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Hay un plan para llevar a 120.000 personas la nómina de Pdvsa, dice Luis Giusti.

Petróleo y Gas

“El problema está en que la situación es mala y es difícil saber cuán mala es”

Luis Giusti, ex presidente de Pdvsa y uno de los latinoamericanos que más conoce de petróleo habla de la empresa petrolera estatal venezolana ¿En qué consiste su crisis? ¿Cómo debería funcionar el sector en Venezuela?

5 de octubre de 2009

“El problema está en que la situación es mala y es difícil saber cuán mala es. Y es difícil porque lo único que uno puede hacer es inferir, más que recibir información, porque la que se recibe no significa mucho”. Así calificó la situación de la petrolera venezolana Pdvsa, su ex presidente Luis Giusti, en diálogo con Dinero.com.

Luis Giusti fue también miembro de la junta directiva de la petrolera Shell y es, en la actualidad socio de Alange, una firma inscrita en la bolsa de Toronto que tiene negocios de exploración y explotación de petróleo en Colombia. Amable y de frases coloridas, más bien inusuales entre los empresarios que suelen más diplomáticos, tiene fama de ser una de las personas que más sabe de petróleo en América Latina.

¿Cómo anda Pdvsa? ¿Está en crisis?
En primer lugar debo decir que no hay información. En Venezuela hoy en día, nada de lo que sale es creíble. Pero lo que si existen son indicaciones muy claras de la crisis en Pdvsa. Por ejemplo la producción ha caído, el endeudamiento, las dificultades que tienen en el ámbito internacional para convencer a alguien de que vaya a invertir en Venezuela. Hay una cantidad de indicaciones claras que hablan de lo que está pasando.

Si uno se pudiera imaginar por un momento - y no vamos a hablar de cambio de gobierno porque dicen que uno es conspirador -. Vamos a suponer que un día, el hombre amaneció iluminado y entonces decidió que había que mejorar Pdvsa.

Las dificultades son tan grandes, el deterioro es tan grande, que yo creo que no se puede pensar dentro del marco de las cosas convencionales. Hay que, como dicen los gringos, salirse de la caja.

Nada más para poner un ejemplo, Pdvsa cuando estaba en su época de crecimiento producía 3,5 millones de barriles por día tenía todos los planes para aumentar en 1,2 millones. En ese momento tenía 48.000 trabajadores. Hoy en día la nómina pasa de 90.000 ó 95.000 personas y produce 2 millones y pico de barriles. Además hay un objetivo explícito de llevarla a 120.000 trabajadores. No lo estoy inventando, lo han dicho ellos.

En la empresa, de paso, botaron a 20.000 personas. Gente que se formó durante años, que se había preparado: los ingenieros, los que supervisaban los campos. La gran pregunta que se hace la gente es, si en un nuevo ambiente la empresa es rescatable.

¿El hecho de que ahora Pdvsa tenga muchas actividades diferentes no petroleras, compromete su capacidad de producción en el futuro?
Ya está comprometido. Han llegado a un nivel donde ya, si siguen como van, no va a bajar mucho. Siempre va a ser importante porque tiene 2 millones de barriles por día. El verdadero problema no está en lo que producen sino en lo que han dejado de producir. Cuando yo dejé la empresa la habíamos crecido a 3,5 millones de barriles y teníamos todos los proyectos en marcha, los convenios operativos para crecerla 1,2 millones más. Y ver en lo que está ahorita: 2 millones y pico de barriles por día. Lo que se ha perdido...

¿Y es tan grave el asunto?
Los fondos de Pdvsa los usan para lo que sea. Hay leyes que existen, que se las han llevado por delante. Los ingresos de Pdvsa tenían que ir en 48 horas al Banco Central en dólares, sin ninguna contrapartida en bolívares. Había un convenio cambiario particular para Pdvsa independientemente de si el país estaba en control de cambios o no, para que recibiera a través de un fondo rotativa las divisas que necesitaba.

Hoy todo eso es distinto, son parcelas. El dinero se saca de aquí para los fondos de desarrollo, se le pide dinero al banco central.

El problema está en que la situación es mala y es difícil saber cuán mala es. Y es difícil porque lo único que uno puede hacer es inferir, más que recibir información, porque la que se recibe no significa mucho.

Insiste en que la información no es confiable...
La mejor manera de ilustrar la brecha inmensa que hay entre lo que se dice y lo que se hace en Venezuela. Voy a poner dos ejemplos diferentes, pero que exponen el mismo problema.

En estos días el Ministro venezolano dijo: Venezuela está cumpliendo rigurosamente con su cuota de 3,1 millones de barriles por día. En una afirmación tan corta hay dos mentiras inmensas. La primera es que están produciendo 3 millones 100 mil barriles por día cuando la empresa está produciendo 2 millones 180 mil y la segunda es que están cumpliendo la cuota, cuando la cuota es 1 millón 980 mil barriles y la están violando por 200 mil barriles por día.

