¡Actúa a pesar del miedo!

Se está acabando el año, y más allá de la época navideña, es un tiempo para hacer cierres, para visualizar nuevos caminos y comenzar a planear el año nuevo. Es aquí donde surgen muchas veces los deseos de hacer cosas nuevas, de arriesgarse a cumplir los deseos del corazón y de modificar el rumbo bien sea a nivel personal o profesional. Sn embargo, también es común que cuando el trabajo y los talentos no se encuentran parametrizados dentro de lo que la sociedad considera normal, es común que se dude de la propia capacidad para enfentrar al mundo y gozar de estabilidad económica. Lo triste es que mucho de este talento se pierde por estar oculto tras el miedo al fracaso que se apalanca en una sociedad que dictamina lo que está bien y lo que está mal, y que como resultado genera frustración en quienes no pueden vivir plenamente su propósito.

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Lo anterior se sustenta en creencias falsas limitantes que, como su nombre lo dice, direccionan la mente de manera equivocada y generan como resultado comportamientos que legitiman el miedo que se tiene. Aquí lo interesante es que el conflicto es ante todo mental y emocional, pues cuando se decide ir más allá de los límites y escoger lo que realmente se quiere, todo se transforma. Lo importante es tomar la decisión de cambiar, de asumir el reto y soltar aquello conocido por aventurarse en lo desconocido.

Tener fe en que se puede lograr lo que se quiere es tan importante como contar con el talento y las capacidades para desarrollar nuevos propósitos. En realidad es interesante porque por ejemplo cuando este nuevo camino se relaciona con un oficio creativo, se duda de no poder vivir de él, pero se ignora que cuando la creatividad está presente, contamos con las habilidades necesarias para encontrar respuestas a las dificultades, para crear nuevas formas de actuar y para idear maneras de llegar a los clientes, entre otros. Así pues, es clave desarrollar el potencial creativo para contar con mayores habilidades para tomar riesgos, pues cuando el camino es incierto, lo único seguro es contar con las herramientas necesarias para enfrentar dicha incertidumbre. Pero siempre el camino inicia con creer en la propia capacidad.

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La acción vence el miedo, y muchas veces nuestro principal enemigo para tomar un nuevo camino, es el de quedarnos horas y horas analizando cada paso; esto conduce a la parálisis por análisis que, en la mayoría de los casos, limita la acción y nubla la mente. Si tienes miedo, lo mejor que puedes hacer es ponerte en marcha; un gran objetivo se logra paso a paso, por lo que establecer pequeñas metas diarias es clave para acercarse a la cima. Además, la acción vence el miedo, por lo que cuando ya se está en movimiento es mucho más difícil detenerse.

Así mismo, es importante entender cómo estás generando valor a otros. El valor no solo se mide en términos económicos, sino en cuestión de los beneficios que pueden verse en términos de bienestar, apoyo, belleza, entre otros. El miedo nunca es buen consejero, por eso busca transformar cada pensamiento negativo con uno positivo. Recuerda siempre que la anticipación del evento es peor que el evento mismo y es por eso que los resultados solo se saben con certeza una vez te pones en movimiento.

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