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ANÁLISIS

Una semana espectacular

Los mercados locales no dejan se sorprender al más optimista. En la primera quincena del año las acciones se valorizaron 9.6%. Ricardo Durán, de Corredores Asociados, hace un repaso de la vertiginosa escalada.

16 de diciembre de 2005

Los mercados locales no dejan se sorprender al más optimista. En la primera quincena del año las acciones se valorizaron 9.6%, las tasas de los TES marcaron un nuevo mínimo histórico nominal, el riesgo soberano logró su mejor registro y para completar, las expectativas de inflación en el inicio del año lucen muy favorables.

La semana pasada el IGBC rebasó la barrera de los 10.000 puntos (valía 1.000 en julio de 2001), las tasas de negociación de los TES tocaron por primera vez en la historia el 8.05%, el EMBI bajó a 209 y por si fuera poco, según la encuesta de expectativas del Banco de la República, la inflación anual a enero de 2006 va a caer a 4.73% desde el 4.85% en diciembre de 2005.

¿Suiza? No, Colombia. ¿Boom "endógeno"? ¿Boom "exógeno"? Sí, boom "endógeno" y "exógeno". Vamos por partes. Con las cifras publicadas hasta el viernes 13 de enero, la foto macroeconómica de Estados Unidos muestra un cuadro de debilitamiento de la economía real: enfriamiento en la industria, la construcción y decepcionantes ventas al por menor. Es decir, problemas por el lado de la demanda, que es la variable que hace crecer al gigante del norte. Connatural a este cuadro, el dólar se debilita a nivel mundial y las tasas de interés de los Tesoros tienden a la baja (sube el precio), pues el inversionista demanda el activo más seguro del mundo en un contexto de enfriamiento económico.

En la esfera local: la inflación baja cuando la liquidez de la economía sube, el Banco de la República cumple en exceso la meta de inflación al cierre de 2005, el Emisor aminora su oferta potencial de TES en el mercado secundario, el gobierno pese a tener un déficit fiscal más alto este año va a disminuir las colocaciones de TES en el mercado primario y los alimentos parecen anunciar una tendencia decreciente en el costo de vida de los colombianos, al menos en el primer bimestre.

Naturalmente, todos los inversionistas están felices, salvo los que mantienen posiciones en dólares, pues la tasa de cambio pierde casi un peso diario desde que inició el año. El inversionista en acciones arrancó el año más rico, los tenedores de TES ven cómo se valorizan los títulos a precios de mercado y los poseedores de yankees disfrutan al ver los instrumentos en sus precios máximos históricos. Todo ello en el marco de una economía boyante en liquidez, la cual por lo pronto no tiene que recogerse en la medida en que la inflación converja hacia la meta trazada por el Banco de la República (4.5%).

¿Cuánto durará la fiesta? Ojalá lo supiéramos con certeza, pero el sentido común nos dice que las fiestas buenas no son largas y que ahora más que nunca sería insensato subestimar los riesgos.

Lo que puede pasar esta semana:

Esta semana la atención del mercado mundial se va a centrar en la inflación de Estados Unidos. Las apuestas de los analistas anticipan un aumento en el acumulado anual de 3.5% en noviembre a 3.7% en diciembre de 2005 con un incremento en la inflación estructural de 2.1% a 2.2% en dicho lapso. Nada que de motivo de gran intranquilidad.

Sin embargo, el dato no viene solo puesto que también se publican cifras sobre los dos sectores que comenzaron a generar preocupaciones sobre la salud de la economía norteamericana: la industria y la construcción. Respecto a la industria, se publican el índice manufacturero de Nueva York, la producción industrial de diciembre y el uso de la capacidad instalada con lecturas tibias con cierto aroma a desaceleración. Respecto a la edificación, se publican los inicios de vivienda y las licencias de construcción de diciembre, también con apuestas que confirman un menor ritmo de actividad. Como quien dice, más de lo mismo sin que se revelen cifras de gran importancia de Colombia y Brasil.

Ello significa que los datos externos no tienen porqué alterar el estado anímico del mercado, salvo que se genere alguna preocupación por la inflación estructural de Estados Unidos. Si bien nos parece que este es precisamente el mayor riesgo del 2006, creemos que por lo pronto el mercado estará más atento a las señales de enfriamiento de la economía real.

En este orden de ideas, auguramos otra semana positiva para nuestros activos de renta fija y de renta variable con una tasa de cambio que probablemente continúe de capa caída. A mayor plazo sin embargo, creemos que el riesgo de destorcida de este escenario es alto desde los inicios del segundo trimestre del año con un posible clímax a mediados de año.

A manera de abre bocas vemos contratos a futuro con un oro caro, un petróleo costoso y una demanda fuerte por los Tesoros indexados a la inflación. Los tres factores nos hacen pensar que un segmento del mercado está anticipando la gestación de un problema inflacionario en Estados Unidos cuando la FED haya culminado el ciclo de ascensos en las tasas de interés de los fondos federales. En nuestra opinión no es conveniente subestimar este riesgo, pues tiene la fuerza suficiente como para alterar el curso de valorización alocada que tienen los activos emergentes en la actualidad.