El problema es de plata

Más allá de los ires y venires entre el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, y el ministro de Minas, Mauricio Cárdenas, sobre un posible racionamiento de energía en la capital de la República, habría plata de por medio. Una fuente de la industria señaló que el proyecto Nueva Esperanza, que consta de una línea de interconexión a Bogotá que EPM ofreció construir en US$80 millones, en realidad valdría mucho más (casi el doble) debido a que no se han conseguido las licencias ambientales para utilizar la ruta prevista. En ese caso, la Empresa de Energía de Bogotá no estaría muy contenta con un sobrecosto, ya que si por algo perdió la convocatoria, fue por haber presentado un proyecto que requería mayor inversión que EPM.