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Zürich, Suiza.

Banca internacional

¿El stress test fue la prueba correcta?

Qué sigue para los bancos europeos y para la zona euro después de la prueba de solvencia de la semana pasada. Entrevista de Dinero.com con el presidente de la Asociación de Bancos Extranjeros en Suiza, Martin Maurer.

Santiago Gutierrez Viana
23 de julio de 2011

Para el presidente de la Asociación de Bancos Extranjeros en Suiza, Martin Maurer, el primer punto que se debe pensar para saber si los bancos europeos salieron bien librados de la prueba de stress financiero a la que se sometieron, es el de establecer si fue la prueba correcta para medir el efecto de un problema económico fuerte, sobre la salud de bancos tan diversos.

Considera que como se efectuó, no fue lo suficientemente fuerte. “Lo que nos interesaría ver es qué pasa si hay problemas con la deuda de los países. El resto no nos interesa mucho”, le dijo el ejecutivo a Dinero.com. “No han hecho la prueba para saber qué pasa si España, Grecia o Portugal no pueden pagar”, añadió.

En ese escenario, le parece que no parece sensato confiar mucho en los resultados. “Lo que es muy positivo es que se publicaron todos los datos de los bancos. Si un periódico o un analista quiere, puede mirar estructura de riesgo y hacer los cálculos él mismo y publicarlos”, señala.

En este sentido encuentra que la Autoridad Bancaria Europea enfrentaba un problema muy serio si hubiera tratado de hacer un ejercicio más ácido con sus bancos vigilados. Si hubieran simulado una crisis de deuda soberana, muy posiblemente una gran cantidad de entidades hubiera quedado muy mal calificada en solvencia. “Si lo dice una superintendencia, se provocaría una corrida de depósitos típica. La gente sacaría sus depósitos y quebraría a los bancos. Cuando lo dice un analista, el banco puede argumentar, se puede defender”, explica.

El futuro de la eurozona
De otra parte, considera que la desaparición de la eurozona en el corto plazo es remota. “No muchos creen que mañana se rompa euro, pero no totalmente imposible”.

La verdadera dificultad está en que no es claro cómo se regresaría al sistema anterior con monedas para cada país.

Estima además que la credibilidad del euro regresará cuando se resuelva la refinanciación de la deuda de las economías en dificultades. “Un golpe positivo llegará cuando digan que deuda griega debe registrarse como impagada y deba manejarse con algo como un Brady Bond. Los acreedores tendrán que asumir el costo de una parte de la deuda”, sostiene. En ese momento se fortalecería notablemente.

Mientras eso ocurre, las inversiones en los bancos europeos seguirán siendo bajas. “La gente sigue en la actitud del Crash. No se mueve mucho”, concluye.