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| Foto: Juan Carlos Martínez A.

Tecnología

"No podemos tenerle miedo a invertir en tecnología"

La educación y la inversión en tecnología son fundamentales para América Latina, porque hoy es necesario estar listo para competir contra todos. Entrevista con el Vicepresidente de Microsoft Latinoamérica, Hernán Rincón.

Juan Carlos Martínez A.
12 de septiembre de 2007

Aunque el concepto de modernización en las empresas siempre está latente, el proceso cada vez está tomando más fuerza al interior de las organizaciones, pues para progresar necesitan tener competitividad en el mercado global. Y la productividad se logra con tecnología.

Esta es una de las premisas que está difundiendo por toda la región Hernán Rincón, un colombiano que desde hace unos meses es el encargado de manejar los negocios de  Microsoft en Latinoamérica. Parte de este trabajo ha consistido en educar y concientizar no sólo a las personas sino también a los gobiernos, para que inviertan en tecnología y salir con altura a competir en otros mercados.

¿A qué tiene que apostarle un país que quiera ser competitivo?
La tecnología tiene que ser vista como un factor que genera desarrollo y por ende un mecanismo para ser competitivo. Nadie debe pensar que las herramientas ofrecidas por el desarrollo son innecesarias. No podemos tenerle miedo a invertir en tecnología, pues todo es un complemento. Por ello, la empresa (Microsoft) ha querido agregar al concepto de trabajo con software, los servicios, porque creemos que este es el futuro de la computación. Estamos empezando a introducir servicios que complementan los productos que nosotros tenemos. Este año la compañía ha lanzado diversos productos para varios segmentos, los cuales buscan que las compañías se acoplen a las herramientas de productividad que genera la vida moderna.

América Latina tiene altos índices de piratería, ¿cómo enfrentar este flagelo para unir estos dos conceptos?
La piratería es un problema complejo en toda la región, porque hay una carencia del respeto por la propiedad intelectual, desde las películas hasta la música y ni hablar de software. Sin embargo, del año pasado, al momento, según investigaciones realizadas, este fenómeno ha disminuido sustancialmente en toda la región por primera vez en la historia de América Latina, de 64% a 62%. Aunque no parezca mucho, es valioso para todos los que producimos algún tipo de propiedad intelectual.

Para ello hemos puesto en marcha varias campañas de educación, para que las personas tomen conciencia y puedan sacar real provecho de las ventajas que trae el ser legal, lo que ha empezado a tener un gran impacto en las personas, pero en especial en la pequeña y la mediana empresa. Además, los productos cada vez son más complicados de piratear, pues la compañía ha invertido mucho tiempo y capital para impedirlo.

En cuanto a los servicios, estos cada vez estarán más ligados al software, lo que llevará a que las mismas empresas no descuiden el tema de la legalidad y se logre un trabajo integrado.

¿Qué apoyos reciben?
Ciertos gobiernos, por los acuerdos comerciales que hacen, han empezado a aplicar las leyes de propiedad intelectual que existen en el mundo y hacen valer los castigos que impone la ley. Este, sin duda, es un gran incentivo, pues cada vez se es más complejo que en la calle no se castigue este delito, aunque no cabe la menor duda que todavía falta mucho camino por recorrer.

¿Las empresas trabajan para buscar la legalidad?
Infortunadamente hemos detectado que la piratería no es sólo la persona que la compra en la calle ni quien la produce, también se produce al interior de las empresas, pues sub-reportan el número de instalaciones que tienen. Sin embargo, nosotros lo que estamos haciendo es dar mayores beneficios que un software, para que se legalicen. Es una labor de educación más que cualquier otra cosa.

¿Tienen proyectos puntuales para masificar el uso de la tecnología en la educación?
Trabajamos en varios planes en toda Latinoamérica, como por ejemplo Alianza para la Educación, en asocio con los gobiernos de los países para apoyarlos de varias maneras, desde regalarles el software hasta donaciones para el desarrollo de material de educación. Hasta el momento hemos entrenado a 1,2 millones de profesores en toda América Latina para que ellos entiendan la tecnología, la aprendan a utilizar en las clases.

El otro programa que tenemos es con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y con La Organización de Estado Americanos (OEA), pues ellos tienen programas para llevar tecnología a lugares apartados o áreas rurales.

En cuanto a la parte de hardware trabajamos muy de cerca con Intel para sacar un computador de bajo costo para estudiantes, el cual vendrá a revolucionar la educación del mundo.

¿Cuál es la visión tecnológica de la compañía en Latinoamérica?
Hay países que se han dedicado a fomentar la producción local de hardware y software para exportar como Uruguay y Costa Rica. Hemos visto países como Puerto Rico en donde se han dedicado a utilizar la tecnología para mejorar el gobierno y los servicios públicos.

México, Chile y en ciertos sectores de la economía brasileña se ve un avance sustancial. En cuanto a Colombia, está un poco atrás. Argentina, por su parte, está empezando a invertir luego de varios años y se está poniendo al día. En Venezuela las cosas son un poco más complicadas, pero sí se está viendo que existe un desarrollo local importante.

Si Colombia está atrasada, ¿cuál es el mensaje que usted deja?
Hay que correr, porque nos estamos quedando atrás y el problema es que si no se adopta la tecnología como herramienta de mejora de la productividad, no se podrá salir a competir globalmente. Se debe pensar en que es necesario competir contra todo el mundo, no contra unos cuantos ni contra unos que pueden ser inferiores. Hay que invertir en tecnología para lograr ser verdaderamente competitivos.

¿En qué otra aspecto, además de tecnología, es necesario invertir en el país?
Un aspecto en el que tienen que pensar los empresarios y en general los colombianos que quieran ganar productividad, es la educación y sobre todo la superior. También está el dominio del inglés, pues el mundo de los negocios es y seguirá siendo en esta lengua, pese a que otros digan lo contrario.

¿Y el papel de la innovación?
No estoy seguro que la innovación sea prioritaria en la agenda nacional, pues considero que es más importante la productividad. Cerca del 90% de la innovación en todo el mundo proviene de las universidades y no en las empresas.

¿Qué le preocupa de América Latina?
Veo que se avecina una nube negra más no una tormenta en el aspecto de las tasas de cambio de cada país. Este es un aspecto al que seguramente se le debe prestar más atención, pues la volatilidad hace que las cosas y los productos se vuelvan más caros. Sin embargo, por ahora estamos muy optimistas con las inversiones que hemos hecho en América Latina y varios ejecutivos de alto nivel de la organización están viniendo y concentrando sus esfuerzos en la región por las múltiples oportunidades existentes.