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Gusto hispano revoluciona industria

Queso tipo cheddar condimentado con chipotle, galletas Oreo con sabor a dulce de leche, cerveza michelada. El deseo por agradar el paladar de los hispanos está revolucionando la industria de los alimentos en Estados Unidos.

17 de abril de 2007

Parecen muy lejanos los días en que la comida hispana se limitaba a un paquete de tacos congelados en un anaquel de especialidades dentro de la tienda de abarrotes. Los fabricantes de alimentos descubrieron hace algún tiempo el enorme apetito de la nación por los sabores hispanos, y le están dando un toque de ese gusto a muchos alimentos estadounidenses.

Ello se debe a que las empresas han descubierto que los alimentos inspirados en el gusto latino no sólo tienen buena aceptación entre esa minoría _la más numerosa de la población nacional, de la que representa el 14%_ sino que también tienen éxito con los consumidores en general, quienes siempre andan en busca de sabores nuevos.

"Los sabores latinos son la moda, y lo son en todos los segmentos del mercado", dijo Bill Briwa, instructor del Instituto Culinario de Estados Unidos, quien destacó que el alza en la popularidad de los sabores hispanos ha sido rápida, incluso repentina. Hace una década, el chipotle (un chile o ají seco y ahumado, muy común en la cocina mexicana), era prácticamente desconocido para el público en general.

Actualmente empresas como Sargento Foods están lanzando el queso cheddar sazonado con chipotle, en tres variedades. Kraft, cuyas populares galletas Oreo son producidas ya con un sabor al típico dulce de leche sudamericano, introducirá al mercado también la variante de fresa.

La goma de mascar Orbit de Wrigley está ya disponible con un sabor de "hierbabuena de mojito".

"La cocina hispana ha despegado realmente, y se ha vuelto parte de la cocina estadounidense", dijo Chris Groom, portavoz de Sargento, con sede en Plymouth, Wisconsin.

"Una de las metas de esto (el cheddar sazonado con chipotle) fue crear algo que atrajera no sólo al mercado hispano sino a todos", explicó Groom. Una investigación de mercado realizada por la empresa indicó que los sabores hispanos suelen atraer a consumidores de otros grupos étnicos. Sargento descubrió que el número de platillos sazonados con chipotle en el menú de las cadenas nacionales de restaurantes se había triplicado, a 2.800, entre el 2004 y el 2005.

Todo es parte de una trayectoria similar a la seguida por los alimentos orgánicos, consideró Walter Heller, consultor de la industria de almacenes y ex director de la revista Progressive Grocer. Ambos tipos de comida han despegado desde un sector pequeño de especialidad hasta un lugar prominente en los supermercados. El desafío para los sabores hispanos, según Briwa, ha estado en dejar atrás el estereotipo de alimentos baratos que la comida mexicana adquirió hace muchos años aquí. Por ello, explica, ha despegado el uso de sabores hispanos, y no de platillos completos.

Esa influencia en la cocina suele ocurrir cuando una nación experimenta cambios étnicos. Gran Bretaña ha pasado por una adopción similar de los sabores de la cocina india, y las papas al horno con polvo de curry se han convertido algo cotidiano.

Y a medida que los sabores hispanos entran al mercado, los estadounidenses de diferentes grupos étnicos los han adaptado a su propio gusto. Las tortillas, por ejemplo, se hacen ahora también con espinaca y tomate seco, una variedad que difícilmente reconocerían los mexicanos o los centroamericanos.

"Pocas cosas que llegan al mercado general permanecen intactas", afirmó Susan Mitchell, analista de la empresa investigadora de mercados Mintel International. La tendencia ha sorprendido a algunas compañías. Pierre's Ice Cream, una empresa de Cleveland, no esperaba que sus sabores de piña, coco y cóctel margarita fueran tan populares en todo el mercado como lo fueron entre los hispanos. Ahora, la empresa está lanzando sus sorbetes "Hola Fruta" en todo el país, con sabores como margarita y piña colada. La empresa espera que los productos rebasen los límites étnicos, dijo su vocera Laura Hindulak.

"Percibimos que el paladar de los consumidores se ha vuelto más aventurero", opinó.

Aunque los tacos y las fajitas de carne o pollo eran algo exótico hace unas décadas, los estadounidenses quieren ahora platos y sabores menos conocidos, como el mole _condimento de un platillo mexicano, hecho con chocolate y una gran variedad de especias_, explicó Michael Sansolo, vocero del Instituto de Mercadeo de Alimentos.

"Esto no cesa, se trata de una evolución constante de la manera en que comemos y de la forma que tendrá el supermercado", dijo Sansolo.

Para algunas empresas, el éxito temprano ha fomentado el lanzamiento de otros productos. A finales del 2005, Tyson Foods Inc., la procesadora principal de carne, introdujo su "rebanado delgado", dirigido a platillos mexicanos como las fajitas y las enchiladas. Sin dar cifras, Tyson informó que las ventas de rebanado delgado han crecido constantemente, tanto que la empresa desarrolla ahora nuevos productos cárnicos con sabores e ingredientes latinos, incluido el chipotle, el comino, el cilantro, el limón, los frijoles negros y el orégano.

La influencia hispana es también evidente en los bares. Miller Brewing Co. está lanzando una cerveza con limón y sal, inspirada en la michelada, muy popular en México. En su etapa de prueba, la bebida se comercializará en el sur y el suroeste del país, con la esperanza de expandirse después a todo el mercado nacional. La nueva marca continúa la estrategia de la empresa de inspirarse en la cultura latinoamericana. En enero, Miller comenzó a importar la principal cerveza tipo "lager" de Colombia, Aguila. También trae dos cervezas peruanas, cuya distribución se concentra en comunidades con grandes poblaciones sudamericanas.

"Los fabricantes siempre tienen los oídos atentos a cualquier novedad, porque Estados Unidos es adicto a las cosas nuevas y distintas. Si surge algo y tiene buena acogida, ahí está la oportunidad de expandir la línea de productos", dijo Heller. Ni siquiera el sushi es inmune. El bar Tsunami Sushi de Tulsa, Oklahoma, ofrece un rollo de arroz tipo Texas, que además de cangrejo y atún incorpora queso crema condimentado con chipotle, chiles jalapeños y un aderezo de ajo y chile ancho.

La influencia hispana puede observarse también en la creciente popularidad de algunos sabores frutales como lima-limón, mango, piña y cereza, señala Yolanda Angulo, directora de mercadeo multicultural de Kraft. Esos sabores se identificaban tradicionalmente con los mercados hispanos, pero están encontrando nuevos compradores en otros grupos. "Si uno busca refrescar el mercado y captar las preferencias hispanas, descubre que ahora puede hacer ambas cosas a la vez", dijo Mitchell.

"El anaquel de alimentos hispanos parece un concepto anticuado", agregó.

 

 

 

AP