Home

Empresas

Artículo

Río Magdalena. | Foto: Germán Enrique Núñez

Pequeña historia

Programas de desarrollo del municipio de Flandes, Tolima. Son 20.000 habitantes que piensan vivir del turismo y la logística. ¿Funcionará?

Germán Enrique Núñez
15 de diciembre de 2008

El gobierno de Flandes en el departamento del Tolima anunció que aprobará exenciones tributarias para toda la inversión extranjera directa que se instale en el municipio y que esté focalizada principalmente en el sector del turismo.

La Alcaldía precisó que esta medida y otras que están en estudio hacen parte del Plan de Internacionalización de Flandes pues consideran que no se le puede ceder más terreno al promocionado tema de la globalización de los mercados en donde hay espacio para vender productos, valor agregado y servicios.

El Alcalde de Flandes, Santos Suárez Montaño, dijo que las necesidades de infraestructura turística están abriendo la puerta para que varios inversionistas le inyecten capital a Flandes para poder impulsar el municipio como uno de los líderes de la industria sin chimeneas.

Esto permitirá que grandes consorcios le apuesten a la región, logrando importantes utilidades si se tiene en cuenta que esta población cuenta con aeropuerto y río sobre la cuenca grande del Magdalena.

Algunas firmas ya están buscando tierras en Flandes para desarrollar proyectos turísticos y para eso habrá el máximo de respaldo por parte de la administración municipal que ve no solo crecimiento económico por inversión, sino generación de empleo, riqueza y progreso.

“El municipio de Flandes está dispuesto a exonerar de impuestos a las empresas turísticas que vengan a invertir en la región. Podemos trasladar los bajos costos en urbanismo y en servicios públicos a los nuevos jugadores del turismo”, sentenció Suárez.

El funcionario expresó que Flandes es una oportunidad para que el capital crezca y sostuvo que una de las prendas de garantía es no solo el mercado amplio por atender sino el hecho de que el municipio honra sus compromisos evitando incumplimientos o generando los temerarios problemas contractuales.

Zona franca
Flandes no solo quiere inversión turística o de otros frentes como el de hidrocarburos, sino que quiere adelantar un megaproyecto en logística que permita desarrollar una ambiciosa zona franca, sacándole el máximo de provecho a su situación geográfica y natural.

Como valor agregado y muy visualizado está el Aeropuerto Santiago Vila, que entraría a concesión para oxigenar el flujo de carga y pasajeros que tiene en veremos la competitividad de Bogotá.

De igual forma están el Rio Magdalena, de alta navegabilidad y la Doble Calzada, Bogotá-Girardot, convertida en la gran y afortunada realidad para la región central del país.


“Con este proyecto haremos parte de las áreas logísticas ya trazadas por Planeación Nacional porque el mismo gobierno dijo que hay territorios que se transformarán en logísticos y para eso Flandes cumple con todos los requisitos, pues nos favorece la frontera con Cundinamarca, la cercanía con Bogotá, el paso obligado para el Pacífico y la ventaja de contar con tres elementos claves en el desarrollo, aire, agua y tierra”, precisó.

El ejecutivo sabe que dentro del plan de zonas francas, las habrá normales y especiales que permitirá a los inversionistas mitigar las pérdidas que reportan por el alto pago de impuestos.

Flandes tiene como particularidad el ser una zona de alto flujo de transporte de carga pesada, asunto que abre la posibilidad de erigir una gran ciudadela de carga que uniría la zona franca con el turismo, aprovechando para los dos fines la ruta fluvial del Magdalena, pensado para el mediano o largo plazo.

La ciudad de Flandes tiene claro que ahora lo importante es vender marca región con proyectos como ciudad región, Distrito Capital y Región que manejan la Alcaldía de Bogotá y la Gobernación de Cundinamarca.

“Toda esa iniciativa es muy valiosa y ahí estamos nosotros poniendo nuestro case pero también estamos jalonando la integración regional o territorial, vinculando una ciudad región que comprometa inicialmente a Girardot, Flandes y Ricaurte para después pasar a un segundo anillo que integre a Tocaima, Melgar, Suárez, Espinal y Coello. El tercer eje sería el más importante por población y recursos económicos comprometiendo a Bogotá, Ibagué, Neiva y las capitales más cercanas en la propuesta de crear las ciudades región”, explicó.

