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Según Luis Alberto Moreno, presidente del BID, este año el Grupo BID espera aprobar cerca de US$2.050 millones en operaciones al sector privado en América Latina y El Caribe.

Negocios/Financiación

El gran hermano

El BID está enfilando sus baterías y su chequera hacia las compañías de cinco ciudades del país. Colombia es laboratorio en este experimento.

21 de julio de 2011

La pelea por los créditos al sector empresarial está que arde con la llegada de un nuevo jugador. A la batalla que libra la banca privada se suma ahora un poderoso competidor que tradicionalmente se había enfocado en financiar entidades de gobierno y que, ahora, quiere ‘morder’ una mayor tajada en el mercado empresarial: el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

A comienzos de agosto, el BID tiene previsto desarrollar en cinco ciudades colombianas una estrategia denominada ‘ferias empresariales’ –aprobada en la última reunión del directorio– cuyo objetivo es atraer un mayor número de clientes del sector privado interesados en apalancar con crédito sus proyectos de modernización o expansión.

Se trata de un proyecto piloto que medirá el potencial e interés del sector empresarial y, dependiendo de sus resultados, se adoptará en otros países de América Latina. “Seleccionamos a Colombia por su fuerte base empresarial, el grado de inversión logrado, la buena tasa de crecimiento, su interés por estrechar vínculos comerciales con países del Pacífico y su avance en Doing Business”, dijo el representante del BID en Colombia, Javier León.

El propio presidente del BID, Luis Alberto Moreno, estará en el lanzamiento del programa el 8 de agosto en Cali, el día siguiente en Medellín, luego Pereira, Bucaramanga y cerrar en Barranquilla el 12 de agosto.

“Es la primera vez que un organismo multilateral llega a las ciudades y busca a los empresarios para ofrecer sus productos”, dijo el representante, quien agregó que 18 gerentes de compañías colombianas le han venido retroalimentando información en los últimos meses sobre las necesidades que tiene el sector privado en el país en materia de financiación.

La meta es ambiciosa, pues el BID planea pasar de créditos por US$1.500 millones al sector empresarial, a unos US$4.000 millones antes de 2014 en América Latina. Para lograrlo, tendrá tres líneas especiales de crédito –o ventanillas– a las que podrán acceder los empresarios, según el tamaño de las empresas y sus necesidades.

Pero, ¿por qué profundizar la estrategia hacia el sector privado? La razón es clara: Colombia y otros países de la región cuentan con el grado de inversión, situación que ‘abarata’ el crédito internacional para el sector público, aunado a que sus bonos públicos son vistos con mayor apetito. A esto se suma que la experiencia de la entidad en la financiación de proyectos del sector empresarial aunque todavía tímida, ha muy sido exitosa y, por eso, la decisión de ampliar su base.

¿Qué tan directa será la pelea con la banca privada? Para Moreno la actividad del BID es complementaria a la banca comercial. “Por ejemplo, el banco opera en segmentos donde hay fallas de mercado, donde hay proyectos que requieren mayores plazos de financiamiento y busca mitigar el riesgo”, dice.

La pregunta del millón tiene que ver con las tasas de interés. León explica que dependerán del tipo de empresa, riesgo y préstamo. Pero podrían estar muy cercanas o por debajo de las comerciales. También está contemplada la compra de participaciones minoritarias, lo que facilita la colocación de algunos créditos.

El viraje de los multilaterales hacia el sector privado podría ser interpretado como un desafío directo a la banca tradicional. Lo cierto es que entre más opciones existan, mayor será la competencia y mejores las condiciones.