¿Una imagen del pasado o la viva imagen del futuro?

¿Puede internet matar a la TV?

Por primera vez, las suscripciones de televisión por cable en EE.UU. sufrieron una caída. Era agosto de 2010 y los especialistas empezaban a hablar del fin de la televisión tal y como la conocíamos hasta ese momento.

1 de junio de 2011

La crisis económica impactó en las familias, que decidieron sacrificar -entre otras cosas-, las suscripciones al cable. Aunque algunos analistas dijeron que en realidad la causa era el incremento de los servicios a la carta (on demand, en inglés) y de formas de transmisión alternativas (OTT, por las siglas en inglés de over the top).

¿Están los nuevos servicios, vinculados a internet, dañando mortalmente a la televisión tradicional y, sobre todo, a los operadores de cable?

No está claro. Nielsen, compañía dedicada a estudiar el mercado de medios, da cuenta de una caída en el número de aparatos de TV en EE.UU.; aunque una caída muy leve: la penetración bajó de 98,9% a 96,7%. También han bajado las ventas de DVD, mientras se incrementó el mercado del alquiler vía postal, como el que presta la compañía Netflix en EE.UU. (que también ofrece a sus clientes la posibilidad de ver algunas películas vía web).

Sin embargo, otra compañía que analiza el mercado de comunicación y tecnología, IMS Research, predice que las suscripciones al cable en ese país van a crecer en 7,8 millones entre 2010 y 2015. Pero están todas las opciones de OTT, entre las que no pueden dejar de mencionarse las descargas ilegales.

Los gigantes tecnológicos Google y Apple han lanzado sus propios servicios de OTT, que permiten a los usuarios ver video de internet en sus aparatos de TV. Cada vez más gente ve más video en línea. Pero también se consume cada vez más televisión. Entonces, ¿cuál es el futuro?

Palabra de especialistas
Neil Gaydon, gerente general de Pace, compañía que fabrica dispositivos decodificadores (set-top boxes, en inglés) para algunos de los más grandes operadores de TV por cable y satelital del mundo, dice que las cifras de la primera mitad del año, que muestran un repunte en las suscripciones de televisión paga en EE.UU., demuestran que esa industria está en buena forma.

Más aún, cree que Apple TV y Google TV no están siendo exitosos, porque el esquema de OTT "no tiene todavía un modelo de negocios que muestre cómo va a generar dinero".

Aunque reconoce que este tipo de iniciativas han sonado la alarma de los operadores de cable para que empiecen a ofrecer servicios híbridos (TV más internet). "Los set-top boxes van a convertirse en un portal de acceso a diferentes medios", dice. "Si uno se imagina el hogar del futuro tiene que haber algo como un distribuidor, un portal, un aparato de algún tipo- desde el que utilizar varios servicios".

A la carta
No todos creen que los set-top boxes sobrevivirán. Suranga Chandratillake, fundador del buscador y agregador de video en línea blinkx, considera que "todos los dispositivos tendrán conexión a internet por defecto, ese es ya el caso".

"Creo que en esta instancia los set-top boxes son un negocio temporal", sentencia.

Sin embargo, Chandratillake no prevé el fin de la TV tradicional. "Creo que ese aparato va a seguir existiendo, creo que seguiremos teniendo dispositivos con grandes pantallas, los llamemos tele o no". "Y aunque la oferta lineal seguirá siendo popular creo que veremos un gran crecimiento de los servicios a la carta. No sé en qué medida estas dos son mutuamente excluyentes". "Creo que hay ciertos aspectos de la TV lineal que seguirán con nosotros. Todos veremos la final de la Copa del Mundo al mismo tiempo".

La hora deportiva
Christopher Schouten, de la empresa Irdeto, que desarrolla software para TV digital, está de acuerdo con Chandratillake. "Creo que hay cierto tipo de contenido que siempre será mejor ofrecer en forma lineal; definitivamente los eventos deportivos". "Una nueva categoría de este tipo son los reality shows. La gente prefiere ver un programa en que compiten cantantes en vivo, mientras tiene lugar, no después".

Aunque Schouten reconoce que aunque la mayoría de los consumidores podrían ser considerados "tradicionalistas de la TV" -gente que es feliz con su suscripción de cable o televisión satelital-, advierte que las cosas están cambiando. "Estamos viendo surgir grupos que tienen un interés pasajero en el contenido de los medios, pero que cuando quieren algo piden que sea exactamente eso y a la carta", dice. "Y también están los consumidores más duros, intensos, que quieren que el contenido sea a la carta, flexible, personal y portátil".

"Para el usuario avanzado la competencia se da entre tres actores: TV paga, OTT y piratería", según Schouten. "Cuando nosotros, como industria, le ofrecemos a los consumidores una opción legítima que satisface sus necesidades, muchos de ellos van a pagar por usarla. Darle a la gente lo que quiere es siempre la mejor forma de que se comporten de manera distinta".

Todo indicaría, pues, que el futuro será híbrido.

"Todavía hay muchísima gente que llega a casa y enciende la tele para ver los mismos programas a la misma hora. Mucha gente organiza todavía su vida hogareña en torno a eso", dice Paul O'Donovan, de la firma especialista en estudios acerca del mercado tecnológico, Gartner. "El mercado de la TV paga, con muchísimos canales, va a cambiar. De una oferta que puede ser de 300 canales la mayoría de la gente ve unos siete". "Yo creo que el futuro tiene que ver más con video a la carta, ver el contenido cuando uno quiere verlo", predice O'Donovan.