Medidas del Gobierno no satisfacen a ganaderos

Sin embargo, los productores de lácteos colombianos están preocupados por la eliminación de la franja de precios en la negociación con la UE, el mayor exportador de leche y sus derivados del mundo.

"Cualquier leche que vaya a ser importada a Colombia debe tener una fecha de vencimientos mayor de 12 meses contados a partir de la fecha de llegada al país", dijo Uribe en una rueda de prensa a la que asistieron dirigentes ganaderos.

Sin embargo, el presidente de la Federación Colombiana de Ganadores, Félix Lauferie expuso que "para nosotros entrar a Europa con un quesito de Colanta o Alpina (ambas marcas colombianas) va a ser absolutamente imposible".

Agregó que en el primer año de vigencia, el acuerdo provocaría pérdidas de unos $300.000 millones (unos US$150 millones) para los productores de leche.

Laufarie dijo que está esperanzado en que el Congreso colombiano no apruebe el tratado con la UE.

Según el dirigente gremial, al sector "le fue mal" el año pasado.

Las exportaciones de lácteos entre 2008 y 2009 cayeron un 66%, al pasar de US$71,8 millones a US$24,5 millones en 2009, especialmente por el cierre de importaciones desde Venezuela que era el mayor receptor de productos lácteos desde Colombia.

Colombia tiene un inventario de alrededor de unos 24 millones de bovinos de los cuales en 2006, según estadísticas de Fedegan 1,3 millones están dedicados a la producción lechera.

Un comisión de congresistas pidió a la plenaria del Senado solicitar a Uribe no continuar con los trámites del acuerdo hasta tanto no sea revisado el capítulo lácteo, pues consideran que la desventaja de los productores colombianos es grande debido a los subsidios de casi US$116.000 millones (91.300 millones de euros) asignados a los ganaderos europeos entre 2007 y 2013.

Centroamérica, que también enderazaba negociaciones para un acuerdo de asociación con el bloque europeo que esperaban suscribir para la cumbre de Unión Europea, América Latina y el Caribe de la semana entrante en Madrid, decidió la semana pasada romper el proceso debido a que no cedieron a la exigencia de Europa de permitir las importaciones de lácteos y porque tampoco hallaron coincidencias en el tema de la denominación de origen.

(AP)