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El tratado con Colombia, particularmente, es impopular para muchos demócratas por la férrea oposición de grupos laborales estadounidenses, que sostienen que el país sudamericano no hace lo suficiente para impedir los asesinatos de sindicalistas ni por llevar los culpables a la justicia.

Comercio Exterior

Republicanos de EE.UU., molestos por lentitud de pactos comerciales

El "fracaso" de Obama en diseñar un cronograma para la aprobación de los TLC con Colombia y Panamá ha bloqueado la renovación de programas para la región andina y para los trabajadores estadounidenses desplazados, dijo un legislador republicano.

11 de febrero de 2011

"El fracaso del Gobierno en definir acciones específicas y un plazo claro para resolver cualquier tema relacionado con los tratados comerciales con Colombia y Panamá es el obstáculo más significativo para avanzar en el resto de nuestra agenda comercial", dijo el presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, Dave Camp.

"Sin este compromiso del Gobierno, otros convenios comerciales como el TAA (siglas en inglés para Asistencia por Ajuste del Comercio) y el ATPDEA (Tratado de Preferencias Arancelarias Andinas), que tratamos de extender esta semana, están ahora en un limbo y los trabajadores estadounidenses sufrirán las consecuencias", dijo Camp.

Camp reiteró su llamado para una decisión sobre los tratados con Colombia y Panamá para el 1 de julio, así como sobre un acuerdo con Corea del Sur que el Gobierno de Obama adelantó que enviaría al Congreso en las próximas semanas.

El tratado con Colombia, particularmente, es impopular para muchos demócratas por la férrea oposición de grupos laborales estadounidenses, que sostienen que el país sudamericano no hace lo suficiente para impedir los asesinatos de sindicalistas ni por llevar los culpables a la justicia. Esta semana, el representante comercial de Estados Unidos, Ron Kirk, dijo que Obama le había dado instrucciones para que intensificara las conversaciones con Colombia y Panamá a fin de resolver los temas pendientes.

En el caso de Panamá, el Gobierno de Estados Unidos presiona por reformas laborales adicionales y por la implementación de un acuerdo de intercambio de información tributaria entre los dos países firmado el año pasado para manejar el tema de paraísos fiscales.

Mientras tanto, el debate para renovar el programa que busca ayudar a los trabajadores estadounidenses despedidos por la competencia desde el extranjero y el acuerdo de preferencias andinas se encuentra estancado, condicionado al momento en que el Congreso someterá a votación los pactos de libre comercio con Colombia y Panamá.


Ambos programas expiran este sábado. A fines del año pasado fueron extendidos por seis semanas.


Reuters