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La puesta en marcha de una planta que produce 2.000 barriles diarios de etanol requiere entre 12.000 y 16.000 hectáreas de caña y hacer una inversión en la planta que cuesta US$72 millones.

Minas y Energía

Realidad de los Biocombustibles

Para garantizar el crecimiento de la industria de los biocombustibles, se debe garantizar estabilidad normativa y desmitificar algunos aspectos que hacen que verlo como un sector de alto riesgo, le contó el presidente ejecutivo de Fedebiocombustibles a Dinero.com

28 de mayo de 2010

La industria de biocombustibles, comparada con la de Brasil que tiene 80 años, llegó tarde a Colombia, sin embargo en los últimos años se han realizado esfuerzos normativos y de inversión para impulsarla como un sector con alto potencial y que le permitirá al país independencia energética.

Sin embargo, según Fedebiocombustibles, existen restricciones que pueden llegar a frenar el crecimiento de la industria en los próximos años. “Hoy en día los combustibles usan una mezcla de 8% de etanol, la meta es llegar al 15% en el 2012. Para poder mezclar más de ese porcentaje se requiere inversión”, dijo el presidente ejecutivo de Fedebiocombustibles, Jorge Bendeck.

En ese sentido, la puesta en marcha de una planta que produce 2.000 barriles diarios de etanol requiere entre 12.000 y 16.000 hectáreas de caña y hacer una inversión en la planta que cuesta US$72 millones.

“Es un negocio que necesita altos niveles de inversión y para garantizar más producción se requiere de la presencia de inversionistas o facilidades en el mercado bancario”, explicó el directivo.

Según Bendeck, el sector bancario, los inversionistas institucionales y los fondos de capital privado sienten que es muy riesgoso invertir en biocombustibles por la inestabilidad normativa y por otro tipo de mitos del sector.

Inestabilidad normativa

Por el lado normativo, una de las debilidades está en que no se asegura un porcentaje mínimo de mezcla. La ley dice que es obligatoria la mezcla pero no establece un mínimo. “Si el sector produce suficiente para un 15%, nada garantiza que van a consumir ese porcentaje”, agregó Bendeck.

Adicionlmente, las normas acerca de la asignación de tierras baldías, que ha hecho que se vayan adjudicando en unidades agrícolas familiares (UAF), hacen que el desarrollo de la agricultura industrial sea muy difícil pues requiere de grandes extensiones de tierra. “Esta es una razón muy fuerte para que no haya inversión extranjera en el sector”, comentó el presidente de la federación.

“Es de gran importancia que las regulaciones sean de carácter permanente, lo cual hará posible la llegada de más inversionistas al igual que ocurre con los hidrocarburos y la minería que goza de normas estables y precisas”, recalcó el directivo.

Un ejemplo de la inestabilidad normativa fue el compromiso del gobierno con la Unión Europea en el marco del Acuerdo de Libre Comercio firmado hace algunas semanas, en donde el gobierno Colombiano se compromete a flexibilizar una norma que se expidió el año pasado para incentivar el uso de los biocombustibles. (Vea artículo: Colombia cede acerca del uso de biocombustibles por solicitud de la UE)

Mitos

Según la federación de hay una serie de mitos alrededor del sector, que son claves para su fortalecimiento.

* Afectan la seguridad alimentaria. Según el presidente ejecutivo de la federación, hay suficiente oferta de aceite de palma y caña para cubrir el sector de alimentos y el de biocombustibles. “Se tomaron los excedentes exportables para transformarlos en etanol y biodisel”, dijo Bendeck.


* Son un negocio de los amigos del gobierno. En este sentido la federación dice que la caña y la palma, materia prima para generar etanol y biodiesel, son producidos por centenares de agricultores. “Cerca de 286.000 personas derivan su sustento de la cadena agroindustrial de los biocombustibles”, dijo el presidente.


* No ofrecen beneficios ambientales reales. Según pruebas realizadas en Bogotá a buses de transmilenio, usando mezclas desde 10% hasta 50% de biodiesel, se registró una reducción significativa de material particulado. El estudio llega a la conclusión que para generar grandes impactos positivos en materia ambiental se recomienda porcentajes de biodiesel en la mezcla mayores al 30%.


* El consumidor paga más por el combustible. La regulación de los precios la hace el gobierno nacional teniendo en cuenta el precio internacional de la materia prima –caña de azúcar y aceite de palma- y el costo de inversión del productor. “Es importante recalcar que el porcentaje de biocombustible que se mezcla está exento de impuesto, por lo tanto el consumidor paga es el impuesto sobre el consumo de gasolina o ACPM que hay en los combustibles”, dijo el directivo.