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El ex obispo católico Fernando Lugo ganó la contienda presidencial del domingo tras derrotar al Partido Colorado, que controló el poder durante seis décadas.

INTERNACIONAL

Paraguay: otro gobierno de izquierda en América Latina

Latinoamérica tiene otro gobierno de izquierda, el de Paraguay. Pero pese a ello, el giro a la izquierda no es uniforme. El ex obispo católico Fernando Lugo ganó la contienda presidencial del domingo tras derrotar al Partido Colorado, que controló el poder durante seis décadas.

21 de abril de 2008

 

Lugo, un novato político que renunció a su puesto en la iglesia católica para postularse a la presidencia, puso fin a 61 años de gobierno del Partido Colorado, tras realizar una campaña contra la corupción política y el desastre económico.

El Partido Colorado surgió luego de una guerra civil en 1947 y apoyó la dictadura de derecha del general Alfredo Stroessner, hasta su derrocamiento en 1989.

La candidata del partido, Blanca Ovelar, heredera política del presidente Nicanor Duarte, pretendía ser la primera presidenta de Paraguay. Sin embargo aceptó su derrota el domingo.

Lugo declaró el lunes que su prioridad será ayudar a los indígenas en situación de pobreza y obtener mayores aportes de Brasil para erigir una presa en un río ubicado en la frontera entre ambos países.

En entrevista con The Associated Press, Lugo pidió disculpas al Papa por ingresar en la política y expresó deseos de volver a su puesto como obispo una vez concluya su presidencia.

También aseguró la continuidad de la burocracia, creada por el Partido Colorado, prometiendo "seguridad y tranquilidad para los empleados del estado con el objetivo de que el país continúe funcionando".

El triunfo de la Alianza Patriótica por el Cambio, la coalición opositora liderada por Lugo, es la más reciente victoria de una serie de triunfos electorales de la izquierda y centroizquierda, en América Latina.

Mark Weisbrot, del Centro de Investigación Política y Económica en Washington, señaló que la elección de Lugo es un signo de "los profundos e irreversibles cambios que ocurren en América Latina".

Estados Unidos dio señales de su disposición a colaborar con el nuevo gobierno. El portavoz del Departamento de Estado, Tom Casey, declaró a la prensa que las elecciones eran un "paso" adelante luego de la "historia más bien difícil en términos de desarrollo y democracia" de Paraguay.

Sin embargo, Lugo enfrenta mucho retos: un 43% de la población del país (6,5 millones) vive en la pobreza, el analfabetismo es alto, 300.000 agricultores sin tierras exigen apoyo y la corrupción en Paraguay es flagrante. Lugo, quien nunca ha ocupado cargo público alguno, consolidó su coalición contra el Partido Colorado hace tan sólo ocho meses.

Por ahora, la oposición disfruta la victoria, en grandes celebraciones en Asunción y en las ciudades vecinas.

"Ustedes decidieron qué es lo que se tiene qué hacer en Paraguay. Decidieron ser un Paraguay libre", dijo Lugo a una multitud alegre.

Pese a todo, los simpatizantes de Lugo estarán pendientes de que cumpla sus propósitos.

"Lugo ha hecho muchas promesas y nosotros estamos cansados de las promesas. Tendremos que esperar por lo menos un año para ver si en verdad logra algo, especialmente si le puede dar trabajo a los jóvenes", dijo Rodney Bernal, un guardia de seguridad en un hotel que presenciaba las celebraciones de la oposición.

 

 

AP