OPINIÓN ONLINE

Deja que el universo te hable

Metamos un poco de espiritualidad, esoterismo, tercera dimensión o tal vez religión al tema del liderazgo y la gerencia.

Claudia Varela
22 de enero de 2017

Es obvio que hay que pensar en eso porque todos los temas de una empresa tienen que ver con personas, que piensan, sienten, tienen problemas, alegrías, expectativas y temores.

La vida profesional termina siendo igual de corta que la vida en general. Tal vez más, porque cuando nos retiramos todavía nos quedan millones de cosas por hacer,  por eso hay que vivirla bien y hacer el entorno para los demás lo mejor posible también.

Últimamente, creo que he ganado más años de experiencia y eso me hace cada vez menos ignorante y por tanto estoy aprendiendo a leer el universo. Muchos dicen que son los ángeles que hablan o que es Dios que te envía mensajes, yo quiero creer que son ellos pero que pueden ser también energías buenas y por tanto me refiero a el universo como esta fuerza superior que te muestra el camino.

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El tema es por qué a veces nos negamos a escuchar. Si dejamos a un lado lo puramente racional, los resultados financieros, las necesidades de producción, el Power Point, el LinkedIn y las presiones lógicas del trabajo del diario vivir tal vez observemos y escuchemos al universo.

De nuevo, no queremos escuchar. El universo nos habla a través de nuestros hijos, a través de la gente con la que trabajamos, a través de alguien que nos sonrió en un ascensor, por medio de un resultado que no se da de manera reiterativa, del vuelo cancelado cuando menos lo esperabas, de las personas nuevas que entran por casualidad a tu vida a decirte algo. El problema es que no escuchamos.

Si hacemos deporte, lo hacemos con música. Si salimos a correr estamos conectados al celular, si vamos en el trancón vamos adelantando trabajo, por la noche llegamos… y a veces ni saludamos al perro.

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El universo habla pero hay que ser un poco perceptivo. Darle un poquito más de conciencia a lo que pasa alrededor a lo que “suena”, a lo verdaderamente importante.

Si lo queremos ver desde una óptica laboral puramente, un rechazo de un proyecto por tercera vez es una manera de mostrarnos que definitivamente o el proyecto no sirve o tengo que cambiar algo para que funcione.

Si lo queremos entender como líderes, el segundo o tercer empleado de alto potencial que se va en un corto periodo de tiempo porque siente que no hay consistencia con sus propósitos y los valores de la empresa, el universo quiso hablarte. Te dice que lo que puede estar fallando son tus valores con lo que busca tu equipo.

Si lo queremos ver desde una óptica personal, si tus hijos se quejan por algo de manera reiterativa y parece que lo que haces no es suficiente, a pesar de todo el esfuerzo que haces… el universo te habla. Tal vez alguna mamá, de estas lindas del colegio, te diga mensajes tácitos sobre algo malo que puede estar haciendo tu hijo. Tal vez no sea nada pero tal vez Dios, los ángeles, el universo te están alertando y tú simplemente quieres hacer negación.

¿Por qué somos tan tercos? ¿Por qué no buscamos la manera de dar las gracias al universo por hablarnos? Y aprovechar su mensaje. Todos tenemos un propósito, es solo cuestión de conectarnos con él, pero si lo único que escuchamos es nuestra propia playlist… nuevamente no estamos enfocándonos en lo importante. 

Tal como decía Confusio, la vida es realmente sencilla, pero insistimos en hacerla difícil. ¡Dejemos que el universo nos hable!

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