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ARCHIVO SEMANA | Foto: ARCHIVO SEMANA

Alimentos

Poder adquisitivo dinamiza las ventas

El sector de alimentos se ha visto bien retribuido por el incremento salarial del mínimo por encima de la inflación, lo que ya empieza a evidenciarse en los ingresos de las principales compañías.

24 de mayo de 2012

Aunque la entrada en vigencia del tratado comercial con Estados Unidos impone un compás de espera para hacer las proyecciones de éste año en la industria de alimentos, la directora de la Cámara de la Industria de Alimentos de la ANDI, María Carolina Lorduy, evidencia un sector jalonado por la propia dinámica de la economía y, en particular, por el incremento salarial del mínimo por encima de la inflación.

La prueba es que según cifras emitidas por Colombina, una de las empresas más importantes del sector, en el primer trimestre del año logró ventas netas consolidadas por $315.371 millones, superando en 9% la cifra alcanzada en el mismo período del 2011.

En el mercado nacional las ventas netas de la empresa vallecaucana fueron $216.177 millones, creciendo 9%, mientras que en el mercado internacional alcanzó $99.194 millones, superior en 8%, a pesar de la revaluación del peso, cercana al 5%, el promedio entre los dos períodos.

Frente al repunte en el mercado internacional, la directiva de la ANDI explica que el panorama será todavía mejor, pues la apertura del país a los mercados globales debe tener efectos claros: “abaratar los insumos para la producción primaria en Colombia”.

Explica que el ingreso de materias primas para alimentación de animales y para producción de alimentos con costos más cercanos a los internacionales, indudablemente puede tornarse en un atractivo, así como el efecto regulador de los precios internos que se produce casi de forma automática ante la posibilidad de importar materias primas e insumos con bajo o ningún arancel.

Sin embargo, Lorduy señala que la competitividad de las cadenas agroalimentarias tiene como punto de partida la competitividad del sector rural, entendida como la habilidad de las fincas para competir exitosamente, con bajos costos y productos diferenciados, con buenos niveles de vida de sus trabajadores. “Esto nos hará competitivos internacionalmente.  Hay que ser creativos”, concluye.