Opinión Online

¿La regulación por la regulación o por el propósito?

El gobierno corporativo se crea en la empresa para equilibrar los poderes, no para crear códigos y reglamentos excesivos que generen gastos innecesarios en la organización.

Invitado
17 de junio de 2015

Continuando con nuestro especial sobre Mitos y Realidades del Gobierno Corporativo, el octavo mito es exceder las regulaciones por considerar que de esta manera se logrará un mayor control, es decir un mayor nivel de confianza para el inversionista. Los estudios han demostrado que el exceso en estas medidas no surte el efecto esperado e incluso resulta contraproducente, porque al  exceder las regulaciones, se incrementan los gastos y por lo tanto se podría presentar una menor rentabilidad para el accionista.

Para citar un ejemplo de esta situación, recordamos que después de los escándalos financieros sucedidos en Estados Unidos en el año 2002 en empresas americanas como Enron  y muchas otras, se creó la Ley Sarbanes-Oxley que entró a regular a las empresas, la cual generó no sólo una infinidad de reportes negativos a los entes reguladores sino penalidades económicas y jurídicas que dificultaron el funcionamiento interno e impidieron  atraer a Miembros de Junta Directiva reconocidos, porque esta Ley penaliza los actos de omisión de una manera excesiva.
 
Como directivos, nos gustaría estar informados de todo lo que sucede en la organización; sin embargo, para conocer cada detalle tendríamos que crear procesos para la realización de todas las actividades, lo cual es prácticamente imposible porque los empleados podrían perder el foco y el propósito. Hemos comprobado que en las compañías que se implementan tantos controles, la gente termina más preocupada por cumplir con los procesos, que por el verdadero propósito de la organización, por ejemplo la satisfacción del cliente, el desarrollo interno de las personas, además de una adecuada rentabilidad de la empresa.
 
La Ley Sarbanes-Oxley ha generado tantas dificultades que incluso seis años después, año 2008, después de llevar a cabo tantos procedimientos de control de temas punitivos, muchas empresas volvieron a caer, entre ellas Bernard L. Madoff Investment Securities, lo que demuestra que no por tener más controles, hay más seguridad.

Un estudio de Gobierno Corporativo realizado por Inalde Business School, arroja respuestas a este interrogante, al encontrar evidencia de que a mayor cantidad de regulaciones, especialmente en la empresa no familiar, hay una correlación negativa significativa con el ROE.

Sin duda, la tendencia de las empresas no familiares es la de incursionar en la carrera de la regulación, aun así, no por hacer más se logra lo apropiado. Los resultados arrojados en el estudio "Homogenización de Prácticas de Gobierno Corporativo en Colombia",  realizado en 2015 por Diógenes Lagos, José  Betancourt y Gonzalo Gómez. presentado recientemente en el congreso internacional FERC (Family Enterprise Research Conference), en Vermont - Estados Unidos, confirmaron que se está aplicando un exceso de regulación que va en contra de prácticas como el servicio al cliente, el cual además está generando mayores gastos.

Con esta reciente investigación, me gustaría llamar la atención de los empresarios y de los legisladores sobre el siguiente aspecto: ¿Cómo encontrar el equilibrio en materia de regulación para que los beneficiados sean todos los partícipes de la organización, clientes, proveedores, medio ambiente, accionistas?

En este estudio se creó un indicador de Gobierno Corporativo denominado IGCCP (Índice de Gobierno Corporativo, Código País) mediante una metodología creada por el investigador Lagos, con el cual se evaluaron 112 compañías que están en el Registro Nacional de Valores. Se demostró cómo en el año 2009 estas compañías tenían una media de 27,3 de índice  IGCCP, es decir que de las 41 medidas evaluadas por el Código País, se cumplían en este caso 27,3 en promedio. Esta cifra ascendió a  30,8 en el 2013,  demostrando así que todas las compañías que están en el registro nacional de valores vienen mejorando sus prácticas de Gobierno; ahora bien si separamos los resultados entre empresas familiares y no familiares, las 46 compañías familiares presentes, pasaron de una media de 25 puntos a 28 y las empresas no familiares, que son 66, pasaron de 28,8 a 32,7 lo que demuestra que evidentemente las no familiares mantienen mayores prácticas de Gobierno Corporativo que las familiares. Otro hallazgo, cuando se correlacionaron las cifras del IGCCP con el ROE, es que la empresa no familiar tiene una correlación alta, significativa y negativa con el ROE, no así la empresa familiar.

Los inversionistas deben celebrar que se estén aplicando buenas prácticas de gobierno, sin embargo reguladores, empresarios, inversionistas y miembros de junta, debemos buscar el equilibrio. No es posible que exista una regulación por la regulación, porque de esta manera se puede influir de manera negativa en la rentabilidad, afectando incluso el verdadero propósito de la organización, que es  blindarla de cualquier acción que ponga en riesgo su rentabilidad,  su actuar ético, su buen nombre y la calidad de sus productos o servicios.