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Obama presidente de Estados Unidos

Barack Obama escribió su nombre en la historia estadounidense al convertirse en el primer presidente negro del país con una aplastante victoria sobre McCain.

5 de noviembre de 2008

WASHINGTON - Barack Obama escribió su nombre con tinta indeleble en la historia estadounidense el martes al convertirse en el primer presidente negro del país con una aplastante victoria sobre John McCain, impulsada por un mensaje de renovación política y social.

Computados el 92% de los votos, Obama tenía el 52% de las preferencias y 349 votos electorales, mientras que McCain sumaba el 47% y 147 votos electorales.

Hacían falta 270 votos electorales para ser elegido presidente.

La victoria de Obama representó un fuerte rechazo de la gestión de George W. Bush, quien nunca sacó más de 286 votos electorales en las dos votaciones presidenciales que ganó.

Obama capturó estados que otrora eran bastiones republicanos, como Florida, Indiana y Virginia, y conservó los que tradicionalmente votan por los demócratas.

El senador de Illinois, de 47 años, hijo de una mujer blanca de Kansas y de un padre negro de Kenia, explotó el profundo descontento que hay con el actual estado de cosas y prometió una nueva era de cambio y esperanza a lo largo de una impecable campaña electoral de 21 meses.

"Si hay alguien que todavía duda que en Estados unidos todo es posible, que se pregunta si el sueño de los padres de la patria sigue vivo, que cuestiona el poder de nuestra democracia, esta noche tienen su respuesta", declaró Obama en su primer discurso como presidente electo.

Hablando ante una multitud en un parque de Chicago, afirmó que el país enfrenta "los más grandes desafíos: dos guerras (en Irak y Afganistán), un planeta en peligro, la peor crisis financiera en un siglo".

"Hay muchos que no estarán de acuerdo con todas las decisiones o las políticas que adopte como presidente, y sé que el gobierno no puede resolver todos los problemas", agregó. "Pero siempre seré honesto con ustedes acerca de los retos por delante".

Sus partidarios lo aclamaron y ondearon banderas. Muchos, incluido el dirigente negro Jessy Jackson, veterano de mil batallas por los derechos civiles, lloraron.

En ciudades de todo el país se escucharon bocinazos. En el barrio neoyorquino de Harlem se reunieron miles de personas en una plaza cerca del legendario teatro Apollo. En Washington se concentraron también miles de personas cerca de la Casa Blanca y gritaron "¡Bush se va!".

Obama cruzó una puerta abierta hace 145 años, cuando Abraham Lincoln, otro político de Illinois, concedió la libertad a los esclavos afroamericanos en medio de una sangrienta guerra civil.

Obama asumirá la presidencia el 20 de enero, 43 años después de que se sancionó una ley que anulaba una serie de requisitos que en la práctica impedían votar a los negros en muchos estados sureños.

La audaz decisión de Obama de dar pelea en estados que no votaban por los demócratas desde hacía tiempo rindió dividendos. Su triunfo se cimentó con victorias en los estados tradicionalmente republicanos como Ohio, Iowa, Florida y Virginia. En este último ningún demócrata se impuso desde 1964.

Poco después de las 11 de la noche (0400 GMT), McCain reconoció su derrota.

"Tuve el honor de llamar al senador Obama para felicitarlo", declaró McCain ante numerosos partidarios en Arizona. "Su éxito merece mi respeto, por su talento y su perseverancia".

"El pueblo estadounidense se pronunció, y lo hizo claramente", acotó.

McCain dijo que admiraba la capacidad de Obama de generar esperanza en los sectores postergados de la sociedad.

"Me comprometo a hacer todo lo que esté a mi alcance" para superar los desafíos que enfrenta el país, expresó el candidato republicano.

El presidente Bush también se comunicó telefónicamente con Obama. "Qué noche tan extraordinaria para usted, su familia y sus partidarios", le dijo el mandatario.

"Se dispone a iniciar uno de los capítulos más importantes de su vida. Lo felicito. Que lo disfrute", señaló Bush, quien le prometió a Obama una transición sin complicaciones, según la portavoz del presidente Dana Perino.

Obama se alejó de McCain en las encuestas al estallar la crisis financiera que sacude al país. Y asoció exitosamente a McCain con su correligionario Bush, quien es muy impopular.

El nuevo presidente electo irrumpió en la política nacional con un discurso electrizante en la convención nacional demócrata del 2004, cuando se preparaba para postularse al Senado y terminaba de dar forma a su mensaje de unidad en un país muy dividido.

Obama observó los primeros resultados en un hotel del centro de Chicago y luego se fue a su casa a cenar con su familia, tras una agotadora campaña de 21 meses.

Los demócratas ganaban además bancas en las dos cámaras del Congreso y reforzaban su mayoría legislativa.

En el Senado, se habían asegurado al menos 56 de los 100 escaños, lo que representa una ganancia neta de cinco bancas, mientras que en la Cámara de Representantes aventajaban a los republicanos 251 a 171 y parecían encaminados a obtener una ganancia neta de 20 escaños, que se suman a los 30 obtenidos en el 2006.

Joe Biden, compañero de fórmula de Obama, retuvo su banca senatorial en Delaware. En vista de que obtuvo la vicepresidencia, esa banca será ocupada probablemente por una figura seleccionada por el gobernador demócrata de Delaware.

Los demócratas John Kerry (Massachusetts), Frank Lautenberg (Nueva Jersey) y Richard Durbin (Illinois) conservaron sus bancas en el Senado, lo mismo que los republicanos Lamar Alexander (Tenesí) y Susan Collins (Maine).

La republicana Elizabeth Dole, no obstante, perdió su banca ante el demócrata Kay Hagan en Carolina del Norte.

Los estadounidenses formaron el martes largas filas para depositar su voto en las elecciones.

Las entrevistas con los votantes indicaban que casi seis de cada 10 mujeres apoyaban a Obama, y que los hombres preferían al demócrata por un ligero margen. Poco más de la mitad de las mujeres blancas apoyaba a McCain, dándole una ligera ventaja en un grupo que respaldó en forma arrolladora al presidente George W. Bush en el 2004.

La economía era por mucho el tema más relevante en las mentes de los votantes.

Una encuesta a boca de urna, aplicada por The Associated Press detectó que seis de cada 10 votantes en Estados Unidos mencionaron la economía como el problema principal del país. Ninguno de otros cuatro temas enumerados en la lista _ energía, Irak, terrorismo o atención a la salud _ fue elegido por más de uno de los 10 entrevistados.

Los resultados se basan en una muestra parcial y preliminar de casi 10.000 electores a la salida de las urnas, así como en entrevistas telefónicas hechas la semana anterior a quienes emitieron su voto anticipado.

Obama lideraba buena parte de las encuestas preelectorales, tanto nacionales como en cada estado.

Para ganar, un candidato debía conseguir al menos 270 votos electorales que reparten los estados, según asignaciones proporcionales el número de habitantes.

Obama votó en la escuela de párvulos Beulah Shoesmith, en Chicago, poco después de las 7:30 de la mañana (1330 GMT), vitoreado por los asistentes cuando mostró su papeleta electoral. Le acompañaron su esposa Michelle y sus dos hijas.

En Phoenix, McCain depositó su voto en una iglesia antes de volar a Colorado y Nuevo México, para participar en actos proselitistas.


(AP)