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Segundo mercado, nuevas oportunidades
Con el decreto 1109 de mayo de este año el cual reglamenta el segundo mercado, el Gobierno busca llevar los beneficios del mercado bursátil a las medianas y pequeñas empresas del país. Opinión de Camilo Díaz Urrea.*
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21 de julio de 2014
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Desde la creación en 2001 de la Bolsa de Valores de Colombia BVC a través de la unificación de las bolsas de Medellín, de Occidente y de Bogotá, el mercado de capitales en Colombia ganó un mayor protagonismo y en los primeros años de existencia de la BVC hubo hitos importantes que acercaron al publico general al mercado accionario colombiano, entre ellos se destacaron las emisiones de acciones ordinarias de ISA y las acciones privilegiadas de la ETB, ambas fueron un éxito por lograr la colocación de todo el monto emitido y porqué se trató de empresas de capital público que se abrieron a compartir la propiedad accionaria con inversionistas privados, pero sin entregar el control de la administración a los nuevos socios.
Luego en 2005 la OPA – oferta pública de adquisición – de SAB Miller sobre las acciones de Bavaria involucró el pago de US$ 1.400 millones a los accionistas minoritarios, ahí la BVC de nuevo mostró a empresarios e inversores que era el mecanismo idóneo para llevar a cabo sus transacciones de capital con agilidad y confianza. A su vez la emisión de acciones de Ecopetrol en 2007 confirmó que la BVC tiene gran capacidad de convocatoria de inversionistas, pues la emisión de acciones ordinarias de la petrolera alcanzó la cifra record de $5 billones de pesos, mientras que el monto de las ofertas de compra recibidas superó ampliamente esa cifra.
La BVC y el mercado financiero local han sido efectivos en conectar a los inversores con las empresas cuando buscan por primera vez capital o deuda, como lo hicieron recientemente Cemex Latam Holding, Construcciones el Condor, Avianca y Davivienda. También han sido efectivos cada vez que las empresas solicitan de nuevo capital, como es el caso reciente de Nutresa, Cemargos, Bancolombia, el Grupo Aval y Ecopetrol, no obstante esa efectividad del mercado financiero local y la BVC para canalizar recursos parece haber estado reservada solo a las grandes empresas del país.
Pese algunas iniciativas de la BVC como Colombia Capital, la creación del segundo mercado para la empresas de baja capitalización bursátil y la conformación del índice Col Small Cap, los beneficios del mercado bursátil todavía no han llegado a las medianas y pequeñas empresas del país. Estas empresas siguen financiándose mayoritariamente con crédito bancario tradicional, proveedores, recursos propios y utilidades retenidas, así lo muestra un estudio realizado recientemente por el Banco de la Republica donde además se evidencia que la tasa interés de los créditos es mayor a la tasa de interés que pagan las empresas cuando emiten bonos, por su parte el plazo de los créditos es de cuatro años en promedio frente a los nueve años de maduración de los bonos corporativos.
Con base en lo anterior el Gobierno Nacional decidió a través del decreto 1019 del 28 de mayo de este año, modificar las normas que reglamentan el segundo mercado para facilitar el acceso a los mercados financieros a un mayor número de empresas y que lleguen nuevos emisores de activos financieros, la intención es lograr que las pequeñas y medianas empresas tengan acceso a capital no intermediado a través de la Bolsa de Valores de Colombia, mediante la colocación de deuda emitiendo bonos, o captando capital a través de la emisión de acciones.
Las reglas contempladas en el nuevo decreto permiten que las empresas interesadas puedan emitir sus acciones y bonos de manera más sencilla, para la emisión en el segundo mercado ya no es necesario que el emisor tenga implementado un código de gobierno corporativo, tampoco que en el caso de los bonos hayan sido previamente calificados. Los emisores deberán remitir la información y prospecto de colocación a la Superintendencia Financiera para la inscripción automática en el Registro Nacional de Valores y Emisores, y para obtener la autorización de realizar la oferta pública de los activos financieros que se van a emitir.
Con el fin de proteger a los posibles inversionistas el decreto contempla que los activos financieros emitidos en el segundo mercado solo podrán ser ofrecidos y comprados por inversionistas profesionales, considerando que este tipo de inversionistas disponen de la herramientas y habilidades financieras necesarias para evaluar adecuadamente los negocios y potenciales riesgos de mercado y de crédito asociados a los diferentes emisores. En Colombia son catalogados como inversionistas profesionales los fondos de pensiones, los fondos de inversión colectiva, fiduciarias, fondos de capital privado y las personas naturales que cuenten con la certificación del Autorregulador del Mercado de Valores para operar en el mercado bursátil.
La nueva regulación del segundo mercado es una buena iniciativa del Gobierno que abre las puertas para que las empresas de menor tamaño tengan acceso a recursos frescos de capital a un menor costo, esto permite que las pequeñas y medianas empresas del país puedan pensar en efectuar mayores inversiones en renovación tecnológica o expansión de sus operaciones, a su vez permitirá que puedan recomponer pasivos con el sector financiero usando emisiones de bonos, y obtener plazos de financiamiento más amplios acordes con el ciclo de sus negocios, optimizando su estructura de financiamiento entre deuda y recursos propios, con lo cual reducen su costo de capital y ganan competitividad con relación a empresas similares de otros países de la región como Chile, Perú y México nuestros socios en la Alianza del Pacífico y en el MILA.
Otras ventajas que ofrece el mercado bursátil a las empresas emisoras es la posibilidad de estructurar su deuda de acuerdo a las características propias de su negocio, como plazo, monto, forma de amortización y tasa de interés, esta última va a depender de las condiciones del mercado al momento de la emisión así como del riesgo asociado percibido por los inversionistas. No obstante participar como emisor en el mercado bursátil lleva a las empresas a otro estadio donde ganan proyección empresarial, mejoran su transparencia y comunicación con la sociedad, incrementan la competitividad gerencial y aceleran su crecimiento. Sin duda una empresa que se lista en Bolsa, es otra luego de que surte con éxito dicho proceso, lo mismo sucede con aquellas que logran exportar los servicios o bienes que producen.
Ahora el reto está en cabeza de las empresas y la BVC, las primeras deben mejorar sus procesos de generación de información confiable y contemplar estructuras de administración más eficientes, mientras que la BVC y las Sociedades Comisionistas de Bolsa deben promocionar el segundo mercado dentro de los inversores profesionales, e invertir recursos en la búsqueda de emisores, con ello gana la BVC al incrementar el volumen de mercado y los puestos de bolsa al generar ingresos por comisiones sobre la estructuración de nuevas emisiones.
* Coordinador Unidad de Análisis del Mercado Financiero UAMF.
Facultad de Ciencias Económicas. Universidad Nacional de Colombia.
dcdiazu@unal.edu.co