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Efraín Forero, presidente de Davivienda, anunció que el banco cuenta con suficiente liquidez para financiar su nueva adquisición, aunque no descarta acudir al mercado de capitales, si es necesario.

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La casota roja

Con la expansión hacia Centroamérica, Davivienda sube dos posiciones en el ranking latinoamericano de bancos. Aunque la operación fue aplaudida, expertos temen por su capitalización.

3 de febrero de 2012

Todo parece indicar que el “ahorrador feliz” ahora va a tener más espacio pues la casita roja se le creció. Con el esperado ingreso de Davivienda al mercado centroamericano –con la adquisición de los bancos de Hsbc en esa región–, el tercer mayor banco del país incrementa sus activos en 23%, sus clientes en 20% y sus empleados en 35%, al tiempo que lleva fuera de las fronteras su rivalidad con Bancolombia y el Grupo Aval.

Sin embargo, no entró de líder como Bancolombia en El Salvador con Banagrícola; ni con presencia en todos los países del subcontienente, como Aval con el BAC Credomatic.

Su debut es un poco más tímido. Los bancos del Hsbc que compró ocupan el cuarto lugar en Costa Rica, el quinto en El Salvador y el sexto puesto en Honduras.

No obstante, este negocio –que superó los US$800 millones e incluye dos aseguradoras y otras compañías complementarias– es el segundo más importante en la historia de la entidad, luego de la adquisición de Bancafé en 2007, la cual le dio cobertura nacional y lo convirtió en el segundo jugador del mercado hipotecario del país, con 22,6% de los desembolsos. Así mismo, la compra del Banco Superior, en 2006, lo tiene hoy como el mayor emisor de tarjetas de crédito, con 1,7 millones de plásticos.

Los expertos coinciden en que la entrada a Centroamérica le ofrece a Davivienda una importante diversificación de sus ingresos, al tiempo que lo impulsa en el ranking financiero regional. En octubre pasado, la revista América Economía ubicó al banco del Grupo Bolívar en el puesto 27, con US$17.638 millones en activos. Con la adquisición de tres de las filiales del Hsbc en Centroamérica (Panamá quedó por fuera del negocio) sus activos pasaron a US$22.600 millones, lo que implica que en el escalafón latinoamericano avanzaría al puesto 25, detrás del Banco de Bogotá, que está en el 23 y Bancolombia, en el 20.

Sin entusiasmo

Los tres países a los que ingresó Davivienda tienen 18 millones de habitantes y un crecimiento promedio del PIB de 2,8%, potencial que se podría amplificar con el plan de la entidad para expandirse hacia Nicaragua y Guatemala.

Y, aunque el panorama luce positivo, la compra no fue recibida con el mismo entusiasmo en la bolsa. El 23 de enero, un día antes de que se anunciara el negocio, la acción estaba en $20.680, pero una vez se confirmó, cayó a $20.420 y al cierre de esta edición –el 30 de enero– ya iba en $19.700. En lo que va del año, este papel ha perdido 5,56%, mientras el índice de referencia Igbc ha subido 8,66%.

Es común que cuando se realizan compras, los inversionistas prefieran quedarse quietos o vender mientras entienden la magnitud del negocio, se reciben las autorizaciones pertinentes de las Superintendencias respectivas y el pago se hace efectivo.

En este frente el panorama está claro, pues al anunciar la transacción, Efraín Forero, presidente de Davivienda, dijo el banco cuenta con la liquidez suficiente para cancelar (unos $4 billones). Agregó que, si es necesario, acudirá al sector financiero o al mercado de capitales para fondearse. De hecho, independiente de esta compra, tienen planeada una emisión de bonos en el exterior por US$350 millones para el segundo o tercer trimestre de este año.

Y si la financiación ya está, ¿por qué cayó la acción? “Porque no contamos con suficiente información para analizar bien el negocio. La relación precio-patrimonio de la compra fue de 1,4, lo que luce barato frente a operaciones similares, pero la rentabilidad patrimonial de los activos comprados es de 3%, lo que es muy bajo. Debe haber algo de fondo que explique esto, pues Davivienda ha sido exitoso comprando bancos y si metió US$801 millones (que equivalen a 36% de su patrimonio) es porque seguro tiene un plan para incrementar la rentabilidad de sus recientes adquisiciones”, explica Rupert Stebbings, director en Colombia de Celfin Capital.

Los analistas de Serfinco coinciden en que la incertidumbre sobre el plan de acción de Davivienda para generar valor en sus nuevos bancos aumenta el nivel de riesgo/retorno de la compañía; mientras desde Chile, Javier Pizarro, de LarrainVial, considera que aún faltan las aprobaciones de las Superintendencias y en caso de que avalen, no se sabe qué nuevas exigencias le harán al banco.

Además, hay prevención por Centroamérica que, a ojos de los comisionistas, sigue siendo un territorio desconocido para los bancos colombianos (con todo y su fuerte presencia, dado que en El Salvador ya tienen la mitad del mercado). El temor se da porque es una región de economías pequeñas, muy ligadas al ciclo económico de Estados Unidos, por turismo y remesas.

Las calificadoras, ahí

Las calificadoras de riesgo que evalúan internacionalmente a Davivienda tomaron con calma el negocio. Standard & Poor’s puso la nota en revisión especial negativa (esto significa que la podría bajar de su actual BBB-), mientras que Moody’s mantuvo su evaluación sin cambios, pero le puso perspectiva negativa, lo que implica que su siguiente paso podría ser una rebaja.

Temen por el nivel de capitalización de Davivienda, que consideran bajo frente a sus pares latinoamericanos. Creen que la reciente emisión de acciones, con la que consiguió unos $700.000 millones, ayudó a mejorar esa situación, pero ahora con la compra es probable que su capitalización vuelva a bajar. Además, piensan que Davivienda debería consolidarse más en el país, por ejemplo en crédito comercial, para competir mejor.

Y, aunque comisionistas y calificadoras tengan dudas sobre la operación, el paso que todos ven como positivo es el ingreso a Wall Street mediante la emisión de ADR’s, que se espera para la segunda parte del año. Esta movida le dará visibilidad internacional a Davivienda y, por supuesto, más recursos, lo que mejorará su capitalización.

Mientras se finiquita el negocio, los 50.000 accionistas de la casita roja serán los que sientan si con la compra en Centroamérica, Davivienda no se metió en el lugar equivocado.