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¿Va a gastar su vida siendo improductivo?

Estar a punto físicamente, organizar su tiempo, tener un centro de agendas y notas, y generar interrupciones intencionales son rutinas sencillas que transformarán para bien su desempeño laboral, y por ende su vida personal.

Manuel Restrepo
3 de abril de 2017

¿De qué sirve trabajar tanto si no somos productivos? Gastamos años y energía dedicándole más tiempo a nuestro trabajo que a cualquier otra actividad, sin embargo raramente hacemos una evaluación sobre nuestra productividad laboral. Los beneficios de aprender a tener una rutina laboral productiva son directos, entre los cuales se resaltan el menor estrés, mayor tiempo para dedicarle a nuestra familia y a nuestros hobbies, y mayor posibilidad de asenso profesional.

Desde la alta gerencia, hasta los rangos más básicos en una estructura organizacional, una persona productiva es un diferencial crítico en el desempeño de un rol en específico, lo cual se traduce en mayores ingresos para una compañía.

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Según el Productivity Institute de los EE.UU, una persona promedio le dedica 80% de su tiempo a rutinas que no generan gran valor, y sólo el 20% a lo verdaderamente importante. Es decir, de ocho horas que trabajemos al día, poco menos de dos horas es el tiempo que le dedicamos a lo que verdaderamente nos permitirá crear valor para renegociar nuestras condiciones laborales, o bien cotizarnos en la industria donde nos desempeñamos.  

Lo urgente no es importante, pero lo importante sí es urgente

Para cambiar los malos hábitos que nos hacen personas improductivas, debemos crear las cuatro rutinas siguientes que nos ayudarán a enfocar en lo importante:

Mantenga su condición física a punto. Cuando tenemos el tanque de energía en cero, es imposible pretender ser productivo en nuestro rol laboral. Como afirma la pirámide de Maslow, las necesidades básicas deben ser satisfechas antes de suplir otras necesidades. Por lo tanto, el dormir y alimentarse bien, además mantener una rutina física activa como el gimnasio o algún otro deporte durante la semana son condiciones claves para su productividad laboral. Haga uso de apps de salud en los celulares o relojes inteligentes para hacer seguimiento de estas buenas rutinas.

Organice su tiempo. Hasta en los roles ejecutivos más importantes, es sorprendente observar lo poco que las personas se guían por su agenda, sino más bien, trabajan de manera reactiva de acuerdo a los “incendios” (o problemas) que van apareciendo en la oficina. Acostúmbrese a hacer una agenda con metas diarias y semanales, pero que además tenga flexibilidad para abordar los imprevistos que normalmente surgen. Revise y actualice esta agenda diariamente en orden de prioridades. Asimismo, cuestione constantemente si lo que usted está haciendo está generando valor determinante para su crecimiento laboral, y por otra parte, es una activdad operacional pero que consume bastante tiempo. En ese caso, trate de automatizar al máximo los roles operacionales que le quitan mucho tiempo y generan poco valor.

Tenga un sistema centralizado de agenda y notas. Como afirma Luis Miguel Trujillo, en su libro Haz que suceda, deje de escribir en papelitos, pues es la manera más inefectiva de almacenar información. He observado grandes ejecutivos en Wall Street que siguen tomando notas en papeles, para luego desechar sus notas y lamentarse después de no tener las notas a la mano. Está comprobado que si usted no revisa sus apuntes, el 85% de la información no la recordará un mes después. Utilice su teléfono o computador portátil para este propósito, y organice por carpetas con el fin de tener fácil acceso a la información por más que la requiera años después.

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Genere interrupciones intencionales en su actividad laboral. ¿Le ha sucedido que cuando usted va al baño luego de un lapso prolongado de trabajo, es cuando le surgen las grandes ideas o llegan ideas no observadas durante todo el día? Como afirma Trujillo, dichas pausas activas refrescarán su mente y promoverán la creatividad. Esto no necesariamente es su hora de almuerzo, sino lapsos cortos de máximo 5 minutos donde puede estirar, escuchar música, realizar una caminata, o hacer un coffee break .

Estar a punto físicamente, organizar su tiempo, tener un centro de agendas y notas, y generar interrupciones intencionales son rutinas sencillas que transformarán para bien su desempeño laboral, y por ende su vida personal.

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