Frutas en las oficinas

La cadena de supermercados especializados en perecederos, Surtifruver, avanzó en una nueva línea de negocios. Se trata de máquinas dispensadoras de alimentos frescos que se ponen en colegios y lugares de afluencia de público.

Al final de agosto tendrán diez máquinas y llegarán a 30 al final del año. La razón detrás de esta jugada está en que hay una gran demanda de comida sana, que no está satisfecha. Esto es especialmente cierto en algunos lugares donde esa demanda es bien notoria. “No hay disponiblidad suficiente en sitios como en colegios”, dice el gerente general de Surtifruver, Carlos Cortés.

En colegios y hospitales hay una conciencia clara de las personas sobre la necesidad de alimentarse bien. Pero sin duda, el campo en el que se pueden mover para expandir su mercado es bastante grande.

Para atender ese nicho, hoy las máquinas están en ubicaciones como el colegio Anglo Colombiano, la Fundación Santa Fe o los laboratorios Baxter. Allí dispensan agua, sandwiches livianos, frutas y jugos naturales.

La idea es tan buena que alguno de sus clientes en Canadá vio las máquinas y les pidió que comenzaran el negocio allí también.

En materia de márgenes, las máquinas dispensadoras parecen aguantar la prueba de los financieros. Los usuarios están dispuestos a pagar un poco más por los productos que se ponen literalmente en su camino. “Los precios son más altos que en el almacén, pero siguen siendo baratos”, dice Carlos Cortés.

Expansiones
Surtifruver mantiene sus planes de entrar a Canadá con almacenes propiso, quizás en el 2011. Por lo pronto seguirá fortaleciendo su presencia en el mercado local. Abrirá en septiembre una tienda gourmet en la Calle 76 con carrera 11 de Bogotá. La consecución de la licencia de construcción allí se tomó dos años por dificultades con los vecinos