A sembrar
Dentro de las propuestas de Bogotá a los municipios que hacen parte del Eje, está la de seguridad alimentaria con el fin de que los municipios se conviertan en la despensa de Bogotá y Cundinamarca, sin perder la opción de exportar parte de la oferta de alimentos que salgan de zonas como Tolima, Huila, Caquetá y Cundinamarca.

Para esa iniciativa vendrá una ayuda técnica y financiera de Bogotá con el fin de mejorar en infraestructura, optimizando los canales de distribución.

“Nosotros aspiramos a exportar no solo comida sino agua a países del oriente y de Europa en donde estos productos y servicios no existen. A futuro vamos a tener planes de crecimiento de la frontera agrícola tan enormes que podremos vender comida y el preciado líquido sobre la base de mejorar y cuidar nuestras cuencas hidrográficas”, aseveró Suárez.

Explicó que hay un tema casi impensable y traído de los cabellos que consiste en la visita de países que quieren concesionar ríos como es el caso de Argentina y otros del patio latinoamericano.

El aeropuerto
Para sacar adelante estos proyectos ya ha habido reuniones entre los alcaldes de Ricaurte, Flandes, Girardot y la Gobernación de Cundinamarca que dejó como resultado un documento de voluntades firmado por las partes interesadas.

Ese compromiso abarca la zona franca y el aeropuerto de Flandes que sería un complemento en carga del aeropuerto El Dorado de Bogotá lo cual es una decisión tomada.

El paso a seguir es recibir el aeropuerto en sesión por la gobernación y los tres municipios asunto que tiene el beneplácito de la Aeronáutica Civil. Según los interesados, la entidad dijo que lo va a entregar para que a su vez este grupo lo adecue, lo administre y lo adjudique en concesión a una firma con musculatura financiera o a una empresa con experiencia en el ramo.

Lo ideal es alargar la pista actual de 1.600 metros a 2.500 metros por 45 de ancha para poder recibir aviones con mayor capacidad de carga. Todo el cronograma de trabajos dispuesto para ampliar la infraestructura existente se proyectó a tres años.

Con el aeropuerto de Flandes operando como terminal alterno de Bogotá, habría descongestión en el Dorado, bajarían los costos de operación y consolidaría la región como exportadora.

Ya un estudio de Aeropuertos de París contemplaba dentro del Plan Maestro para Bogotá, la construcción urgente de una tercera pista, asunto complicado porque la invasión urbana no permite la ampliación de El Dorado.

La opción más cercana y más rentable es la terminal de Flandes en donde los programas son mucho más ambiciosos que ampliar la pista actual. Lo anterior porque con mayor capacidad para recibir aviones de carga, la idea es trazar una segunda pista en Flandes con 3.000 metros de largo y una capacidad de mayor tonelaje por aeronave.
Esa obra conllevaría, y está en la cabeza de los futuros socios del aeropuerto Santiago Vila, a desarrollar complejos hoteleros de cinco estrellas, pensando en atraer turismo, creación de nuevos muelles de carga y todo un complejo de atracciones que hagan más llamativo el sitio para la inversión.

Según el Alcalde, si se logra construir la segunda pista, optimizando el aeropuerto, el anterior quedaría en manos de la Fuerza Aérea.

“Este aeropuerto tiene condiciones atmosféricas muy convenientes y aparte de todo conlleva a que las empresas ahorren combustible. Este terminal junto con la doble calzada Bogotá-Girardot, el río Magdalena y el ferrocarril, harán de Flandes todo un puerto multimodal de gran apoyo a esa iniciativa de Bogotá región. Otra ventaja nueva es la cercanía con el pacífico por el túnel de la línea”, agregó.

Esa será la tarea de la empresa conformada y que sirve de atractivo para los inversionistas interesados en el tema de Zona Franca.

