Los guardianes económicos

Es un hecho. La baraja de candidatos a la Alcaldía de Bogotá está repartida. El pasado 10 de agosto, día en el que se inscribieron Antanas Mockus y Jaime Castro, quedó despejado el panorama electoral de la capital. Hoy figuran sobre la mesa los nombres de nueve aspirantes que no solo tendrán que jugarse sus mejores cartas para seducir a millones de bogotanos frustrados con la anterior administración, sino que, además, deberán dejar a punto sus propuestas de Gobierno para marcar la diferencia. Se trata de un grupo de ansiosos competidores que van tras el mismo objetivo: reivindicar la imagen de una ciudad que atraviesa por una de sus peores crisis.

Sus apuestas son interminables. Unos hablan de ponerle punto final al dolor de cabeza en el que se ha convertido la movilidad por cuenta de los trancones, la ausencia de nuevas vías y el desmadre del sistema de transporte público con un Transmilenio que se quedó corto. También se habla de una primera línea de Metro –que no sale del limbo– y de un Sistema Integrado de Transporte que no arranca.

Otros le apuntan a aumentar el pie de fuerza para poner en cintura a las bandas delincuenciales y ayudar a disminuir el índice de 38% en la percepción de inseguridad que hoy tienen los ciudadanos. El desempleo, el futuro de la ETB, los impuestos, la generación de nuevas empresas, el apoyo a los emprendedores y la ejecución sana del presupuesto, entre otros, también son temas que aparecen en los primeros renglones de los discursos de los candidatos.

Y aunque sus propuestas para solucionar ese rosario de necesidades van en direcciones distintas, todos coinciden en que hay que atender dos puntos clave: las finanzas y la economía de Bogotá. Tanto así que, a diferencia de campañas anteriores que giraron en torno a ofrecimientos populistas y promesas de grandes obras de infraestructura, uno de los ejes fundamentales de la actual contienda tiene que ver con las propuestas económicas.

De hecho, cada uno de los candidatos armó un equipo de verdaderos pesos pesados para estructurar sus planes de Gobierno en materia económica. En el grupo de Gina Parody aparece, por ejemplo, el ex ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla; el ex presidente de la ETB, Rafael Orduz; el ex ministro de Comercio Exterior, Carlos Ronderos, y el ex presidente de Avianca, Gustavo Lenis, por solo mencionar algunos.

La tropa de David Luna, por su parte, está conformada por el presidente de la Cámara de Representantes, Simón Gaviria; el ex director del Dane, Ernesto Rojas; la ex concejal de Bogotá Lariza Pizano; el ex decano de economía de la Javeriana, Álvaro Pachón, y el prestigioso ambientalista de la Universidad de los Andes, Eduardo Behrentz, entre otros.

Para armar su guardia pretoriana, Gustavo Petro optó por la academia. Allí encontró a Jorge Pulecio, Ricardo Bonilla y Jorge Iván González, tres investigadores y directivos de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional. Antanas Mockus está trabajando en llave con el ex integrante de la junta directiva del Banco de la República Salomón Kalmanovitz; mientras Enrique Peñalosa desarrolla sus planes económicos al lado de su consejera de confianza, Andrea Jawson. (Carlos Fernando Galán prefirió mantener en reserva el nombre de sus asesores).

Estos son los equipos y asesores de los seis candidatos que lideran la más reciente encuesta publicada en el diario El Tiempo y realizada por Datexco y algunas de sus principales propuestas económicas para sacar adelante a Bogotá, que enfrenta una de sus más complejas coyunturas.