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Roberto Borrás Polanía, Superintendente Financiero.

Banca y Bolsa

Las entidades financieras tienen que conocer a sus clientes: Superfinanciera

La Superintendencia Financiera multó a la Fiduciaria Fiduagraria con $350 millones porque mostró graves problemas frente a su obligación de conocer a sus clientes.

18 de marzo de 2010

La Superintendencia Financiera multó a la Fiduciaria Fiduagraria con $350 millones porque mostró graves problemas frente a su obligación de conocer a sus clientes. Esta debilidad quedó evidenciada cuando se pudo establecer al inicio del año pasado que la entidad estaba vinculada a un esquema de inversión ilegal de excedentes de liquidez de regalías petroleras del Casanare.

La Superintendencia dijo en la notificación de su decisión, que encontró problemas recurrentes en el diligenciamiento de los formularios de vinculación y sus anexos. Menciona que en muchos casos Fiduagraria omitió incluir algunos datos en los formularios, solicitar soportes de ingresos y egresos a los posibles clientes, así como realizar la entrevista previa. Adicionalmente, encontraron que el manual del Sistema de Prevención de Lavado de Activos (SIPLA), estaba desactualizado.


Sin embargo, la fiduciaria se defendió argumentando que la normativa aduce que los sistemas de control que deben montar las entidades financieras no obliga a “que se llene de formatos, sino que tenga información sobre sus clientes”.

En este sentido  la Superintendencia responde que si la entidad cuenta con un formulario, "el diligenciamiento del formulario de vinculación, no es alternativo, optativo u opcional, sino por el contrario, obligatorio, pues además de resultar un mínimo normativo, constituye la declaración sobre la información del cliente, la cual se confirma y se actualiza a lo largo de la relación comercial y contractual".

“El fin de Sipla es el de conocer las actividades económicas, la situación financiera y las fuentes de financiación con las que operan los clientes”, dice, para establecer la legalidad de los fondos que reciben.

La Superintendencia determinó que la entidad no cuenta con elementos suficientes para cumplir la obligación de conocer a su cliente.

Las investigaciones de la Procuraduría señalan que se habían invertido cerca de $63.000 millones de excedentes de regalías en varios fondos que luego financiaban negocios de particulares.