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Según Asobancaria, son muchos los beneficios que ofrece el dinero plástico. Para los tarjetahabientes, el principal beneficio que ofrecen las tarjetas débito es la disponibilidad inmediata de recursos por intermedio de oficinas, call centers, POS (puntos de venta) y cajeros automáticos nacionales e internacionales. En el caso de las tarjetas de crédito, sus ventajas tienen que ver con el otorgamiento de un cupo de crédito automático con compras diferidas a un mes sin cobro de intereses.

Economía

Se impone uso de dinero plástico

El año anterior el 67% de las transacciones financieras se realizaron mediante canales electrónicos y el 65% requirió de una tarjeta para su realización. En el mundo, los pagos por intermedio de teléfonos celulares, han crecido en más de 10 veces en los últimos cuatro años.

21 de marzo de 2007

Según la Asociación Bancaria, Asobancaria, si bien en un futuro no muy lejano las transacciones se harán principalmente por intermedio de teléfonos celulares, las tarjetas de crédito y débito seguirán teniendo una significativa importancia dentro de los medios de pago electrónicos.

 

Además, las tarjetas de crédito ofrecen múltiples beneficios tales como: avances en efectivo en el país y en el exterior, seguros de viajes, acceso a servicios de reservas de pasajes aéreos y hoteles, seguros de vida gratuitos en caso de accidente o enfermedad, servicios gratuitos de asistencia médica, seguros contra fraude, acumulación de millas o puntos para ser redimidos por pasajes aéreos, electrodomésticos, comidas y otras opciones, etc.

Para los comercios, señala Asobancaria, las ventajas que brinda el uso del dinero plástico van más allá de incrementar ventas, pues gracias a este sistema se facilita el acceso a nuevos clientes, nacionales e internacionales, se disminuyen los costos por manejo de cheques y efectivo y se eliminan procesos como la gestión de cobro, mantenimiento de cajas de seguridad y transporte de efectivo.

“En una venta con tarjeta de crédito el comerciante tiene la seguridad de que dicha operación está respaldada por un cupo de crédito otorgado por un banco emisor quien asume el riesgo y los costos de no pago. Adicionalmente, evita los estudios de solvencia de los clientes y reduce los riesgos de pérdida de cartera. Por otra parte, la seguridad de la tarjeta es mayor frente a la alternativa de manejar efectivo o cheques ya que las posibilidades de fraude con estos medios son mayores. Además, en el caso de los cheques la disponibilidad de recursos para el comerciante no es inmediata, mientras que para muchos comercios en Colombia las consignaciones de las ventas con tarjetas son depositadas automáticamente en sus cuentas al día siguiente de la transacción”, indica la Asobancaria.

En cuanto a los bancos, por intermedio de las tarjetas crédito las entidades logran colocar cartera, principalmente de consumo, y por lo tanto expanden su negocio crediticio. Además, para el uso de tarjetas débito se colocan productos y servicios como cuentas corrientes y de ahorro.

Y para el Gobierno y la economía, uno de los principales motivos para impulsar el mercado de las tarjetas, es el aumento de la formalización de la economía y el mayor recaudo tributario. Cuando se tiene mayor acceso a la información de los contribuyentes (usuarios y comercios) es posible realizar mayores controles para mitigar la evasión de impuestos.

Por ello, sostiene el informe de la Asociación Bancaria, en Colombia el Gobierno ha desarrollado estrategias para estimular el uso de las tarjetas, entre ellas la devolución de dos puntos del IVA y la ampliación del plazo de pago de operaciones con tarjetas de crédito. En 2006 se devolvieron más de $128.000 millones de impuestos a los contribuyentes y se beneficiaron 5,9 millones de personas.

Tarjetas en Colombia
Desde el año 2002 la emisión de tarjetas y el monto de las transacciones realizadas por este medio están en aumento. A diciembre de 2006 circulaban en el país más de 12,7 millones de tarjetas débito y más de 4,5 millones de crédito.

Esto representa una tasa de crecimiento real de 56 y 105%, respectivamente, frente al 2002 cuando el número de tarjetas era de 8,1 millones en débito y 2,2 millones en crédito. En 2006 la facturación de tarjetas débito fue de aproximadamente $60,1 billones (incluye compras y retiros por ATM) y la de tarjetas crédito de $15,9 billones (incluye compras y avances en efectivo). Ello representa una tasa de crecimiento real de 70 y 92%, respectivamente, frente al 2002, cuando la facturación en cifras corrientes era de $28,7 billones en débito y $6,4 billones en crédito.

Según el documento de la Asobancaria, a pesar de los esfuerzos realizados por todos los frentes para incrementar el uso de las tarjetas, Colombia continua siendo un país con un porcentaje bajo de penetración y por ende en bancarización. Según un reporte realizado por la misma entidad, a julio de 2006 tan solo 6,69% de la población total cuenta con tarjeta crédito.

Una comparación internacional muestra que, mientras países como España tienen 517 tarjetas por cada 1.000 habitantes, Colombia tiene sólo 83, lo que deja al descubierto un gran mercado por conquistar. Aunque la cifra revela un bajo grado de penetración, el país se encuentra en el mismo horizonte de países latinoamericanos como México.

El Gobierno Nacional, junto con las entidades financieras han efectuado esfuerzos en conjunto por ofrecer acceso a herramientas bancarias y productos dirigidos tanto a la población de regiones apartadas del país, como a segmentos de medianos y bajos ingresos. Ofrecer oportunidades de acceso a productos y servicios por medio de tarjetas con límites de crédito acorde con la capacidad de pago sin duda contribuiría a mejorar el nivel de vida de los colombianos.

Estímulos
Aumentar el grado de bancarización e impulsar el uso de las tarjetas requiere esfuerzos de todos los actores, gobierno, comercio y sector financiero, debido a que no se trata de un asunto exclusivo de la banca, es lo que se propone.

Para ello las acciones deben estar encaminadas, según Asobancaria, a que el Gobierno evalúe el diseño de herramientas complementarias para lograr su objetivo de mayor transparencia y control tributario mediante medidas tales como mayores incentivos tributarios, como el de la devolución del IVA aplicada a los comercios e incluso la creación de una lotería tributaria para comerciantes y consumidores. Esto consiste en que a cada transacción hecha con tarjetas de crédito y débito se le asigna un número electrónicamente y en programas televisados por canales nacionales se escoge un ganador, haciendo entrega de un premio tanto al comprador como al vendedor de la transacción elegida.

También diseñar algún incentivo fiscal o tributario que permita disponer de fondos o facilidades para apoyar el proceso de instalación de datáfonos, como complemento de los recursos privados aportados por el sector financiero, reglamentar la prohibición de la discriminación de los plásticos, la penalización de fraudes con tarjetas.

Según el informe, los comercios, por su parte, también tienen un papel fundamental ya que pueden incentivar el uso de este medio, por ejemplo haciendo extensivas las promociones para pagos con tarjetas y eliminando cualquier tipo de discriminación por pago en efectivo u otros medios.

La unión de esfuerzos entre todos los actores impulsaría la utilización del sistema de la red de tarjetas lo cual propiciará grandes beneficios para todos, incluyendo la reducción de costos de transacción para la economía.