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Miguel Nule.

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Tres nuevas sorpresas en el Affaire Nule

Los Nule habían vendido todas sus empresas a dos fondos de inversión en junio. Con todo, su responsabilidad en el mayor fraude empresarial de la historia del país no cesa. El pasivo de los Nule podría valer $1 billón. La verdadera razón para la liquidación de las empresas del grupo.

10 de septiembre de 2010

En las últimas horas ha cambiado bastante el panorama en el Affaire Nule con declaraciones de la superintendencia de Sociedades y de los mismos Nule. Pero de todo esto van quedando claras dos cosas. Una, que aunque digan lo contrario, el Grupo Nule y la responsabilidad de sus cabezas, Guido, Miguel y Manuel Nule, en el mayor fraude empresarial de la historia colombiana, no han desaparecido. Otra, que el pasivo por el que habrá que responder vale cerca de $1 billón.

El martes la superintendencia de Sociedades ordenó liquidar las sociedades MNV y Gas Kapital que habían hecho parte del grupo Nule. En respuesta a la decisión, los Nule dijeron que no tenían responsabilidad en el proceso porque habían vendido su participación en todas las empresas del grupo en junio.

En marzo los Nule propusieron un proceso de reestructuración de sus negocios y para ponerlo a marchar, invitaron a los que, con la información disponible, eran los mayores acreedores de las empresas del grupo. Allá estuvieron dos fondos de inversión Quantek y Arco, que figuraban como los mayores acreedores, con préstamos que se estiman en los US$35 millones.

Les habían prestado ese dinero a MNV, a Gas Kapital y adicionalmente para ayudar a fondear la operación de la obra Bogotá Fusa.

Los Nule les propusieron a estos acreedores hacer un acuerdo privado en el que se barajaran de nuevo los programas de pago de las deudas. Como contrapropuesta, los dos fondos ofrecieron quedarse con toda las empresas y sacarlas a flote, incluso haciendo unas inversiones adicionales.

“Eso se resolvió ahí mismo”, le dijo a Dinero.com una persona que estuvo cerca de la transacción. Todos apuraron su decisión por lo apremiante de la situación financiera de las partes. El negocio se cerró en junio. Quantek Investment Fund y Arco no pagaron nada por las empresas con excepción de US$200.000 en honorarios de abogados.

La operación de compra del Grupo Nule se hizo rápido, a través de una empresa Solutions and Infrastrucure Tecnologies Colombia-Hansa Holding, que tenía un capital suscrito de $1 millón y nada de capital pagado. Adquirieron MNV, Gas Kapital, Translogistics, Ponce de León y Asociados, Bitácora Soluciones y las demás empresas del grupo. Las cuatro primeras están ahora en liquidación.

Por eso el viernes los Nule dijeron en un comunicado que no tenían responsabilidad en las empresas liquidadas ni en las demás y divulgaron la venta, que si bien la habían mantenido en reserva, se conocía en el mercado y en la Supersociedades. Sin embargo, la salida olímpica que parecerían estar consiguiendo de este desfalco empresarial, no está nada clara.


Entre los abogados hay una controversia sobre la validez de la operación de venta. Sostienen que los Nule solicitaron proceso de reestructuración en mayo y que para hacer cualquier arreglo de venta de activos de las empresas debían haber reunido a todos los acreedores. A la reunión de acreedores no asistió el ministerio de Hacienda. Como van apareciendo las cosas, el fisco puede ser el mayor acreedor del Grupo Nule.

Los nuevos hallazgos muestran que le debían $28.000 millones solo en impuestos que tienen una mora de años. De esos, $12.000 millones eran de retenciones en la fuente. Esto para no pensar en los anticipos de las obras inconclusas. Estas cuentas tuvieron que reconstruirse con cuidado porque formalmente la contabilidad de las empresas se dejó de llevar el 31 de marzo.

Otros abogados señalan que la venta es eficaz porque se trató de una venta de acciones y no de activos.

Pero de otra parte, y mucho más importante, porque se percibe que la compra fue un intento de un par de acreedores de tomar el control de las empresas para cobrarse su dinero antes que los demás. “Eso es un fraude”, le dijo a Dinero.com un experto en la ley de quiebras.

Además, lo que también parece claro es que la responsabilidad personal de los Nule no cesa, ni siquiera si la venta hubiera sido eficaz.

La razón de la liquidación
La decisión de liquidar les pareció apresurada a muchos. “Los fondos no querían que esto llegara a una liquidación, sino que estaban interesados en rescatar las empresas como lo hacen los fondos buitre”, dijo una persona cercana a los fondos. Opinan que la liquidación de las empresas había sido movida por criterios contables de menor importancia y no porque éstas fueran inviables.

La razón de la celeridad en la venta es otra. “Llevan desde el 2 de julio viendo que venden para cobrarse. Por eso la decisión de liquidación se tomó tan rápido. Esa es la verdadera razón”, añadió.

Pero si lo que ha ocurrido es interesante, lo que viene puede tener una dimensión financiera descomunal. Los cálculos iniciales muestran que los pasivos que acumularon pueden valer $1 billón. Solo en MNV los pasivos a 31 de marzo se estiman en $295.500 millones y en Gas Kapital en $265.800 millones.


Los Nule acumularon deudas con mesas de dinero que están bajo investigación de la Superfinanciera, con fondos de inversión extranjeros, con banqueros de inversión nacionales y con bancos. Esto además de haber tomado dineros de anticipos y de contratos que nunca terminaron.

Con esa cifra en mente, lo que viene tendrá que prender las alarmas en la comunidad de negocios del país. Habrá que pensar qué hizo que todo fallara en este caso. Por qué, por ejemplo, recibieron contratos públicos unos deudores morosos de sumas multimillonarias con la Dian. Lo que pase en la semana que viene, empezará a develar el misterio.