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David Yanovich

Diplomacia energética

Colombia es una potencia grande en materia de generación de energía eléctrica con fuentes renovables. Debería aprovechar esta ventaja para atraer inversión del resto del planeta, particularmente de Estados Unidos.

David Yanovich, Revista Dinero
12 de junio de 2013

La aventura más reciente de Google no es ni la invención de Google Glass, las gafas para acceder a internet; ni el carro que se maneja solo. Sin mucha bulla, el gigante de tecnología ha invertido alrededor de US$1.000 millones en proyectos y compañías dedicadas a la generación de energía eléctrica con fuentes renovables. Inversiones notables incluyen una de US$280 millones en SolarCity para financiar generación de energía solar residencial en California, y la participación en 37,5% del capital de un proyecto para desarrollar una granja eólica off shore en el océano Atlántico, en las costas de Nueva Jersey.

Pero no solamente Google está implementando esta estrategia. Anheuser-Busch, por ejemplo, ha decidido recibir 40% de la energía que consume en la cervecera de Baldwinsville, Nueva York, de fuentes hidroeléctricas, así como la utilización de turbinas eólicas para otros centros de producción; Apple, en su centro de procesamiento de datos en Maiden, California, genera suficiente electricidad para suplir la demanda de 17.600 hogares en su vecindario, a través de la generación de energía solar; Verizon acaba de invertir US$100 millones para convertir 19 de sus celdas a generación solar. Finalmente, Walmart genera suficiente energía de fuentes renovables para suplir la demanda de 78.000 hogares, y es el generador no interconectado más grande de los Estados Unidos, pues produce alrededor de 65.000 Mwh al año con paneles solares.

Muchas compañías han decidido reducir su huella de carbono a través de la inversión en firmas que desarrollan tecnologías de generación de energía eléctrica con fuentes renovables, como solar, eólica e hidroeléctrica. Colombia, por su parte, tiene un potencial enorme en materia de generación con agua. En efecto, desde hace mucho tiempo, más de 60% de la energía consumida en el país es generada por hidroeléctricas. Hoy en día Colombia cuenta con más de 10.000 MW de potencia hidroeléctrica instalada, y se están construyendo más de 4.000 MW adicionales. Pero el potencial, según algunos cálculos, podría llegar a ser de 90.000 MW. Las montañas, que generan caídas de agua naturales, y la abundancia de agua que escurre por esas montañas, particularmente en la zona andina (Tolima, Santander, Huila, Cundinamarca, Boyacá, Antioquia…) hacen del país uno idóneo para la generación de energía con esta fuente. Así mismo, algo de potencial energético con viento y sol –aunque poco y caro en comparación con la energía hidroeléctrica– hay en Colombia, y habría que determinarlo de manera más específica y concreta.

Esto abre una oportunidad de oro para el país en materia de diplomacia energética. Colombia está en mora de diseñar un plan para promoverse como un destino para compañías que buscan reducir su huella de carbono, y la generación hidroeléctrica es tal vez la piedra angular de dicha estrategia. Este plan debería incluir la adopción de ciertas políticas económicas (tributarias, por ejemplo, mediante el diseño de mecanismos que incentiven la inversión industrial atada a la energía renovable, particularmente la hidro) que permitan reducir los costos de inversión en fuentes de energía renovable, y particularmente en plantas hidroeléctricas, que hoy en día siguen siendo altos (la construcción de presas y la adopción de tecnologías de generación eólicas y solares todavía requiere de inversiones de capital significativas). Todo esto, con la ventaja de poder ofrecer energía limpia sin la necesidad de subsidiar los precios, como ocurre en muchos países del mundo.

Esta es una verdadera oportunidad para que el país cree una estrategia de diplomacia energética con el resto del planeta. Así se generan relaciones estrechas y de largo plazo con vecinos cercanos y lejanos, insertando a Colombia cada vez más en la economía mundial.

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