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Los protestantes mantienen a la capital del departamento paralizada. Tienen bloqueado el comercio, el transporte y los bancos.

Primer arreglo para las pirámides

Gobierno y habitantes del Putumayo acuerdan medidas para mejorar sus condiciones financieras. Préstamos y más empleos son lo crucial.

26 de noviembre de 2008

El martes en la Casa de Nariño  se reunió con  el presidente Álvaro Uribe una delegación de putumayenses encabezada por el gobernador, Felipe Alfonso Guzmán, para encontrar una solución a los disturbios provocados por el derrumbe de las pirámides financieras.

 

En la reunión se declaró al Putumayo como territorio en emergencia económica y social. A raíz de esta reunión se acordó que los bancos flexibilizarían sus condiciones para prestar a plazos más largos, contratar más familias guardabosques y aumentar el pie de fuerza de la Policía departamental.


Los disturbios habían arreciado el miércoles, cuando las disputas de los protestantes contra la policía dejaron 15 heridos y la quema de 9 vehículos en un parqueadero de Mocoa, la capital del Putumayo.

En horas de la tarde la fuerza pública había logrado la normalización de situación en la vía pública.

A la reunión del martes en la tarde asistieron además trece alcaldes del departamento y líderes de la comunidad. En ella expusieron las propuestas diseñadas colectivamente por el equipo de gobierno departamental, autoridades regionales, locales y comunidad en general, para resolver la crisis socioeconómica.

En adición a las propuestas aceptadas, se le pidió al gobierno que garantizara la alimentación básica, vivienda digna y la educación gratuita a los habitantes del departamento, en cumplimiento del mandato constitucional.