítesis de su legado. Proteccionismo, nacionalismo y un mundo multipolar sin confianza internacional sería lo característico del gobierno de Trump.

En 1981 Ronald Reagan fue elegido como presidente en medio de una crisis inflacionaria en Estados Unidos (subida sistemática en en los precios que produce altos niveles de desempleo). Su gobierno promovió reformas de liberalización de los mercados y redujo el impuesto de renta.  Su política migratoria facilitó la legalización de 3 millones de inmigrantes. Su gobierno pregonaba que los mercados emergentes se deberían abrir a la inversión extranjera y que el fondo monetario internacional debería ser el guardián del despilfarro y la corrupción de los líderes de algunos países emergentes.

Reagan también radicalizó su posición militar contra la Unión Soviética; su política de paz a través de la fuerza intensificó la guerra fría.  En el gobierno de Reagan la inflación pasó del 12% al 8%, el índice de acciones de Estados Unidos S&P se valorizó el 180% y los bonos de 10 años pasaron de 15.84% a 7.93%.

El mayor triunfo de Reagan fue la  caída del muro de Berlín. La unificación de Alemania sería el pilar sobre el cual nacería la Unión Europea y el principio del colapso de la Unión Soviética.  Reagan creó los cimientos de la PAX Americana que permitiría el desarrollo de una economía donde la producción se centraría en los países con mano de obra más barata y la hegemonía militar americana garantizaría el comercio internacional.

Donald Trump y el fin de la PAX americana

El escenario político alrededor de la posible elección de Donald Trump es totalmente opuesto. Las economías más importantes del mundo viven una crisis deflacionaria (caída sistemática en en los precios que produce altos niveles de desempleo) y los bancos centrales de los países desarrollados han declarado una guerra contra la deflación. Ellos han impulsado diferentes políticas que indirectamente han incrementado la brecha entre los pobres y los ultra-ricos.

El miedo al terrorismo inducido por el Islam radical, el temor a que los trabajos americanos están siendo robados por China y México, y el sentimiento de falta de liderazgo en política exterior han creado el ambiente propicio para el ascenso de Trump.

A diferencia de Reagan, Trump no quiere demoler muros, sino construir nuevos.

Voy  a construir un gran muro, y nadie construye muros mejor que yo, créeme, voy a construirlo a bajo precio, y será un gran muro en el borde sur.  Además, voy hacer que México pague por este". - Donald Trump

Trump considera que Estados Unidos está pagando un precio demasiado alto por ser el policía del mundo y el garante de la paz mundial. Para él los acuerdos militares donde Estados Unidos ofrece una defensa en países como Taiwán y Japón no tienen sentido.          

La creciente influencia de China en la región  hace que varias naciones asiáticas se vean obligadas a aumentar su gasto militar, e incluso, a  llegar al extremo de empezar una carrera nuclear que garantice su defensa.

Un escenario de militarización de Japón tiene consecuencias profundas para la economía y la geopolítica mundial.  Japón y Corea del Sur tienen una demografía en declive y casi que se encuentran obligados a robotizar su ejército para hacer frente a la diferencia demográfica con China.

Tiene sentido pensar que si la globalización benefició a los mercados emergentes, y creó un mercado al alza en los precios de los tesoros de Estados Unidos por más de 30 años, la antiglobalización puede ser la fuerza de supervivencia que:

  1. Reviva el espíritu innovador en Japón.
  2. Aumente la prima de riesgo geopolítico creando una tendencia al alza en las tasas de interés de los países desarrollados.
  3. Cree una oportunidad de inversión en los países emergentes que hagan la transición de economías basadas en las exportaciones al crecimiento por consumo interno.

El nacionalismo en Europa: Marine Le Pen en Francia  y  Die neue partei alternative für Deutschland en Alemania

En Europa la escenografía nacionalista no es diferente. Los ataques del Estado Islámico en Paris y Bruselas  han  puesto en jaque la política benevolente de Angela Merkel que hacía frente a la crisis migratoria del Medio Oriente y el norte de África.

La amenaza del Reino Unido de salir de la Unión Europea, el drama sin fin de la deuda griega, son riesgos aún latentes que amenazan su solidez.  Sin embargo, el riesgo más importante es la creciente popularidad del partido nacionalista “Die neue partei alternative for Deutschland” en Alemania y la creciente popularidad de Marine Le Pen en Francia.

Las fuerzas de la antiglobalización están en curso y pueden crear nuevas megatendencias, las cuales harán necesario tener una macro visión para cualquier inversionista de portafolio, escenarios de guerra donde la prima de riesgo mundial aumenta empiezan a tener una probabilidad importante.