El fenómeno

Una de las pocas empresas colombianas que desafió y le ganó una batalla a la poderosa industria textil china es Studio F. No solo ha subsistido sino que planea abrir 19 tiendas este año en un claro ejemplo de que aún hay oportunidades en el campo de las confecciones.

Gabriel Alejandro Mejía, gerente comercial de la firma caleña, explica que la clave del éxito se resume en ofrecer prendas bien diseñadas y confeccionadas para que las clientas no titubeen a la hora de pagar.

Una estrategia que le ha funcionado en ocho países y que le da la ‘gasolina’ suficiente para abrir este año seis tiendas en México, una en Costa Rica, otra en República Dominicana y otras tres en Medellín, Montería y Bucaramanga. Al final del año, Studio F completará 140 locales, siendo la ‘joya de la corona’ el espacio recién abierto en la Zona Rosa de Bogotá, donde compite con las españolas Zara y Mango, entre otras marcas internacionales.

Ese salto al exterior le ha dejado a esta empresa más recompensas que decepciones. Por ejemplo, lleva tres años en México y las perspectivas son muy buenas porque el poder adquisitivo de los ‘manitos’ es alto y el producto ha gustado, aunque mantiene reservas en algunas zonas del país, como en el norte, debido a la delicada situación de orden público.

¿Qué preocupaciones tiene hoy la empresa? En primer lugar, una que se replica en Colombia por estos días y que mantiene en el congelador mayores expectativas comerciales. “¿Hay un rebrote de la guerrilla? Ese es un tema que hay que resolver”, aseguró Mejía.

También hay temores por los efectos de la actual tasa de cambio, el contrabando e informalidad, el atraso en la infraestructura vial y los lentos servicios portuarios del país.

A pesar de estas dificultades, Studio F, al igual que muchas otras empresas colombianas, ha logrado consolidar su operación: el año pasado vendió 3 millones de prendas. El jean es el rey en los mostradores y cajas registradoras. Studio F facturó más de $290.000 millones en 2011, siendo la quinta en ingresos en el ranking de las compañías del sector de textiles y confecciones y la segunda en utilidades. Este año las cifras pintan todavía mejor. La envidia para más de un empresario por estos días de ‘coletazos’ económicos.

La crisis europea se ha convertido en una oportunidad. “En estas crisis los que menos sufren son los mercados de lujo o los aspiracionales. Determinados segmentos de la población, sobre todo las mujeres, resuelven sus crisis y problemas emocionales comprando”, explica el directivo.

En la antesala de Colombiamoda, la compañía también le hizo un llamado a la industria algodonera del país para que mejore el producto, tal y como lo hicieron los peruanos hace años con el desarrollo de la variedad pima, cuya fibra no es la más barata, pero sí una de las más suaves y largas del mundo.