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El presidente de GNB Sudameris, Jaime Gilinski, fue el encargado de negociar la compra de la operación del banco Hsbc en Colombia, Perú, Paraguay y Uruguay, con la cual la familia busca consolidar su participación en el sector financiero.

Inversión

El regreso de la colonia

Hace rato los empresarios judíos no apostaban con tanta fuerza por negocios en Colombia. Más inversiones y expansión de compañías hacen parte de la nueva etapa.

5 de julio de 2012

El martes 26 de junio la Fundación Génesis anunció en Jerusalén la creación del Premio Nobel Judío, un galardón mundial que entregará cada año a la figura más destacada de esta comunidad en los negocios, las artes, la diplomacia o la medicina. En Colombia muchos judíos todavía no conocen los detalles del galardón –que entregará US$1 millón al ganador–. Pero varios de ellos tienen méritos en los negocios para obtener el reconocimiento, pues sus proyectos en el país van viento en popa. Líderes de familias tradicionales como los Gilinski, Efromovich, Bakalarz, Haime, Douer, Mishaan, Glauser, Koudari, Peisach, Azout, Blumen, Kassin, Dresser, Armitage o Caridi, entre otros, se han convertido en los protagonistas de nuevas inversiones, ampliaciones, ventas o adquisiciones de empresas. ¿Cómo se están moviendo los negocios de los judíos en Colombia?

La banca manda
Una de las noticias más importantes del sector financiero colombiano la dio en mayo la familia Gilinski, al acordar la compra de la operación del banco Hsbc en cuatro países de Suramérica: Colombia, Perú, Uruguay y Paraguay, por unos US$400 millones. Para Jaime Gilinski, presidente del GNB Sudameris, esta compra le permitirá al grupo consolidarse en el negocio financiero. La operación que adquiere del Hsbc tiene activos por US$4.500 millones, lo que sumado al GNB Sudameris dará una operación consolidada de unos US$10.000 millones y cerca de 3.200 empleados. “Estamos en proceso de hacer las aplicaciones y esperamos que antes de finalizar 2012 consigamos la autorización de la Superintendencia Bancaria para adquirir el Hsbc Colombia y en los próximos 12 meses confiamos en obtener las autorizaciones en los otros países”, asegura Gilinski. La idea del grupo es aprovechar la experiencia del banco colombiano para volver más eficiente y rentable la operación, y extender a otros países negocios como casa de bolsa, fiduciaria y la red Servibanca. “Vamos a ir evaluando en los próximos meses las oportunidades de los mercados”, asegura Gilinski.

El grupo participa también en negocios industriales, como la firma de plásticos Rimax y la de alimentos Yupi, y está asociado con inversionistas ingleses para desarrollar Panamá Pacífico, un proyecto de vivienda, comercio e industria en la antigua base aérea Howard, en Ciudad de Panamá.

De acero templado
En el ámbito industrial, grupos como Sanford, Armitage, Haime y Douer han impulsado el desarrollo del país. Maurice Armitage creó hace 28 años la Siderúrgica de Occidente, Sidoc, y a raíz de los cambios en la economía mundial decidió apostarle a la diversificación. El primero de junio inauguró en Yumbo, junto con un grupo de socios, Cementos San Marcos, una planta capaz de producir 15.500 toneladas de cemento al mes; la meta es llegar a 25.000 toneladas.

Como su filosofía es “no poner todos los huevos en la misma canasta”, Armitage se sumó a otros socios para poner en marcha, antes de seis meses, el Ingenio de Occidente, en Villarrica, en el que invertirá US$25 millones. “Hace 10 años en el país operaban 23 ingenios y en este lapso se han cerrado 10. Somos el primer ingenio que vuelve a crearse en casi 20 años”, asegura el directivo. Actualmente el ingenio tiene 70 empleados directos y en la fase de operación tendrá 250.

El Grupo Sanford no se queda atrás. Luego de vender su participación en dos de sus principales activos en Colombia (Petroquímica Colombiana y Propilco), se reenfocó hacia sectores en pleno crecimiento.

El grupo incursionó en tres áreas: Petroworks, una compañía de servicios petroleros que alquila y opera taladros; IQ Outsourcing, que presta servicios de procesamiento de datos y se ha enfocado en el sector salud; y Avanxo, una compañía de tecnología en la nube. Estas empresas han requerido inversiones superiores a los US$100 millones.

A toda tela
La participación de los empresarios judíos en compañías de moda arrancó hace más de seis décadas y ha sido clave para el desarrollo del sector. Empresas como Lafayette, Miratex, Textilia, Hilos de Mosquera, Top Tex, Hilanderías Fontibón y Cannon de Colombia, entre otras, buscan nuevas oportunidades tras la puesta en vigencia del TLC con Estados Unidos.

Miratex es una de las más activas en este campo. Edmond Mishaan explica que, junto a cuatro empresas de tejeduría rectilínea y a la diseñadora Laura de Dios, adelantan el programa Entremallas, que busca posicionar un producto robusto que va desde la tela hasta la prenda que llega al consumidor final. Esta iniciativa comenzó en enero y será presentada oficialmente el próximo 25 de julio, durante la feria Colombiamoda en Medellín. Esta empresa tiene 60 años y exporta a Centroamérica, Venezuela, Ecuador, Argentina y Perú.

En confecciones, calzado y moda están Manufacturas Eliot, de la familia Douer, con marcas como Pat Primo, Yucca y Prestige. Hoy hace presencia en Venezuela, Ecuador y México. La compañía exporta 35% de su producción y en 2011 sus ventas crecieron 15% al llegar a $570.000 millones.

Nalsani, de la familia Bursztyn, tiene en su marca de vestuario y accesorios Totto una de las compañías con mayor proyección en el país: está presente en 38 ciudades colombianas, llega a 22 países y sus ventas en 2011 sumaron $251.600 millones, con un crecimiento de 16,7%. El TLC con Estados Unidos y las perspectivas de ingresar a Brasil han llevado a la compañía a ampliar sus perspectivas de negocios en estos dos poderosos mercados. El Grupo Stanton de la familia Bakalarz, cuya iniciativa empresarial arrancó en 1961, ha logrado posicionar sus marcas en México, Centroamérica y Estados Unidos. La compra de Cauchosol le permitió extender su operación, que incluye calzado bajo las marcas Brahma, Aeroflex y AFX, así como participar con suministros para el desarrollo de estos productos. A finales de 2011, la marca evolucionó hacia el ‘Brahma Concept’ que incluye prendas de vestir que se venden en los almacenes del grupo.

Cannon de Colombia, en la que participa la familia Caridi, es uno de los principales exportadores de toallas y ropa de cama a Estados Unidos. La compañía, creada en Barranquilla hace 50 años, exporta actualmente 70% de su producción y con los acuerdos comerciales planea seguir expandiéndose.

La apuesta de los empresarios judíos por el país sigue siendo ambiciosa, pero será la coyuntura la que defina quiénes serán los ganadores.