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¿Cómo hacer una buena lluvia de ideas?

La lluvia de ideas es una herramienta muy útil para buscar nuevas opciones, pero a la que muchos le tienen miedo por considerarla una pérdida de tiempo. Siga estos consejos para usarla correctamente.

Juliana Sánchez Trujillo
19 de abril de 2016

Un obstáculo común que se presenta en las reuniones a la hora de hacer una lluvia de ideas, es que tratamos de encontrar la idea perfecta sin dar mucho espacio para considerar varias opciones. Lo que hace que se pierda mucho tiempo en discusiones ineficientes que no llevan a ningún lado. Para ser más productivo, se debe tener un momento inicial para generar ideas sin importar su calidad, y otro en el que evaluemos dichas ideas. Para que esto sea más fluido, existen unas reglas que debemos seguir:

1. No criticar

Quizá la regla más importante, pero muchas veces la más difícil de aplicar. Cuando se generan las ideas no se deben juzgar. Este proceso es de  doble vía, pues no es simplemente no criticar las ideas de los demás, sino también callar esa voz interna que evalúa las propias ideas. Recuerde que una idea no es una acción, es solo una idea y no se pierde nada con decirla.

2. Esforzarse por la cantidad

Entre más opciones se generen, existirán más probabilidades de encontrar una buena idea. Las investigaciones han demostrado que cuando se trata de resolver un problema, el primer tercio de las opciones que se generan son ideas obvias; el segundo tercio, corresponde a ideas un poco raras; y finalmente el tercer tercio da como resultado ideas mucho más sofisticadas e innovadoras. Se cree que el último grupo se alcanza alrededor de la idea número 50. Es por esto que se debe hacer un esfuerzo por no quedarse con las primeras ideas generadas, sino antes bien, presionar por lograr una mayor cantidad.

3. Buscar ideas locas

Con las ideas es como con los niños; es mejor atajar que arriar. Es decir, es mejor tener que bajarle de tono a una idea loca, que tratar de maquillar una idea débil. Por este motivo hay que perderle el miedo a las ideas descabelladas, porque aún cuando muchas veces puede que estas no den una verdadera solución al problema a tratar, si pueden resultar ser una fuerte de inspiración importante que permite ver las cosas desde otro punto de vista dando así lugar a la innovación.

4. Combinar y mejorar las ideas

Cuando se combinan y mejores ideas, se da paso a la construcción. Muchas veces a simple vista dos ideas pueden parecer débiles, pero al combinarlas pueden dar lugar a una solución que no se había considerado antes. Cuando se trabaja la generación de ideas en grupo, es importante que cada idea sea expresada en voz alta, pues esto permitirá que los demás integrantes del grupo creen nuevas opciones a partir de la idea mencionada.

Hacer uso de estas reglas aumenta la productividad, promueve la participación y da origen a la novedad. Una vez se ha generado gran número de ideas u opciones, debe darse paso la evaluación de las ideas generadas y decidir cuáles de ellas resultan interesantes, resuelven el desafío propuesto y pueden promover la innovación. Si esto no se hace, se deja una gran sensación de haber perdido el tiempo. Para evitarlo, asigne un número específico de votos a cada persona de la reunión y decidan cuáles son las ideas que cuentan con mayor potencial. Luego agrupe aquellas que puedan estar relacionadas y póngale un nombre a esos grupos. De esta manera, pasará de tener muchas ideas a unos pocos conceptos. Estas reglas también aplican para escribir informes, solucionar problemas y en general para cualquier situación en la que necesite ideas para concretar una acción.

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