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Economía

Inflación: mejora panorama

A la luz de los resultados de la inflación de mayo las apuestas sobre un mejor escenario parecen haber comenzado. Análisis de Correval.

Germán R. Verdugo R.*
7 de junio de 2007

En un escenario de mayor efectividad de la política monetaria que vendría acompañado de un descenso significativo de la inflación, la renta fija vuelve a tornarse atractiva, mientras que la incertidumbre sobre nuevos aumentos en las tasas de interés del Emisor debe moderarse, hecho que podría contribuir a moderar la revaluación.

 

Luego de seis meses consecutivos con inflación al alza, en mayo se observó un primer descenso en el indicador, lo cual podría ser una primera señal de un punto de inflexión en el crecimiento de los precios en Colombia o, por lo menos, un primer signo de estabilización alrededor de los niveles actuales (6.2%). El control o descenso de la inflación será determinante para el comportamiento de los principales mercados financieros locales en la segunda mitad del año.

En efecto, el brote inflacionario y la política adoptada por el Banco de la República para evitar un desborde en el crecimiento de los precios han constituido el eje de las decisiones de inversión de los grandes jugadores del mercado financiero colombiano en lo corrido de 2007. El repunte de la inflación de niveles de 4.18% a 4.48% en el último trimestre de 2006 y la aceleración hasta 6.26% en abril de 2007 generó una desvalorización importante sobre la renta fija en pesos, esencialmente entre enero y comienzos de mayo, cuando se conoció el resultado de la inflación de abril.

Adicional al repunte de la inflación total, la inflación sin alimentos (una de las medidas de inflación básica) tuvo un repunte desde 3.69% en octubre de 2006 hasta 4.55% en abril de 2007, reflejando presiones de inflación asociadas a la demanda. Ante las sorpresas inflacionarias de comienzos de año y dado el repunte de las expectativas de inflación para el cierre del año, durante lo corrido de 2007 el Banco de la República aceleró la frecuencia de alzas de la tasa de interés de intervención (tasa repo) con el propósito de tener una política monetaria más efectiva y creíble que le permitiera controlar la inflación a futuro.

No obstante, la credibilidad tuvo dos importantes tropiezos: 1. El desborde en los precios de los alimentos terminó generando que un choque transitorio comenzara a convertirse en permanente al afectar las expectativas; 2. La intervención cambiaria no esterilizada al 100%, mecanismo contradictorio a una política monetaria restrictiva.

Afortunadamente, parece que a partir de mayo estos dos obstáculos para la efectividad de la política monetaria podrían comenzar a desvanecerse (El efecto del fenómeno del Niño comenzó a diluirse desde mayo, mientras que el Banco de la República ha restringido la intervención cambiaria a opciones para control de volatilidad) y, en consecuencia, esto debería reflejarse sobre un descenso en las expectativas de inflación en los próximos meses. Lo anterior partiendo del supuesto de una desaceleración en el crecimiento económico que a más tardar debería observarse a partir del segundo semestre de 2007.

Expectativas positivas próximo trimestre
A la luz de los resultados de la inflación de mayo las apuestas sobre este mejor escenario parecen haber comenzado. En efecto, la inflación tuvo un primer descenso al pasar de 6.26% en abril a 6.23% en mayo, mientras la inflación sin alimentos también cayó de 4.55% en abril a 4.52% en mayo. Adicionalmente, las expectativas para los próximos tres meses son positivas simplemente partiendo de un efecto estadístico: en julio de 2006 se dio el nivel de inflación mensual mas alto para dicho mes desde 1998 (0.41%), mientras que la variación promedio entre 2000 y 2007 fue de -0.01%.

Esto se debió esencialmente a un incremento inusual en los precios de los servicios de transporte público y un fuerte repunte en los precios de la gasolina, lo cual no se prevé que vuelva a ocurrir en julio de este año. Para agosto la situación es similar aunque más moderada. En consecuencia, en los próximos tres meses la inflación podría tener un descenso superior a 50 pb solamente por efecto estadístico.

En conclusión, bajo un escenario de mayor efectividad de la política monetaria que vendría acompañado de un descenso significativo de la inflación (tercer trimestre del año), la renta fija vuelve a tornarse atractiva, mientras que la incertidumbre sobre nuevos aumentos en las tasas de interés del Banco de la República debe moderarse, hecho que podría contribuir a moderar uno de los mayores factores revaluacionistas recientes (la ampliación del diferencial de tasas de interés).

* Investigaciones Económicas Correval