Opinión Online

El endeudamiento, ¿es malo para las empresas?

Un importante número de empresarios considera que el endeudamiento es negativo para la empresa, lo cual no siempre es cierto, éste puede convertirse en una ventaja competitiva como apalancamiento para el crecimiento, siempre y cuando el costo de la deuda sea siempre inferior al costo ponderado del capital, es un tema técnico no emocional.

Invitado
24 de junio de 2015

El noveno mito de los empresarios colombianos, especialmente de los dueños de empresas familiares, es pensar que el endeudamiento es malo porque pone en riesgo la solvencia de la empresa y atenta con la reputación de una familia empresaria en el evento de una quiebra, porque ésta tendría que responder con su propio patrimonio por las deudas a terceros si desea continuar con el buen nombre y prestigio de su compañía.

Una investigación realizada a nivel mundial en el Área de Empresa Familiar, demostró que en general las compañías familiares se endeudan menos que las no familiares. Sin embargo en el estudio realizado en Colombia sobre la rentabilidad de las empresas inscritas en el Registro Nacional de Valores, en el cual hemos basado buena parte de este especial, hay dos hallazgos importantes que deben ser objeto de reflexión para los empresarios.

El primero, como ya lo comentamos en una columna anterior, es que a mayor crecimiento, mayor rentabilidad, pero para que ese crecimiento se materialice es necesario el endeudamiento. El segundo es que las empresas familiares inscritas en la bolsa de valores, comparativamente con otros estudios mundiales, presentan mayor endeudamiento que las no familiares. La razón radica en que las familias empresarias que decidieron cotizar en bolsa, han aprendido las ventajas del endeudamiento como forma de apalancamiento para el crecimiento de sus empresas, el cual además implica más generación de empleo, mayor recaudo de impuestos, mejores productos y servicios y por ende, un mayor nivel de responsabilidad social.

Es lógico que el endeudamiento tiene un límite, está muy estudiado hoy en día por el sistema financiero y se basa en que el costo de la deuda siempre debe ser inferior al costo ponderado del capital. Este es un tema técnico, por lo tanto no puede basarse en el aspecto emocional del empresario, con respecto a si le gusta o no la deuda.

Por ejemplo, un buen director financiero con el apoyo de una Junta Directiva compuesta por independientes, puede contribuir a manejar el límite óptimo de endeudamiento que debe tener cada empresa en particular, ayudando al propietario a pasar de la intuición afortunada, a una técnica racional que contribuya al crecimiento de nuestras organizaciones.

Robert Kiyosaki en su libro "La Ventaja del Ganador" afirma que para alcanzar la riqueza, una persona debe aprender a manejar la deuda con una buena educación financiera, aprendiendo a utilizar el endeudamiento para comprar activos que generen ingresos, lo que el autor denomina los verdaderos activos, porque para él los activos que no generan ingresos son pasivos.

También hace referencia a que son los mismos bancos los encargados de establecer el límite del endeudamiento adecuado, con base en los ingresos que generan sus activos. Además, hace referencia a que los gobiernos fomentan la deuda para lograr el crecimiento específico de algún sector. Por ejemplo, el sector de la construcción se activa rebajándole impuestos a quienes  adquieren bienes raíces por medio del crédito, precisamente para incentivar  la deuda. Como regla de oro, la deuda es importante para el éxito económico.

Este mismo autor crítica fuertemente a los ahorradores porque según él no hay peor inversión que tener el dinero en una cuenta de ahorro, en un CDT, o en algún fondo de inversiones, porque se ha demostrado históricamente que estos fondos casi nunca tienen rentabilidad, mientras que inversiones en oro o plata física si la generan. Lo que Kiyosaki sugiere es que entre tener el dinero en el banco y realizar una inversión real, es esta última la que demuestra un crecimiento económico mayor. Su dinero más una deuda, significa apalancamiento para la riqueza, lo que hay es que perder el miedo y ser más proactivo en el crecimiento patrimonial.

Esto demuestra claramente que los empresarios deben apalancar sus inversiones con deuda, en mi criterio, bajo un buen seguimiento de la Junta Directiva y un análisis de riesgo minucioso, con lo cual logrará un crecimiento sostenido que le permitirá ser más responsable socialmente.