OPINIÓN ONLINE

Ante tanta polarización política, ¿quién es el ganador?

De la falta de sosiego entre uribistas y santistas, la que está sacando provecho es la izquierda colombiana, poniendo en riesgo el modelo económico del país.

Gonzalo Gómez Betancourt
27 de abril de 2016

A juzgar por los resultados de la encuesta Pulso País, publicada hace unas semanas por la W y El Tiempo sobre las preferencias a la Presidencia de la República en 2018, realizada por Datesco el pasado 29 de marzo, quien más parece le está sacando provecho a la polarización es la izquierda colombiana, principalmente Gustavo Petro.

Cabe aclarar que si bien estas cifras se conocen a casi dos años de la elección presidencial y en momentos en los cuales ninguno de los medidos ha oficializado su intención de ser candidato a la Presidencia sino que sus nombres han sido mencionados en círculos políticos como aspirantes a la jefatura del Estado, vale la pena analizar sus resultados porque estos son el reflejo de la actual situación política. 

En este sondeo el más opcionado es Sergio Fajardo con un 20,8%, sin duda un excelente candidato que ha demostrado en los cargos públicos ejercidos resultados positivos en lo económico y social, ex gobernador de Antioquia, matemático, PhD de la Universidad de Wisconsin. El segundo lugar de favorabilidad se lo están disputando Gustavo Petro, con un 15,8% y Germán Vargas con un 15,4% por encima del candidato Oscar Iván Zuluaga que alcanzó 12,4,%, Martha Lucia Ramirez 7,2%, Humberto de la Calle 3,9% y Jorge Enrique Robledo con un 3,6%.

Parece increíble que Gustavo Petro aparezca en un sondeo de favorabilidad después de su gestión como Alcalde de Bogotá. Acumuló la cifra récord de 591 procesos fiscales por malos manejos del dinero en su administración, no ejecutó ni el 20% de las obras a las que se comprometió en campaña y además está  sancionado por la Procuraduría para ejercer cargos públicos durante 15 años, decisión que está en el limbo hasta que se pronuncie el Consejo de Estado.

¿Cómo es posible que pese a esa mala gestión, el ex alcalde Petro, mantenga una preferencia del 15,8 que sumada a la de Robledo, que figura con un 3,6% hagan entre los dos un 19,4%, casi pisándole los talones a Sergio Fajardo?, si analizamos la encuesta los candidatos de la derecha están con una votación baja porque están divididos, circunstancia que hizo subir a Petro a la alcaldía de Bogotá.

La conclusión es muy fácil, hipotéticamente a segunda vuelta irían un candidato de derecha y un candidato de izquierda, afortunadamente tenemos segunda vuelta en Colombia y podemos corregir el curso de acción si nos unimos, pero la izquierda es muy hábil con el micrófono y pueden dar una sorpresa.

Lo que espero sinceramente de los colombianos es que vean la evidencia de lo que ha generado la izquierda en el contexto latinoamericano, especialmente en países como Venezuela, Argentina, Cuba, y porque no decirlo en la ciudad de  Bogotá, en los cuales claramente ha dejado su desarrollo social y económico en una situación apremiante. Es hora de reflexionar y de llegar a unos acuerdos en que los partidos políticos, como el Centro democrático, Partido liberal, Partido Conservador y todos los independientes, logren entender que su nefasta polarización está colocando de manera riesgosa el modelo económico castro chavista a las puertas del Palacio de Nariño. Modelo al que si le puede apostar el Polo Democrático, y no el Presidente Santos, como algunos Uribistas lo acusan.   

Es insostenible la polarización en el corto y en el mediano plazo. Insisto en que es necesario encontrar un camino entre Uribe y Santos. Si han podido llegar a unirse todos los partidos en contra del fallo entre Colombia y Nicaragua por parte de la Haya (Tema que a mi me parece un desacierto), se han puesto de acuerdo por unanimidad en la ley de orden público del gobierno para establecer las zonas geográficas de la concentración de las FARC. Sin embargo, no se ponen de acuerdo en los demás temas necesarios para alcanzar definitivamente la paz, además de sus continuas desaveniencias entre representantes de ambos partidos que ya se tornan irrespetuosas, por favor den ejemplo de tranquilidad, de colegaje por alcanzar un fin común.

Lo que esperamos los colombianos es que no se incrementen más las diferencias, como lo vienen haciendo personajes como José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán, o el mismo Procurador General de la Nación Alejandro Ordoñez promoviendo reuniones en contra de temas tan neurálgicos como la restitución de tierras y el proceso de paz, en las cuales han generado gran ruido entre la población campesina, haciéndolos pensar el primero de los mencionados, que podría estar en peligro la propiedad privada, sin duda una total falta de sentido patriótico.  

Como lo dijo el Ministro de Agricultura Aurelio Iragorry, todo lo que viene haciendo Lafaurie, un uribista acérrimo que maneja a los ganaderos de este país, es utilizar los gremios para hacer política y crear animadversión contra el Gobierno, pues en medio de la polarización el acuerdo de políticas de tierra y desarrollo agrario, el primer punto acordado en La Habana, es el que ahora más les está preocupando a los diferentes entes políticos.

Si bien en el papel se habla de desarrollo agrario, fondo de tierras para los campesinos que no la poseen, créditos de riego etc., cuando uno lee el acuerdo suena bien, el problema son las suspicacias de cómo se va a hacer con exactitud, porque las conjeturas son las que hacen daño y tienen en máxima alerta a diferentes sectores, hasta los paramilitares que no están desmovilizados y siguen delinquiendo, están sugiriendo que esas tierras no serán para los campesinos sino para los excombatientes de las FARC.

Así como el Uribismo no puede continuar generando caos con verdades a medias o inexactitudes sobre lo que va a pasar luego de la firma del acuerdo, el Gobierno tiene la obligación de dedicarle tiempo a explicarles a los colombianos cómo va a implementar cada uno de los puntos para salir de este grado de incertidumbre que ha hecho que el 75% de los colombianos ya no crea en los acuerdos de paz.

Creo que los colombianos deberíamos documentarnos más y mejor sobre lo que nos está pasando para no caer en la trampa de creer en todo lo que dicen políticos que pescan en río revuelto. Para la muestra nuestra la situación por la que está pasando nuestra hermana República de Venezuela, que con seguridad nos duele a todos.