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Según Gumercindo Gómez, fundador y propietario de colchones El Dorado, en dos años la empresa saldrá de la Ley de Insolvencia.

Colchones

Negocio de ensueño

El boom hotelero e inmobiliario tiene disparada la venta de colchones. 2011 cerró con un récord histórico.

18 de enero de 2012

Tanta cama nueva tiene a los colchoneros en un dulce sueño del cual no se quieren despertar. Dos de los principales fabricantes de colchones en Colombia, Spring y El Dorado, registraron cifras récord en ventas el año pasado, algo que está muy ligado al boom hotelero e inmobiliario que se registra por estos días.

Pero no solo son nuevas familias o empresas las que están haciendo florecer este negocio. Los colombianos se están dando cuenta de que si mejoran la calidad de su sueño se vuelven más productivos e incluso felices.

“Es un cambio de conciencia y cultura que están viviendo los colombianos. Ahora estamos dispuestos a pagar un poco más por un colchón y al mismo tiempo los precios han bajado. En últimas, estamos entendiendo que un colchón nuevo se traduce en mejor calidad de vida”, explica Óscar Gerardo Gutiérrez Pemberthy, presidente de Colchones Spring, firma que cerró el año 2011 con ventas de 220.000 unidades, 20% más que en 2010.

Pero no todo es un lecho de rosas. A pesar del buen momento en ventas, todavía el país está a medio camino. En Chile, la totalidad de ciudadanos duerme en colchones resortados que, aunque son más costosos, resultan más beneficiosos para la salud y bienestar del sistema esquelético y muscular.

“60% de los colombianos no duermen bien, pues lo hacen sobre colchones de espuma. Allí hay una oportunidad muy buena en materia comercial”, dice Gumercindo Gómez, fundador y propietario de colchones El Dorado.

Precisamente esta compañía registró un incremento de 32% en 2011 frente a 2010, y su presidente anticipa que en dos años saldrá de la Ley de Insolvencia en la que está desde hace algunos años. “Nos hemos levantado de las cenizas y hoy tenemos una compañía con mucho futuro”, reitera Gómez.

Otro factor que está jalonando las ventas son los colombianos que están volviendo de Estados Unidos y España. “Llegan al país en busca de buenos colchones y se sorprenden de la calidad del producto local –dice Gómez–. En ese nicho de inmigrantes hemos venido creciendo”.

Morfeo sube de estrato


Vender un colchón no es una tarea fácil porque los consumidores tienen que pagar una buena cantidad de dinero en algo que no pueden exhibir. Sin embargo, las compañías especializadas están dando la pelea para volverlos un sinónimo de estatus.

“Tenemos modelos de colchones diseñados por Agatha Ruiz de la Prada y Hernán Zajar. Eso ratifica que en cuanto a colchones lujosos hay un gran espacio en Colombia”, explica Gutiérrez, de Spring.

Por su parte, El Dorado está ofreciendo colchones con materiales estrato 6 como cachemir, látex, crin de caballo y algodón orgánico, además de telas importadas de Estados Unidos y Europa.

Contar con un buen colchón es un asunto no solo de estatus sino también de higiene y, por consiguiente, de salubridad. De hecho, una de las principales causas de incapacidad laboral está asociada a dolencias en el sistema muscular y columna vertebral y, aunque no todo está vinculado al sitio donde se duerme, la calidad del colchón puede influir fuertemente en este indicador.

En un país donde 18 millones de trabajadores devengan menos de dos salarios mínimos, sacar del bolsillo $500.000 –o más– para un artículo que no se ve no es un paso fácil pero sí necesario. Al fin y al cabo, pasamos casi un tercio de nuestras vidas sobre esa superficie.