La otra, que es el verdadero símbolo de lo que es este discurso agresivo, absolutamente falto de criterio, falto de veracidad, es el anuncio repetido durante años – en estos días han dejado de hablar de eso - de que Pdvesa va a construir un gasoducto que se llama Gasoducto del Sur, que va a tener algo así como 10 ó 12000 para llevar las reservas de gas de Venezuela hasta Argentina.

La manera como yo defino ese proyecto es que se trata de un gasoducto gigantesco, costosísimo - podría costar US$35.000 millones -, que nunca se va a construir, para llevar unas reservas de gas que no existen a unos mercados que tampoco existen

Venezuela no tiene las reservas. Venezuela necesitaría unos 50 Tcf o más de gas libres para alimentar un gasoducto de ese tamaño por, digamos, unos 30 años. No tiene el gas. Porque Venezuela tiene 150 Tcf , pero nada más 15 son de gas libre, 11 de los cuales están por ahí comprometidos en la plataforma continental para un proyecto que se llama Mariscal Sucre. No tiene el gas.

Y además en Argentina no hay mercado. Los mercados los destruyeron los argentinos. Después de la devaluación de 200%, congelaron los precios del gas y los amarraron a la paridad anterior. Se murió la industria del gas. Hoy en día lo que hay son problemas, apagones, dificultades con el gas.

Y lo han dicho tantas veces que parece como que eso es una realidad o que lo están construyendo.

Ese es el problema. Lo que dicen nunca es.

¿Usar la empresa estatal para todo es un problema?¿Cómo debería ser la organización del sector?
La tendencia a convertir la empresa estatal en el ente dominante, en el ente todopoderoso, en el que decide lo que ocurre y si va a participar otro actor todo lo controla lo hace muy difícil. La tendencia durante años con muy pobres resultados.

La solución está en darle una estructura institucional distinta, que ya está clara cuál es. Es el modelo colombiano - que no es originario de Colombia. Que se uso en Noruega y Brasil con mucho éxito -.

De las empresas estatales, sean petroleras o no, sabemos cuáles son sus defectos, sus limitaciones. Tienden a ser ineficientes. No tienen dueño en el fondo porque los trabajadores no se identifican mucho con la empresa y al mismo tiempo tienden a tener una ventaja porque el gobierno es más tolerante con las empresas estatales. Como resultado de eso hay una cantidad de problemas a lo largo del tiempo y ya sabemos que muchas empresas estatales no han sido exitosas.

En el momento en que cambia la estructura institucional y dejas de un lado que el gobierno fije la política, que haya un ente regulador y administrador - que en el caso colombiano es la Agencia Nacional de Hidrocarburos - que debe ser profesional y debe tener continuidad y dejas en el tercer vértice de ese triángulo al negocio y en el negocio le das una participación importante a tu empresa estatal.

No hay nada en contra de que utilices la empresa estatal. Al fin y al cabo como gobierno eres el accionista más importante allí. Si la puedes utilizar, Petrobras lo hace. Le da espacio a las demás compañías pero ellos se reservan algunos bloques concertadamente con el gobierno.

No puede ver la empresa estatal aislada en el rol que tuvo en los años anteriores, porque nunca va a levantar cabeza.

¿Y algo de eso se hizo en Pdvsa?
Cuando estuve en la presidencia de Pdvsa nos faltó un paso el paso de la creación de la agencia (como la Agencia Nacional de Hidrocarburos en Colombia), que no dio tiempo, pero la manera como Pdvsa iba, era el buen camino.

En el caso venezolano era muy difícil, por la tradición de muchos años, ofrecer acciones en el mercado, pero yo empecé en lo chiquito. Le di la oportunidad a la gente de invertir en unos bonos, en papeles de renta fija y con eso probamos el sistema con la banca, la distribución, conseguimos la aprobación de la comisión Nacional de valores.

¿Y vender acciones?
Y el siguiente paso que yo pensaba dar, en su sistema muy rígido, porque en Venezuela es un sistema muy rígido, hay una especie de posición dogmática sobre la participación accionaria, era muy difícil lograrla, entonces a través de las asociaciones se abría un espacio para que en una segunda etapa se le pudieran dar acciones a unas de las asociaciones. Eso lo echaron para atrás, cuando llegó Chávez.

Entonces ¿Le parece bien la venta de acciones en Ecopetrol?
En el caso de Colombia es muy positivo que hubieran puesto el 10% de las acciones en el mercado. No solo porque los colombianos tienen el derecho a participar, sino que eso tiene un efecto muy importante. Cambia el sistema de rendición de cuentas, porque ya no es que le presidente de Ecopetrol y dos o tres gerentes que van para donde el Ministro y en una asamblea le presentan los resultados. Hay 400.000 colombianos que van a pedir cuentas. En la medida que ese modelo se consolide, Ecopetrol se tiene que hacer cada vez más eficiente.