¿Cuáles son las cuatro palancas que un gerente general siempre debe mover?

¿Qué es lo primero que debe hacer un gerente general? Hay muchas respuestas. Sin embargo, gracias a mi experiencia directiva y académica, he ideado cuatro palancas que debe mover un gerente general para tener éxito en su tarea.

Palanca # 1

Toda empresa debe contar, por encima de cualquier cosa, con un modelo de negocio que debe responder a la pregunta: ¿cómo gana dinero esta empresa? Un buen modelo de negocio involucra los asuntos de la estrategia competitiva, la captura y entrega de valor a los clientes, los productos o servicios y la creación de unas ventajas competitivas que aseguren una posición estratégica en el mercado.

Por ejemplo, Pixar, mediante historias, logra capturar la atención de los niños; Apple seduce a sus clientes por medio de un diseño y una experiencia de marca de unos productos geniales y, en Colombia, Arturo Calle ofrece moda, diseño y accesibilidad a precios razonables.

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Palanca # 2

Toda empresa debe contar con una estructura organizada, coordinada y motivada. Este pilar responde a la pregunta: ¿cómo coordino a las personas? Para lograr este propósito, los directivos deben definir los encargos, los objetivos y, sobre todo, las expectativas de cada una de las personas que están bajo su mando.

Un buen ejemplo fue la capacidad mostrada por CEOs como Jack Welch (GE) y Jonh Browne (BP), quienes movilizaron a sus organizaciones en función de objetivos y metas. Welch creó una cultura de la formación y el entrenamiento gerencial sin precedentes; Browne cambió las reglas de juego en la industria del petróleo a partir de la autonomía en los equipos y el feedback entre pares.

Esta palanca requiere, en especial, el uso de soft skills como la comunicación, la formación, el trabajo en equipo y la delegación. El problema radica en que los gerentes generales saben resolver sus problemas operativos, pero muchas veces se quedan cortos frente a las dinámicas inciertas y complejas de las relaciones humanas.

Palanca # 3

Toda empresa debe contar con un gobierno corporativo. Esto responde a la pregunta: ¿cómo reparto el poder y aseguro la continuidad de la organización en el largo plazo? Todo gobierno corporativo tiene dos grandes pulmones. Por un lado, los comités de gerencia y, por el otro, las juntas directivas. Este pilar es uno de los más sensibles porque exige una relación prudente y constructiva con los propietarios de la empresa y sus representantes y, adicionalmente, con los stakeholders, que influyen de forma positiva o negativa en el futuro de la empresa.

Un buen gobierno corporativo se vale de una cultura de toma de decisiones, lo cual exige prudencia directiva, capacidad de construir colegialidad y, especialmente, un ambiente de deliberación constructiva. De igual modo, requiere de mecanismos eficaces de control y auditoría, así como de la generación de una cultura de la legalidad, la transparencia y el cumplimiento de los deberes con la sociedad.

Sin embargo, lo más importante en el pilar del gobierno es la creación de una cultura de la sucesión directiva que implique la preparación de los cuadros directivos y de la transmisión de los valores fundacionales que forjaron la identidad y dieron el éxito a la empresa.

En Colombia vivimos el “síndrome del tercermundismo” en las sucesiones directivas, como lo llamaría Steve Jobs. Nos cuesta mucho reconocer que con sentido de anticipación y previsión debemos formar y preparar a las personas que serán los relevos competentes de la organización. En las empresas, con la llegada de “paracaidistas”, muchas veces constatamos el fracaso por la falta de políticas internas de promoción, formación y desarrollo de liderazgo.

Palanca #4

Toda empresa debe forjar una cultura. Muchas organizaciones actúan como si fueran la sumatoria de individuos y olvidan que requieren actuar con espíritu de cuerpo y unidad: por eso se llaman corporaciones.

La cultura se forja de dos maneras: en primer lugar, con el buen ejemplo del gerente general (recordemos que los directivos se comunican siempre y, en ocasiones, verbalizan; por tal motivo son un imán de la cultura a través de su coherencia y ejemplo). En segundo lugar, mediante la formación y la comunicación de los valores de la empresa y la creación de un lenguaje y unas narrativas comunes. Por tal motivo, una organización sin valores compartidos es un proyecto simplemente económico que no genera aprendizajes, ni sentido de propósito y tampoco unidad.

Conclusión

Si queremos triunfar como gerentes generales y pretendemos que la empresa marche bien en todos los aspectos, debemos ir más allá de pequeñeces y gestionar de cara a lo verdaderamente importante para nuestra organización. En estas cuatro palancas está el “Pareto” del alto desempeño de un gerente general.

Cada palanca asegura un movimiento en la dirección correcta y con ellas nos aseguramos gestionar lo nuclear de toda empresa: el negocio, el trabajo de las personas, el ejercicio del poder y las creencias comunes.

El siguiente gráfico ilustra las 4 palancas:

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