Por ser un puerto multimodal, gracias a las condiciones geográficas y de territorio hará que el aeropuerto sea mucho más funcional y eso revierte en mejores condiciones para los usuarios de la terminal aérea porque un avión que sale cargado de Flandes, vale menos que uno despachado desde Bogotá.


La disposición de carga que tiene que llegar a Bogotá resulta más barata hacerla desde Flandes y eso tarde que temprano lo va a leer el empresario que pondrá con toda seguridad sus ojos en esta opción que encaja bien dentro de los esquemas de competitividad por el tema ahorro.

“Esto tiene que ser agenciado desde el estado, de esto tiene que hablar el ministro de Transporte, Andrés Uriel Gallego, las grandes empresas, los municipios y los gobernadores. Con Flandes se abre una gran oportunidad para la región y para el Tolima, por eso resulta determinante que el gobernador del departamento mire con la debida importancia a Flandes que está a un paso de consolidar un mercado de más de ocho millones de habitantes, teniendo en cuenta la cercanía que implica la doble calzada entre Bogotá y el municipio”, indicó el funcionario.

El gobierno de Flandes aclaró que la distancia con la Gobernación del Tolima no es nada que no se pueda solventar con el diálogo y la conciliación pues el tema de la integración y los planes de desarrollo obedecen al argumento oportunidad, donde no hubo nada coactivo y en donde nadie impuso condiciones ni reglas de juego.

“Aquí el asunto es de visión y de ambición porque en un proyecto de este calibre una región no se puede quedar por fuera. El asunto es sumar optimismo y trabajo, así como lo hace el Gobernador de Cundinamarca, Andrés González. Este desarrollo va más lejos de lo que el mandatario tolimense imagina. Al progreso, indiscutiblemente no hay que ponerle palos en la rueda”, afirmó.

Actualmente Flandes vive y capta recursos del turismo, la agricultura y en menor proporción de la ganadería. La zona rural produce sorgo, algodón, maíz y albahaca. Este último cultivo se exporta a Estados Unidos con el lío que implica los intermediarios.

La población y el Tolima esperan que los beneficios del Distrito de Riego se cristalicen pues con esa obra el área cultivada podría crecer a tasas exuberantes.

La Alcaldía sabe que el TLC es un riesgo pero de igual forma lo ve como una oportunidad para obtener beneficios. El listado de cultivos no es más amplio porque lamentablemente el arroz que es el producto estrella del Tolima absorbe la mayoría de recursos, dejando en el limbo otros beneficios y otras rentas agropecuarias.

En ganadería es necesario invertir pues hay familias que crían bovinos pero que no crecen por falta de apoyo desde el gobierno.

Ojo con el petróleo
Después de la experiencia con el pozo de Guando explotado por la brasilera Petrobras, existe el palpito que la tierra de este sector del Tolima tiene una buena probabilidad de generar hallazgos de crudo.

La población de Melgar sentó un buen precedente y ahora la investigación de un bloque en Flandes bautizado Camalá tiene esperanzada a la región más con el descubrimiento de crudo en Espinal.

Con todo esto, la Alcaldía de Flandes hizo un llamado a la inversión extranjera para que incline su mirada al municipio y aumente sísmica y exploración de petróleo porque lo cierto es que la comarca tiene riquezas muy grandes en el subsuelo.

Para la administración de Flandes, este municipio de más de veinte mil habitantes, bañado por el Río Magdalena y abrazado por el calor tropical que lo hace el mejor balneario por sus 30 grados centígrados, su devenir está en la inversión nacional o extranjera, en frentes como el turismo, el petróleo y la agroindustria. Su Alcalde vislumbra el futuro del comercio internacional con una zona franca sólida y hecha a la medida de las necesidades logísticas del centro del país.

Flandes no es solo el mejor viudo de capaz, dicen, Flandes no es el mejor recuerdo y el sabor de antaño bajo el puente o sobre la vía férrea, no, Flandes es el presente de la inversión, es una realidad llamada rentabilidad y oportunidad que se abre como la mejor mina de oro a orillas de la rivera Grande en el Alto Magdalena.