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EPM tardará un año en iniciar obras de interconexión en Bogotá

La empresa reconoció que carece de las licencias ambientales que requiere para iniciar la construcción del proyecto Nueva Esperanza. Sin embargo, el ministro de Minas y Energía, Mauricio Cárdenas, reiteró que no hay peligro de racionamiento.

23 de marzo de 2012

Empresas Públicas de Medellín salió al paso a las declaraciones según las cuales, tiene en peligro el abastecimiento eléctrico de Bogotá por culpa de unas obras de interconexión que aún no ha iniciado.

La empresa reconoció que aún no ha iniciado las obras, debido a que no cuenta con el aval del Diagnóstico Ambiental de Alternativas enviado en diciembre de 2010 al entonces Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial.

El concepto del diagnóstico, emitido en agosto de 2011, cambió las rutas presentadas por EPM para la instalación de las líneas, por lo que la compañía interpuso recurso de reposición, trámite que se encuentra en estudio, y aún sin respuesta, por parte de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla.

El proyecto Nueva Esperanza, que reforzará la capacidad de transmisión eléctrica hacia la capital de la República, fue adjudicado el 28 de abril de 2010 por la Unidad de Planeación Minero Energética a EPM, por haber sido el oferente con la propuesta más económica.

Por unos US$80 millones, EPM adelantaría la construcción, administración, operación y mantenimiento del proyecto del sistema de transmisión de energía, para transportar la electricidad que permita atender la demanda futura del centro del país, especialmente en la sabana de Bogotá.

Según el alcance de la adjudicación, EPM asumió el diseño, suministro, construcción y puesta en servicio de la subestación Nueva Esperanza a 500 mil voltios, y de dos líneas de transmisión que se conectarán con las subestaciones Bacatá, propiedad de ISA, y Guavio, de EEB, a 500 mil y 230 mil voltios, respectivamente.

Incluye también la reconfiguración de algunas de las líneas a 230 kV existentes en el área del proyecto, y la operación y mantenimiento de toda esta infraestructura durante 25 años.

“Una vez se definan las alternativas de rutas de las líneas y se asegure la viabilidad del proyecto, EPM deberá iniciar el trámite de licencia ambiental ante la ANLA. Solamente después de obtener esta licencia, será posible iniciar la construcción de las obras. EPM estima que su ejecución puede tardar un año”, dijo la empresa en un comunicado.

A la fecha, las líneas de transmisión registran avance en los estudios y diseños electromecánicos y civiles sobre las diferentes alternativas de ruta analizadas en los estudios de Diagnóstico Ambiental de Alternativas.

El ministro de Minas y Energía, Mauricio Cárdenas, reiteró que la capital de la República no se verá afectada con racionamientos de energía ni de gas.