OPINIÓN ONLINE

¿Cómo “uberizar” los negocios?

Por más que se amenace con prohibir a Uber, la economía compartida seguirá tomando fuerza y representa una gran oportunidad para la sostenibilidad y crecimiento de los negocios de hoy.

Juliana Sánchez Trujillo
5 de julio de 2016

Esta semana en Colombia, se está viviendo una clara muestra de resistencia al cambio con la alerta del Ministerio de Transporte sobre la probable prohibicción del servicio de Uber. Sin embargo, por más retaliaciones que se tomen por acabar con este tipo de negocios, la verdad es que tenemos que entender que  la economía compartida es una fuerza global imparable que exige atención. De hecho, esta puede ser una solución innovadora para una gran variedad de negocios. La regla de oro es: si usted no puede hacer todo su negocio solo, quizá debería prestar atención a esta nueva forma de hacer las cosas.                                      

La economía compartida se refiere al intercambio de servicios entre personas y organizaciones. Este es un ejercicio colaborativo en donde todos ganan. Generalmente este modelo funciona a través de internet o aplicativos móviles, y se basa en el principio de encontrar economía a través de particularme dispuestos a ofrecer sus servicios a través de una plataforma móvil, y clientes dispuestos a hacer uso de los mismos. Esto aplica para compartir un carro, alquilar la habitación de una casa en vez de un hotel, conseguir mensajeros, cuidado de perros, entre otros. Lo importante es que este modelo exige un cambio de mentalidad, pues requiere de la creación de redes,  y se fundamenta en la conveniencia y la facilidad de acceso.

El problema de Uber no es si los taxis son o no buenos, sino de la falta de visión que tienen aquellos que quieren controlarlo todo en cualquier tipo de industria. El no querer a Uber en las calles es falta de una mentalidad de abundancia al creer que si alguien entra a mi mercado me está quitando oportunidades. Innovar en la experiencia de cliente no puede ni debe ser castigado, es simplemente un llamado a cambiar nuestros paradigmas sobre los negocios. Nuestro peor enemigo somos nosotros mismos; y aquí el enemigoe es creer que todo tiempo pasado fue mejor.

En el mercado de hoy, vender por vender no es una solución sostenible, pues el consumidor es cada vez más exigente. Por eso, “uberizar “ los  negocios representa un reto, pero a la vez una solución en épocas de crísis. Para lograrlo, lo importante es que tenga muy claro la fórmula del CVY (¿Cómo voy yo?) y que estructure una propuesta de valor que represente un gana –gana tanto para usted, sus prestadores de servicios y su usuario final. En otras palabras, ¿Cómo aseguramos que el CVY funcione para todos?

“Uberizar” significa desarrollar alianzas colaborativas en las que el trabajo en equipo se impone por encima de la competencia. Estos modelos de coopetencia ofrecen grandes oportunidades para crecer en el mercado al apalancarse en los recuros de su competencia. Es una situación gana gana que funciona si, y solo sí, se tiene una propuesta de valor claramente diferenciada. Las alianzas también se pueden hacer con los usuarios (como en el caso de waze), con la comunidad (Uber y Airbnb), o con los proveedores. Esto aplica en todas las industrias: ¿Qué pasaría, por ejemplo, si el sector salud se aliara con los supermercados para crear programas de puntos que promovieran la pérdida de peso? Suena un poco loco, pero de hecho, este es el caso de Walgreen’s en Estados Unidos, donde se creó un programa de lealtad en el que no solo se suman puntos por compras, sino por el número de pasos que se caminan durante el día. Aquí las posibilidades son infinitas, pero no necesariamente descabelladas.

Aunque en los negocios estos modelos funcionan, el reto más grande está en su regulación, pues Uber no es una empresa de taxis, ni Airbnb es un hotel, pero dan parámetros que fortalecen a la competencia y hacen un llamado a la calidad del servicio en sus sectores correspondientes. Sin embargo, las personas que prestan estos servicios son independientes, no empresas, y por tanto la legislación debe brindarles apoyo para competir de una manera distinta en el mercado. Al fin y al cabo, están resolviendo problemas de desempleo y desaceleración económica.