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Ricardo Salinas Pliego, presidente del Grupo Salinas, ya comenzó la expansión de su conglomerado en el mercado colombiano. Su fortuna supera los US$17.000 millones.

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¡Órale manito!

El segundo hombre más rico de México mueve sus fichas en Colombia: construye la red de fibra óptica más extensa del país y prepara el terreno para la llegada de varias de sus empresas.

26 de abril de 2012

El magnate mexicano Ricardo Salinas está enfilando sus baterías para ‘desembarcar’ en Colombia con la mayoría de sus negocios. Con una fortuna cercana a los US$17.400 millones, este hombre es propietario del segundo conglomerado empresarial de México –solo superado por Carlos Slim– y del que hacen parte empresas de comercio, financieras, aseguradoras, de telecomunicaciones y de telefonía celular, entre otras.

El primer indicio de este desembarco se produjo a finales del año pasado cuando la organización ganó la licitación para crear la Red Nacional de Fibra Óptica, una iniciativa estatal que busca llevar banda ancha hasta 1.079 municipios para 2014.

“La propuesta del Grupo Salinas nos tomó por sorpresa, pues solo esperábamos que participaran jugadores establecidos en el país. Su oferta abarcaba un mayor número de municipios, lo que determinó su triunfo”, recuerda Diego Molano, ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC).

En este caso, las empresas Azteca Comunicaciones y TotalPlay –de Salinas– les ganaron la partida a organizaciones con más tradición en el mercado local como Telefónica o Telmex. “Para el despliegue de esta red invertiremos US$30 millones anuales durante los próximos 15 años, lo que significa que inicialmente esperamos inyectar unos US$450 millones. Tenemos todo el respaldo del Grupo, pues Colombia está en primera línea para la expansión”, comenta Alexandra Reyes, presidente de Azteca Comunicaciones en el país.

Una vez esté desplegada la red, el grupo se encargará de su gestión durante 15 años, durante los cuales debe permitir que las empresas interesadas la usen, a partir de una propuesta comercial única. En este caso, también podrá prestar servicios a usuarios finales, como conexiones a banda ancha, telefonía y televisión por suscripción, por ejemplo.

Este proyecto es la punta de lanza para la llegada de otras empresas del Grupo Salinas y se espera que la organización participe en otras licitaciones como las de espectro para servicios móviles de cuarta generación (4G) o la del tercer canal de televisión abierta.??Baraja de posibilidades

El Grupo Salinas está integrado por divisiones de comercio, servicios financieros, medios de comunicación y telecomunicaciones que, en conjunto, emplean más de 60.000 personas en el mundo y generan ingresos por US$5.000 millones cada año.

Sus principales negocios son la cadena de tiendas de muebles y electrodomésticos Elektra, el Banco Azteca, el canal de televisión TV Azteca y la empresa de telefonía celular Iusacell.

Según un analista mexicano, la mayoría de los ingresos del grupo provienen de la relación entre sus divisiones de comercio y financiera. A través de un modelo de ‘sucursales-tienda’, Banco Azteca presta pequeñas cantidades de dinero –en promedio US$300– con unos requisitos muy simples a estratos bajos que quieran adquirir enseres en los locales de Elektra.

Además de ser ejemplo de bancarización, esta relación es la fuente de crecimiento del grupo: el año pasado, Banco Azteca alcanzó 13,6 millones de cuentas en México, con un crecimiento de 44% frente a 2010.

Este sería el siguiente paso en su estrategia de entrada a Colombia. Al fin y al cabo, con este modelo Salinas comenzó operaciones en Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, Perú, Argentina y Brasil donde, cabe anotar, ha sido criticado por cobrar intereses muy elevados. “El argumento que suele usar el grupo es que deben afrontar el riesgo de llegar hasta sectores muy vulnerables que pueden no pagar”, dice el experto mexicano.

En medios de comunicación, la organización estaría contemplando participar en la subasta del tercer canal privado de televisión. Para esto tiene la experiencia de TV Azteca que, además de operar dos canales de televisión en México y uno en Estados Unidos, es una de las mayores realizadoras de contenidos audiovisuales en América Latina, con más de 10.000 horas de programación anuales que comprenden noticieros, telenovelas y transmisiones deportivas.

De hecho, TV Azteca ya ha tenido acercamientos con el mercado local a través de alianzas de producción con los dos canales privados locales. Así, por ejemplo, adquirió los derechos para realizar la adaptación mexicana de la telenovela Nuevo rico, nuevo pobre de Caracol, al tiempo que trabajó en una versión de A corazón abierto junto a RCN.

Para completar, la división de telecomunicaciones –que en Colombia representa Azteca Comunicaciones– analiza su participación en el proceso de adjudicación de espectro para servicios móviles de 4G. “Aunque estamos concentrados en la ejecución de la red nacional de fibra óptica, no descartamos nuestra participación en otros frentes. Más si tenemos en cuenta nuestra experiencia acumulada a través de la operadora de telefonía celular Iusacell, una de las más antiguas de la región”, comenta Reyes.

Así pues, Ricardo Salinas comienza a apostar fuerte por su ingreso a Colombia dentro de su estrategia global para expandir sus marcas hacia nuevos mercados. Solo queda esperar que no se repita la historia de 2006, cuando después del anuncio formal de la llegada de Elektra y Banco Azteca, las condiciones cambiaron y no se concretó la entrada de las dos empresas. Hasta ahora.