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Ricardo Salinas Pliego, presidente de Televisión Azteca, Elektra y grupo Salinas, y uno de los emresarios mas ricos de Latinoamérica. | Foto: EFE

Negocios

Las condiciones de Salinas

A pesar de que su grupo empresarial necesita entrar a Colombia como parte de su expansión, Ricardo Salinas considera que aún no tiene las garantías para hacerlo. Estas son las impresiones del segundo hombre más rico de México.

12 de junio de 2012


La llegada al país de las compañías del mexicano Grupo Salinas podrían tomar más tiempo del inicialmente pensado, ante su desacuerdo con algunas normas y procesos licitarios. Incluso, todas sus decisiones de inversión en banca, comercio y telecomunicaciones parecen condicionadas a que el gobierno realice cambios profundos en las actuales regulaciones.

Así por ejemplo, Ricardo Salinas, presidente de la compañía, condiciona la entrada del Banco Azteca y de su red de tiendas de electrodomésticos, Elektra, a la eliminación de topes en la Ley de usura para que los intereses de los microcréditos estén regulados por las condiciones del mercado. “Si te digo que la tasa tiene un tope de 30%, cuando pides solo US$100 se traduce en US$30, que no son suficientes para cubrir los costos administrativos. Es decir, están prohíbidos los créditos de US$100”, comenta.

Estas dos compañías son la columna vertebral de su grupo y se constituyen en su forma de entrar a nuevos mercados, como el peruano y el salvadoreño: A través de un modelo de ‘sucursales-tienda’, Banco Azteca presta pequeñas cantidades de dinero –en promedio US$300– con unos requisitos muy simples a estratos bajos que quieran adquirir enseres en los locales de Elektra.

“El sector bancario de Colombia está muy bien, con empresas fuertes. Pero tienen el problema de que están orientados a la clase media y no dan espacio a la base de la pirámide”. Cabe anotar que las tasas para los microcréditos de este grupo dependen de la capacidad de endeudamiento de la persona y pueden superar el 50% efectivo anual.

Salinas, quien según la revista Forbes es el segundo hombre más rico de México -con una fortuna de US$17.400 millones y solo superado por Carlos Slim-, también pone ‘peros’ a su participación en la próxima subasta de espectro para servicios de cuarta generación (4G) que realizará el Ministerio de Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones antes de terminar el año.

En este caso, el millonario opina que la licitación como está planteada ayudará a que Comcel mantenga y amplíe su posición dominante en el mercado, pues los nuevos jugadores deberían realizar una gran inversión en despliegue de red sin el tiempo suficiente para recuperar su inversión. Así, propone que la empresa de Slim solo pueda ofrecer 4G mínimo tres años después de los nuevos jugadores.

A su vez, Salinas es tajante en afirmar que no participará en la licitación del tercer canal de televisión. “Los canales de televisión abierta deben ser manejados por personas que vivan en el país y que tengan mucho que perder para que no sean usados de forma irresponsable”, dice.

A pesar de los ‘peros’ a la llegada de sus negocios de banca, comercio y comunicaciones, Salinas es consciente de que no puede seguir aplazando su llegada al país. Al fin y al cabo, pocos destinos en América Latina le ofrecerán niveles parecidos en crecimiento de ventas en bienes y servicios, junto a una gran estabilidad jurídica.