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Retrato de una fusión

Bavaria ha protagonizado la mayor operación empresarial en la historia de Colombia. La familia Santo Domingo consiguió su objetivo: una participación substancial en una cervecera de calibre mundial.

8 de julio de 2005

Las laberínticas negociaciones para la adquisición de Bavaria llegaron el martes finalmente a su fin. Después de siete meses de visitas de multinacionales, amagos de desinterés y conversaciones a puerta cerrada con las grandes compañías cerveceras del mundo, la familia Santo Domingo decidió vender a SABMiller, una firma de origen surafricano con un portafolio de operaciones diversificado en todo el mundo.



Todo comenzó en enero de este año, cuando Bavaria debutó en un baile de fusiones y se dejó querer por varias multinacionales. Heineken, Inbev y SABMiller eran los principales pretendientes. Según las primeras informaciones que se fueron filtrando a la prensa económica internacional el precio que pedían los Santo Domingo se acercaba a los US$9.000 millones, una cifra con la que ninguno de los interesados pudo cumplir. Aún así, con los US$7.800 millones que ha desembolsado SABMiller, Bavaria ha protagonizado la mayor operación empresarial en la historia de Colombia.



El Grupo Santo Domingo se queda de esta manera con una participación del 15,1% en una de las mayores compañías cerveceras del mundo, sólo superada por el conglomerado de inversiones Altria, que posee el 24,99%. La familia tendrá también dos puestos en la junta directiva del grupo, lo que le permite mantener cierta capacidad de decisión en las decisiones estratégicas de SABMiller.



La estructura de la transacción, como todas las de este calibre, es enredada. SABMiller explica en un comunicado de prensa que destinará US$4.800 millones para obtener el 100% de las acciones de Bavaria, de los cuales US$3.500 millones serán para el Grupo Santo Domingo y US$1.300 millones para los accionistas minoritarios. La firma surafricana pagará US$19,48 por título a los minoritarios. La compañía también dedicará US$1.000 millones para adquirir las distintas participaciones en Perú y Ecuador. Esta cifra más los US$2.000 millones en deuda de Bavaria que asumirá SABMiller empuja hasta US$7.800 millones el precio de la operación.



SABMiller se terminó quedando de esta manera con la última llave del mercado cervecero latinoamericano. Desde que la belga Interbrew desembarcó en Brasil con la compra de AmBev en 2004, creando la cervecera más grande de América Latina, todas las miradas se volcaron hacia la región andina.



Bavaria había expandido sus operaciones en esa zona agresivamente en los últimos 5 años. Con una hegemonía casi total sobre Perú, Ecuador y, por supuesto, Colombia, la compañía de los Santo Domingo se transformó en la clave del mercado andino. Y los países emergentes son los más apetecidos por las multinacionales de la cerveza. Después de todo, el consumo en los grandes países industrializados se encuentra estancado, mientras que en la zona andina crecerá a un ritmo del 4% en los próximos años. Con estas cartas bajo su manga, Bavaria pudo sentarse en la mesa de negociación sin ningún temor.



Algunos accionistas colombianos, sin embargo, pueden sentirse decepcionados. Graham Mackay, el director general de SABMiller, explicó ante los medios de comunicación que su empresa pagó un buen precio. "No era el precio de base, pero Bavaria es una empresa de primera calidad, y ello exige una prima". El valor de la operación fue bien recibido por la bolsa londinense. Las acciones de SABMiller se dispararon más de un 10% durante la jornada. En Bogotá, sin embargo, las acciones bajaron un 10% con respecto al precio alcanzado el pasado lunes.



SABMiller se hace fuerte

Con esta maniobra, SABMiller irrumpe con fuerza en el mercado latinoamericano y se convierte en el segundo grupo cervecero del continente, el único donde no había conseguido penetrar. El resultado de la operación es el nacimiento de un grupo que da empleo a 52.000 personas y que se encuentra implantado en cerca de 50 países.



Su producción anual de cerveza será de 175 millones de hectolitros, contra 202 millones de InBev y 136 millones del estadounidense Anheuser-Busch, según cifras de 2004.



La familia Santo Domingo, por su parte, consiguió su principal objetivo: convertirse en uno de los principales accionistas de un conglomerado de talla mundial. Julio Mario Santo Domingo, en una conferencia desde Londres, recordó que Bavaria ha recibo múltiples ofertas de compra, pero que ninguna fue capaz de seducirlo. "No era la primera vez que ofrecían comprarme la compañía. Me hicieron muchas ofertas, pero ninguna tan buena como esta", sentenció. La fortuna de Santo Domingo, estimada por la revista Forbes, alcanza los US$1.400 millones. Santo Domingo dijo también que SABMiller es consciente de los problemas de seguridad que enfrenta Colombia , pero indicó que eso no fue un impedimento para la transacción.



Heineken, que había estado en la contienda hasta la recta final, por su parte, explicó que consideraba la inversión en Bavaria demasiado riesgosa. "Decidimos no hacer una oferta por Bavaria debido a que el perfil de riesgo era muy alto, tanto desde el punto de vista político como en términos de posicionamiento de mercado", argumentó la portavoz de Heineken, Veronique Schyns a medios internacionales. "Estamos convencidos que hay mejores oportunidades de creación de valor en otras partes como, por ejemplo, en Rusia", añadió. Heineken está enfocando su expansión en mercados emergentes de rápido crecimiento debido a que enfrenta mercados maduros en Estados Unidos y Europa. La firma anunció la semana pasada su sexta adquisición de una cervecería en Rusia.



Heineken, sin embargo, perdió la batalla frente a SABMiller porque no estaba dispuesta a ceder ningún tipo de control sobre el nuevo grupo, algo que los Santo Domingo anhelaban desde el principio Además, Bavaria prefirió a SABMiller ya que tiene un mejor conocimiento de los mercados emergentes al haber entrado de lleno en Centroamérica, África y China.



Los Santo Domingo han cumplido con su deseo y SABMiller ha conseguido la llave para controlar en mercado andino. Inbev tiene por primera vez un rival capaz de competir a nivel continental. Queda por ver quién saldrá ganando en esta batalla. Otra interrogante es cómo se verá afectado el mercado bursátil en Colombia. Bavaria representaba el 11% del mercado bursátil en el país y su salida de bolsa dejará secuelas en los mercados financieros del país.