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TLC, el día después

La Cámara de Representantes de Estados Unidos decidió aplazar la consideración del Tratado de Libre Comercio con Colombia. Qué implicaciones tiene la prórroga.

11 de abril de 2008

Con una votación de 224 a favor y 195 en contra, la Cámara de Representantes de Estados Unidos decidió aplazar la consideración del Tratado de Libre Comercio con Colombia.

Esto quiere decir que suspendió la obligación de estudiar y votar el proyecto dentro de los 90 días que siguen a su presentación al Congreso.

El aspecto malo del asunto es que no se definió la suerte del tratado y se mantiene una incertidumbre que sin duda afectará algunos sectores. El efecto sobre los confeccionistas es importante por cuanto los pedidos se hacen con hasta seis meses de anticipación. La indefinición del tratado hace que no se sepan con certeza los costos de los bienes ofrecidos. “Eso ya nos pasó. Los compradores no confían necesariamente en que las preferencias arancelarias que tenemos ahora se renueven a tiempo. Nos preguntan quién asumirá el costo de los aranceles, si las cosas cambian y por los márgenes con los que trabajamos nosotros no podemos asumirlos ni siquiera temporalmente. Ellos, como ya ocurrió en el pasado, prefieren comprarle a otros que tengan precios seguros”, le dijo a Dinero.com un confeccionista.

También se podrán atrasar algunos programas de inversión que se estaban fraguando para Colombia. El país podría ser una gran base de exportación para empresas brasileras que difícilmente tendrán un tratado con su rival agrícola Estados Unidos.

Una ventaja circunstancial está en que los exportadores se evitaron la presión revaluacionista del peso que se hubiera generado si el ambiente hubiera sido favorable al tratado.

El aspecto bueno, está en que el aplazamiento salvó al tratado de una discusión electoral, en la que, dependiendo de las circunstancias cuando se acercara el momento de la decisión del Congreso en agosto, podría haber hecho naufragar la propuesta.

También es claro que el tratado no está echado al olvido. Se podría presentar de nuevo mañana, pero especialistas como la economista del Credit Suisse First Boston en Nueva York, Carola Sandy, creen que el tema no se llevará a estudio del Congreso hasta el año próximo.

Cartas a la vista
El aplazamiento, de todas maneras, también dejó ver algunas cartas de ls jugadores interesados en el asunto. De un lado, se evidenció un cambio dramático en el discurso de los demócratas. Las declaraciones de la relatora de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi antes y después de la votación, muestran que hay una preocupación de su partido de no enviar lo que llamó una “señal equivocada” a los colombianos, en el sentido de aparecer como que no respaldan al país.

Y es que las condiciones han cambiado un poco. grupos de presión como los productores de maíz, terminaron apoyando el TLC colombiano, destaca la economista del HSBC en Nueva York, Marjorie Hernández.

Los anuncios recientes de nacionalizaciones de empresas del gobierno venezolano, le ayudan a Colombia a aparecer como un modelo diferente frente a los ojos de los legisladores y grupos de cabildeo de Washington.

Por lo pronto, el gobierno colombiano tendrá que profundizar tres tareas. La primera, buscarle soluciones al problema de comercio que aunque no parece grande, afectará algunos sectores en inversión y en negocios. Establecer una especie de seguro contra las demoras en la prórroga del Atpdea, podría ser una de las nuevas condiciones que podría generar.

De otro lado, debe continuar su tarea de convencer a los demócratas de la necesidad del tratado. Y la tercera, en el lado empresarial local, es trabajar en la seguridad de los sindicalistas y en la promoción de la productividad, asuntos que con o sin TLC, lo requiere el país.

 

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