MARIO VALENCIA

¿Deberíamos preocuparnos por la economía?

Uno de los mayores propósitos a cumplir por la economía capitalista es el crecimiento. La economía colombiana crece.

Mario Valencia, Mario Valencia
19 de agosto de 2019

Para el primer trimestre de 2019, lo hizo en 3 %, más del doble que en el mismo periodo de 2018. Estos datos se prestan para diversas interpretaciones, unas súper optimistas, como las del gobierno y otras más serias, como quienes a futuro vemos con preocupación la situación mundial y el desempeño del aparato productivo local. 

Al menos tres cosas sobre la economía mundial deben tenerse en cuenta: 

  1. Las sanciones agresivas acompañadas de la hemorragia verbal del presidente Trump frente a China y su escalofriante ignorancia sobre el funcionamiento económico en general y en particular de China. El único resultado probable de esto será un recrudecimiento de la crisis estadounidense y un mayor aislamiento de Estados Unidos frente a sus socios comerciales de Asia e incluso Europa. 
  2. La desaceleración de la economía del Norte, que para el segundo trimestre de 2019 cayó un punto porcentual con relación al primer trimestre, de 3,1 a 2,1 por ciento. También, la economía china tiene su peor crecimiento en 17 años y Alemania y Reino Unido se contrajeron. 
  3. A pesar de la reducción de la tasa de interés de la FED, el dólar sigue fortaleciéndose como mecanismo de refugio, por lo que Estados Unidos enfrenta una caída en la competitividad de sus exportaciones, agravado por la devaluación del yuan. 

Estas señales con las que coinciden la mayoría de expertos en el mundo que avizoran una recesión, no hacen parte de los cálculos del gobierno colombiano, que sigue haciendo cuentas alegres con cifras infladas. Según el gobierno, el PIB colombiano crecería en 2019 en 3,6 %. En promedio, todos los análisis de firmas nacionales y extranjeras coinciden en que será de 3 %. Aún más, los datos del Dane para el segundo trimestre de 2019 harían virtualmente imposible lograr la meta, pues la economía debería crecer a 4,1 % en el segundo semestre, inalcanzable en medio de la turbulencia global. 

Un elemento adicional es el propio desempeño de los sectores económicos colombianos. Cuando se analiza qué es lo que está haciendo crecer a la economía, aumentan las preocupaciones sobre su estado de salud. El sector que más crece es el de intermediación financiera, casi tres veces por encima que actividades productivas como la agricultura y la industria.  Este sector solo representa el 1,5 % del empleo total del país, así que es incapaz de dinamizar la economía, menos cuando sus principales exponentes son protagonistas de actos reprochables en sus negocios, como los de infraestructura, por ejemplo. 

Para el segundo trimestre, el otro sector dinamizador es el comercio. Esto explicaría por qué el consumo de los hogares en el segundo trimestre creció 4,6 %, más que el PIB y a pesar de la caída en la ocupación. Situación extraña que solo puede explicarse porque hay más demanda por la llegada de venezolanos, lo que demostraría su efecto positivo. También por un aumento en la cartera de crédito de 7,1 % de enero a mayo, o en el aumento de 10,8 % de las remesas en el primer semestre, que se benefician de la devaluación. 

Cuando Iván Duque llegó a la presidencia, prometió crear 1.600.000 empleos. Cumplida una cuarta parte de su mandato, se han destruido 60.000 ocupaciones. Es momento para que el gobierno deje de actuar como si estuviera en campaña y ajuste las proyecciones exageradas de su Plan de Desarrollo, del Marco Fiscal y del Presupuesto General de la Nación. El año pasado tuvo que congelar $ 10 billones de presupuesto y este año podría terminar recibiendo $ 2,6 billones menos por la caída en los precios del petróleo. Los movimientos sociales deben actuar con celeridad para que estos desajustes no sean el pretexto de la privatización de ISA y algunas unidades de negocios de Ecopetrol.

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