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COYUNTURA

Un equilibrista para el BID

Luis Alberto Moreno, el embajador de Colombia en Washington, será el próximo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo. Su talento para la diplomacia y la política le servirán para sacar adelante un organismo que se encuentra de capa caída.

22 de julio de 2005

A Luis Alberto Moreno, el actual embajador de Colombia en Washington, le gustan los retos. Cuando hace siete años tomó las riendas del principal frente diplomático de Colombia en el extranjero, las relaciones entre los pasillos del poder en la capital gringa y el gobierno colombiano se encontraban completamente resquebrajadas. Colombia era casi considerada como un país paria, una especie de caso perdido. Desde su aterrizaje en Washington, sin embargo, Moreno ha tejido una red de contactos que ha abierto y facilitado el diálogo y la cooperación entre los dos países. El embajador ha sido unos de los principales arquitectos del Plan Colombia, que ha convertido al país en el tercer receptor de ayuda económica estadounidense después de Israel y Egipto. Como asegura Gustavo Canal, antiguo ministro de Transporte y amigo de juventud del embajador, la labor de Moreno ha sido "simplemente extraordinaria". A sus 52 años, sin embargo, el mayor desafío en su carrera puede estar por llegar.



El 1 de octubre de este año, Moreno, un apasionado de la hípica, asumirá las riendas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Su trabajo será timonear un organismo que ha estado bajo el mando del uruguayo Enrique Iglesias por más de 17 años. El BID, la organización de desarrollo regional más grande y antigua de la región, es la principal fuente de financiamiento multilateral de América Latina y el Caribe. Fue creado en 1959 para impulsar el desarrollo económico y social de la región. En los últimos años, sin embargo, el organismo ha ido perdiendo fuerza. En la región andina, por ejemplo, la Comunidad Andina de Fomento (CAF) ya presta más dinero que el BID.



Después de 17 años bajo el mando del uruguayo Enrique Iglesias, el BID deberá someterse a trasfusión de sangre. Peter Hakim, director de Interamerican Dialogue, uno de los más prestigiosos centros de análisis en Washington, asegura que el BID sufre ahora mismo un problema de imagen. "Es visto como una herramienta de Estados Unidos. Me temo que en la región es identificado con el Consenso de Washington", dice Hakim. Como todas las instituciones de ese tamaño, tiene que soportar la rigidez que conlleva una burocracia de ese tamaño. Las reformas son necesarias, pero serán difíciles de lograr.



Moreno, sin embargo, ha demostrado en su trayectoria en Washington una enorme capacidad para construir consensos y perseverar hasta conseguir el apoyo que desea. El secreto de su éxito en la capital estadounidense, dicen personas que han trabajado con él, es su credibilidad y el acceso que tiene a las cúpulas del poder. El embajador ha desarrollado una reputación por tener siempre la mejor y más fiable información sobre los temas relacionados con Colombia, y el continente en general, que les interesa a los congresistas y senadores gringos. Si algún congresista le pregunta algo y no sabe la respuesta, no anda con rodeos y dice que no conoce la respuesta que le averiguará inmediatamente. Además, Moreno ha desarrollado unos contactos envidiables en la capital. El mismo Washington Post lo calificó como un "genio de las relaciones públicas".



Además del papel decisivo que jugó en la aprobación de Plan Colombia, también fue protagonista del ATPA (Andean Trade Preference Act) en 2002 que supuso la renovación y ampliación de las preferencias arancelarias. En el sector privado ha sido asesor ejecutivo de la Organización Luis Carlos Sarmiento, entre otros puestos. entre julio de 1992 y enero de 1994, se desempeñó como Ministro de Desarrollo Económico.



En el BID, una institución donde rigen los economistas, Moreno tendrá que asumir un papel de diplomático y político. En el organismo, mantener el equilibrio entre las demandas de los países prestantes y los deseos de los países receptores es una cuerda floja difícil de caminar. Moreno, con su experiencia en Washington, tiene una gran capacidad de equilibrista.