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Si está pensando en emprender, por favor reciba estos siete consejos

El emprendimiento resulta muy atractivo para muchos millennials. Sin embargo, tomar la decisión de comenzar un nuevo negocio no es fácil. Hemos conocido a muchos jóvenes que llevan años planeando su proyecto de emprendimiento y no han logrado todavía dar el paso definitivo.

Nicolás Vergara
29 de abril de 2016

Y es que, en efecto, son muchos los riesgos implícitos en esta decisión. De allí la importancia de hacerlo de la forma más estratégica posible, y buscando minimizar el riesgo de quedar en una situación económica complicada y con la autoestima debilitada si los resultados no son los esperados.

 Pienso que al haber creado tantos emprendimientos, algunos pocos exitosos y muchos otros fallidos, desde la venta ilegal de brownies en mi colegio, hasta la creación de una plataforma digital para el empoderamiento de emprendedores Hispanos en los Estados Unidos, he ido sumando un conocimiento y una experiencia que puede resultarle útil al lector en su idea de crear un nuevo negocio.

 Permítame darle siete consejos que pienso pueden resultarle muy útiles si está pensando en crear su propio negocio:

 1- Encuentre su propósito de vida y construya su nuevo negocio alineado con el mismo

 La época en que una persona podía tener un negocio desconectado de su plan de vida es, en mi opinión, parte del pasado. Hoy en día, para tener éxito en una iniciativa privada, se requiere que la actividad principal de la empresa apasione al empresario hasta tal punto, que trabajar sea su actividad favorita.

 El mundo de los negocios es cada vez más competitivo y las actividades de comercio que requerían poco valor agregado están ya en manos de hábiles empresarios que han construido grandes barreras de entrada para proteger sus ventajas competitivas.

 Para tener éxito en un negocio hoy, se requiere estar dispuesto a hacer esfuerzos tan grandes que resulte difícil diferenciar las horas laborales de las de descanso, y para esto es determinante que el emprendimiento tengan un propósito superior, el cuál esté alineado con el propósito de vida del empresario.  

 2- Asegúrese de ser mejor que al menos el 95% de quienes van a ser sus competidores

 Además de apasionarle lo que hace, es importante entender si usted tiene las competencias y habilidades necesarias para triunfar en el negocio que está escogiendo. Le recomiendo realizar un análisis objetivo de los recursos y capacidades que se requieren para triunfar en la industria que le llama la atención, y contrastarlo con su análisis DOFA personal. El hecho de que algo le apasione, no garantiza que pueda hacerlo mejor que los demás.

 Procure también hacer un plan de estudio y capacitación que lo mantenga actualizado y lo lleve a ser un verdadero maestro en lo que hace.

 3- Asegúrese de que exista una oportunidad en el mercado

 Es posible que le apasione una actividad y que la haga muy bien, pero si nadie está dispuesto a pagar por lo que está ofreciendo, es muy probable que su iniciativa no tenga el éxito que usted espera. Por esto es determinante hacer un análisis del mercado, de los competidores actuales, de los precios y de los costos en los que usted va a incurrir para construir su portafolio de productos.

 ¿Ve un mercado potencial amplio? ¿Cree que su oferta podría resultar atractiva a este mercado?  ¿Cada venta unitaria le generaría un margen positivo? ¿Cuántas unidades tendría que vender para sostener sus gastos de funcionamiento y dejarle una remuneración?

 De igual manera, volviendo al concepto de innovación significativa, sobre el cuál he escrito en varias de mis columnas, es importante que se haga la pregunta de si realmente lo que usted piensa ofrecer va a mejorar la experiencia de sus clientes y va a aportar en algo al bienestar de la comunidad.

 4- Consígase un mentor

 Es muy importante que se apoye en la experiencia de alguna persona que haya caminado ya por el camino del emprendimiento. La experiencia adquirida por un emprendedor puede ser invaluable para usted en este momento y le puede permitir aprender de los errores de otros, para no cometerlos usted mismo.

 De igual manera, es posible que su ferviente pasión por su idea le haga perder perspectiva y contacto con la realidad. Un buen mentor puede analizar más objetivamente muchos aspectos del negocio y hacerle las preguntas claves para que usted aterrice su idea en un proyecto que resulte viable y factible.

 5- Encuentre algo en lo que su oferta sea única y cree una promesa de valor que la respalde

 Una vez haya determinado que su idea es buena, que tiene un mercado potencial interesante y que usted es la persona idónea para aprovechar esta oportunidad, es importante que trabaje en desarrollar su promesa de valor.

 ¿En qué es su oferta diferente a la de sus competidores? ¿Por qué comprar su producto o servicio va a ser mejor que comprar alguno ya existente? ¿Cómo va a mejorar la experiencia de sus clientes?

 Esta promesa de valor debe poderse expresar en máximo 20 segundos. Debe tenerla muy clara, para que cada vez que le pregunten de qué se trata su nueva iniciativa, usted pueda responder sin ni siquiera pensarlo, y debe ser la base de su campaña de comunicación y de ventas. 

 6- Minimice su riesgo

 Entiendo que el optimismo es el motor del emprendimiento. Pero piense muy bien, más con su cabeza que con su corazón, cuáles son los riesgos para usted y las personas alrededor suyo si esta iniciativa no tiene éxito. Busque hacer el salto sabiendo que tiene un colchón debajo por si la cuerda se rompe.

 ¿Puede seguir en su trabajo actual y trabajar horas extras en su nuevo emprendimiento? ¿Puede negociar para quedarse en su empleo actual trabajando medio tiempo? ¿Puede generar un ingreso alternativo seguro mientras su iniciativa arranca?

 Siempre existe la opción de buscar fondos de terceros que le permitan comenzar con más tranquilidad. Sin embargo, entienda que este tipo de socios inversionistas crean presiones adicionales, las cuales no siempre son sanas para su negocio y para su tranquilidad. Entienda y hágale entender a su inversionista que todo emprendimiento tiene altos riesgos y que existe la posibilidad de que él nunca reciba de vuelta su inversión.

 7- Salga al mercado lo más ligero posible

 En “Lean Startup”, el autor estadounidense Eric Riese habla del concepto del producto mínimo viable. Este concepto ha tenido una acogida enorme entre emprendedores y académicos, especialmente porque ayuda a los empresarios a minimizar el riesgo de entrada en un nuevo negocio. La teoría se basa en que a pesar de usted estar muy seguro de que su idea va a ser exitosa, e incluso si realiza exhaustivas investigaciones de mercado, sólo al tener contacto real con los clientes finales va a poder usted determinar si la idea tiene acogida o no entre sus compradores.

 De esta forma, la teoría dice que es determinante salir al mercado con un producto mínimo viable, así éste no esté ciento porciento terminado, para poder recibir retroalimentación de los clientes lo más rápido posible. De esta manera, usted podrá hacer las iteraciones necesarias para afinar su oferta hasta convertirla en productos y servicios que sus clientes necesitan, desean y por los cuales están dispuestas a pagar.