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El combustible venezolano llegará a dos distribuidoras autorizadas para ello por el Gobierno de Santos, lo que disminuirá el contrabando.

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Hay algo muy mal en el negocio de las estaciones de servicio

Fendipetróleo señala que hay lavado de activos y desviación de subsidios en el negocio de la distribución de gasolina. El número de bombas de gasolina se duplicó en cuatro años y muchas trabajan con márgenes negativos. Nariño tiene más estaciones de servicio que Barranquilla.

20 de agosto de 2009

Los datos muestran muy rápido que algo está sustancialmente mal en este negocio. El número de estaciones de servicio casi se duplica entre 2004 y 2008, al pasar de 2.400 a 4.300. Mientras tanto, la cantidad total de combustible distribuida por esas estaciones en el país bajó 5% en el mismo lapso. Pasó de 2.428 millones a 2.311 millones de galones al año.

Con las dos cifras se tiene que el promedio de ventas por estación bajó de 991.000 galones al año, a 536.000, una caída de 45% que dejaría a las bombas de gasolina colombianas en una situación muy endeble en términos de rentabilidad. En América Latina, para que una de ellas sea rentable deben vender más de 720.000 galones, le dijo a Dinero.com Edwin Bayona, asesor Económico del Fondo de Protección Solidaria – Soldicom -, que administra Fendipetróleo.

Con esas cifras, es fácil empezar a dudar sobre la capacidad de supervivencia del negocio de las bombas de gasolina, sobre todo cuando trabajan con márgenes de $300 por galón, menos del 4% sobre ventas en las condiciones actuales.

De hecho para unos empresarios, las condiciones de este mercado ya significaron la quiebra. “En Medellín cerraron cinco estaciones el mes pasado”, dijo el funcionario de Fendipetróleo, la agremiación de comercializadores de gasolina.

Cosas inexplicables
Pero lo curioso es que a pesar de esa estrechez, la construcción de estaciones de servicio no se ha detenido y peor aún, que hay regiones en las que se desató una encarnizada guerra de precios. “En el corredor del Valle del Cauca, desde la Tebaida hasta Cali el precio de venta del combustible está por debajo del costo al que le compran al mayorista”, dice.

¿Cómo pueden sobrevivir? Algunas se sostienen con ingenio y trabajo duro. Otras, porque el mayorista comparte su margen con el expendedor minorista. Fendipetróleo dice que el mayorista entrega hasta el 60% de su margen, que en las condiciones actuales representan cerca de $270.

Otras más, porque están haciendo cosas abiertamente ilegales. De un lado está la infiltración de dineros oscuros. “Es un buen negocio para lavar activos”, explica Edwin Bayona.

Y otra modalidad para sobrevivir con actividades ilegales está en desviar los cupos de combustible que se destinan a las zonas de frontera y que tienen precios especiales.

La gasolina para las fronteras está exenta de impuestos, para que pueda competir contra el combustible de contrabando. Por eso el precio está entre $1.200 y $1.300 por galón más bajo que en el resto del país.

Esa parece ser la explicación para que se haya duplicado el número de estaciones de servicio en las zonas de frontera. En Nariño, dice el asesor económico de Fendipetróleo, hay 240 estaciones de servicio, en Norte de Santander 93. Para hacerse una idea de la desproporción entre bombas de gasolina y tamaño de los lugares, en Bogotá hay 442 y en Barranquilla 116, sostiene.

El uso de esas bombas de gasolina es claro. “En el papel, la gasolina sale como si hubiera despachado de Yumbo hacia Pasto, pero se vende en Armenia”, explica.

Estas denuncias las hace Fendipetróleo porque están interesados “en defender un negocio legal”, señala. De modo que con una 'poda' a quienes trabajan por fuera de la ley se reduciría el número de competidores, algo que también considera el gremio que es bueno. “En Colombia debería haber la mitad de las estaciones que hay hoy en día”, concluye Bayona.

Queda abierta entonces la pregunta para que las autoridades verifiquen la validez de las denuncias de este gremio, sobre un negocio que a pesar de que se ha reducido, hoy con las cifras de Fendipetróleo vale $16 billones al año.