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Modelo en Colombiamoda. | Foto: Germán Enrique Núñez

Industria

Panorama textil nada bueno

Las textileras colombianas exportaron más este año pero ven con pesimismo el 2009.

Germán Enrique Núñez
29 de diciembre de 2008

El sector textil del país cerrará este año con exportaciones cercanas a los US$2.000 millones registrando un aumento de US$400 millones en promedio frente a igual periodo del año anterior cuando el dato de exportaciones de textiles y confecciones colombianas superaba los US$1.960 millones.

Esta referencia revela que las ventas al exterior fueron las que salvaron el año de los empresarios que de todas maneras tenían mejores expectativas en el mercado internacional que se fue cayendo desde mediados de 2007.

De esa cifra el mayor comprador sigue siendo Venezuela que absorbe el 60 por ciento de la producción de textiles seguido por Estados Unidos que demanda entre 25 y 30%.

Desde mediados de 2007 Estados Unidos dejó de ser el primer cliente de Colombia, puesto que ocupa hoy Venezuela que demandó más productos como consecuencia de los buenos precios del petróleo en los tres primeros trimestres de 2007.

El sector Textil confecciones que experimentó una fuerte contracción de la demanda interna y externa durante 2008, acompañada ella de contrabando, revaluación, caída en las exportaciones y alto costo en los servicios públicos no es muy optimista por el desempeño para 2009.

El presidente de la Asociación Colombiana del Sector Textil Confección (ASCOLTEX), Iván Amaya, le dijo a Dinero.com que los ejercicios económicos de las empresas no son más que el resultado de una desaceleración de la economía experimentada desde finales de 2007.

“Este pobre comportamiento es bien preocupante y el 2008 tendrá un registro por contracción de la demanda interna, muy seguramente de menos tres punto cinco por ciento para el sector”, indicó el dirigente gremial.

En opinión del empresario, el 2009 ofrece nuevas dificultades, motivo por el cual las fabricas deben ser muy prudentes en su manera de mantener la coherente correlación entre producción y ventas, es decir no generar inventarios que a la postre son los que generan los desordenes en el mercado.

Para Amaya la situación que será bien complicada con cargo a la crisis financiera internacional y al marchitamiento en los precios del petróleo. Solo será manejable con la reactivación de la demanda interna la cual solo se logrará si el gobierno pone en marcha un ambicioso plan de obras públicas que generen el ingreso suficiente para vender la producción de la industria textil y de confecciones.

“El gobierno se ha acordado un poco tarde de esta ofensiva para salvar la economía por el lado del desarrollo en infraestructura pero si hay voluntad habrá empleo y con el mayor demanda porque por el lado internacional las cosas son poco halagüeñas”, anotó.

El 2008 terminó con más de 25.000 personas por fuera de las empresas pues la única forma de aligerar cargas fue despidiendo personal, asunto que golpea la economía y el frente social.

Para evitar este y otros golpes laborales, dijo, hay que trabajar en varios frentes pues los empresarios necesitan respaldo y oxigeno y es así como el Banco de la República debe propender por tasas de interés más bajas para incentivar la inversión y la producción en procura de recuperar los puestos de trabajo perdidos.

Paralelo a lo anterior, declaró, hay que fomentar toda una campaña de comprar marca país y de crear toda una cultura de apego por lo hecho en Colombia. Solo así la industria nacional podrá salvar su permanencia en el mercado y junto a ella el futuro de miles de familias que devengan su sustento de textiles y confecciones.

Una de las buenas noticias en medio de la coyuntura es que el aparato productivo chino ha bajado a tasas considerables por la contracción en la demanda de Estados Unidos, Europa y el mundo en general. El asunto es tan precario que hay información que en tres conocidas provincias de ese país del lejano oriente la producción de textiles y tejidos cayó por debajo del 50%.

Según los textileros, el drama llegó inclusive a la zona de Colón en Panamá en donde los contrabandistas ya hacen visibles sus angustias con algún tipo de descaro.
“Nos preguntan en medio de lo complejo y grave del asunto que los empresarios colombianos como vemos la situación”, eso dice mucho de lo que pasa en la industria.

Al problema de demanda interna se suma la caída en el envío de remesas, el invierno de finales de año y la tragedia económica que vivió el país con las pirámides y la captación ilegal de dinero.

ESTADOS UNIDOS Y EL VECINDARIO

El presidente de ASCOLTEX, Iván Amaya, afirmó que las exportaciones serán el talón de Aquiles de la industria por cuanto hay varios aspectos que golpearán las exportaciones a países en donde la demanda ha salvado la papeleta.

El tema Estados Unidos ya sobra decirlo está claro y se trata de una caída en las ventas a escalas muy preocupantes por el drama financiero y por el revés con la aprobación del TLC. Sobre ese tema existe la posibilidad entre los más optimistas que entre a discusiones en el Congreso en 2.009 para que le den vigencia en 2010 pues ya el balón está en manos del nuevo gobierno y de los demócratas, lo cual hace prever un buen devenir porque se trata de decisiones propias, individuales y autónomas de esa bancada hoy en el poder.

“Pueda ser que las cosas se den en ese sentido porque tanta incertidumbre con el acuerdo comercial nos ha quitado clientela en Estados Unidos que prefirieron mirar a oriente o a Centroamérica”, reveló.

El otro dolor de cabeza estará por el lado de Venezuela si se tiene en cuenta que ese país vecino le compra a Colombia el 60% de la producción de textiles y confecciones.

Allí la caída estrepitosa en el precio del petróleo castigará muy seguramente las exportaciones porque habrá menor flujo de caja y el gobierno tendrá que jugársela conservando el equilibrio de balanza cambiaria restringiendo importaciones y eso si le pega duro a la producción y venta de textiles de origen colombiano.

En Ecuador las ventas siguen con los niveles históricos pero hay una incertidumbre política que en cualquier momento podría intervenir la relación económica, asunto que sería aun más complicado pero que hasta el momento ha conjurado la diplomacia empresarial y el buen entendimiento entre esas dos naciones hermanas desde su sector real.
El sector textil le apuesta a un crecimiento del PIB en 2009 de 3 % o algo menos pues todos los indicadores muestran la crudeza de la desaceleración. Sin embargo cree que la crisis empezará a conjurarse arrancando el 2010 por lo que insisten en hacer las cosas de la mejor manera mientras pasa la tempestad.

“La situación es dura y será peor pero aquí estamos y aquí nos quedamos apostándole al país, a su crecimiento y a su desarrollo. Nosotros creemos en el futuro muy a pesar de las complicaciones que se avecinan”, concluyó el presidente de ASCOLTEX.